Ruta 1159.-Oliván Susín

 

 

 

 

Ruta 1159.-Área recreativa de  Oliván San Juan de Busa, Olivan, Susín

El 21 de julio de 2025 llevo un total de 1887 kilómetros.

Parto por la carretera que se dirige a San Juan de Busa, aunque he estado muchas veces esta iglesia y el lugar donde está tiene un atractivo especial para mí.

En el Kilómetro 1,95 llego a San Juan de Busa.

Entre los pueblos de Olivan y Lárrede, en un prado próximo a los magníficos Sotos del río Gállego, nos sorprende la silueta de esta incomparable ermita. De estilo mozárabe o románico-lombardo, según autores  construida entre los 950 y 1000 (siglo X-XI), que sufrió modificaciones en el siglo XVIII y que fue restaurada en 1977 por los Amigos del Serrablo, ya que se había derrumbado la techumbre de madera y parte de los muros laterales y la bóveda del ábside. En ella se combinan elementos cristianos (La estructura del templo) con elementos árabes (motivos ornamentales), como el arco de herradura y el alfiz.

El origen de esta solitaria iglesia es incierto ya que no figura ni como parroquial ni como iglesia anexa. Su construcción podría haber surgido como templo de un antiguo poblado medieval. Su interés radica en que es el único ejemplo de todo el grupo serrablés que se ha conservado en su estado original, ya que no está acabada la bóveda del ábside ni tiene torrecampanario. Es una de las iglesias más pintorescas del grupo de Serrablo, al conservarse prácticamente en su estado original e inacabada, ya que no tiene terminada la bóveda del ábside y carece de torre-campanario. Es además la única que presenta decoración esculpida.

La nave es rectangular con ábside semicircular, pero con la peculiaridad de carecer de bóveda de horno, sino que la techumbre de la nave se prolonga hasta cubrir el ábside. El ábside mantiene por lo demás la tipología del grupo serrablés: friso de baquetones y cinco arcos ciegos con ventana central. La portada, en el muro sur, consta de un alfiz que enmarca un arco de medio punto y a su vez otro de herradura. El arco exterior está adornado por una cenefa de festones y palmeta donde puede leerse con caracteres cúficos una alabanza a Dios que apoya la tesis mozárabe de estos templos. Sobre el muro occidental hay una ventana triple de arcos de herradura enmarcados en un alfiz ubicado sobre una portada cegada.
Está declarada Bien de Interés Cultural (Monumento Histórico-Artístico desde 1982).

 

 

 

En el kilómetro 2,23 dejo la carretera del área recreativa para por mi derecha  continuar por la GR-16 hacia Oliván.

En el Kilómetro 2,80, continúo por pista a la izquierda.

En el kilómetro 3, un indicador me informa de que debo ir a Susín por la derecha

En el Kilómetro llego a presa del Barranco Oliván y conecto con la PR-HU-003

En el kilómetro  Puente sobre el Barranco de Oliván.

En el Kilómetro 5 de frente la pista sigue a la Senda Amarilla, y por la derecha hay otra pista que no indica nada pero que parece que se dirige a Susin, craso error que pagaré caro.

En el kilómetro 5,32 cruzo un barranco.

En el Kilómetro 5,82, no voy a ninguna parte, por lo que debo bajar hasta la senda amarilla que descarté.

En el kilómetro 6,58 de regreso en la pista indicada como Senda Amarilla.

En la pista a Susín paro ante un magnífico gran caxico (roble).

En el Kilómetro 8,05 entro a Susín por la zona norte donde se encuentra la ermita de La Virgen de las Eras. Construcción popular (mitad del XVII).de una sola  nave rectangular, presbiterio y cabecera plana. En ella destaca su portada de dintel monolítico a modo de arco de herradura. Su advocación le viene dada por su situación junto a las eras, lugar donde antiguamente se realizaba la trilla.

Susín  situado a 1065 metros de altitud, es uno de esos lugares que perduran en la retina del visitante durante mucho tiempo; es uno de esos lugares que todos deberíamos visitar al menos una vez en la vida. Se sitúa a la entrada de Sobrepuerto, en la margen izquierda del río Gállego.

Susín posible nombre prerromano; relacionado con las voces latinas Sussius, Susinus:Documentado como Sussin, Susini, Susín. Gentilicio; susinos, susinenses. Apodo; mesturosos.

Labradores y ganaderos, herreros, carpinteros, pastores y esquiladores, barbecheros, picapedreros y leñadores, carboneros, toneleros, arrieros…conformaron un paisaje de oficios artesanos vinculados a la agricultura y a la ganadería. Hasta quedar despoblado en 1966, los habitantes de Susín (4 en 1920 y 13 en 1960) criaron rebaños de vacuno y ovino, animales de corral y de tiro. Los pastos cercanos alimentaban a mulos, bueyes, vacas y ovejas y corderos. El monte bajo lo frecuentaban también las cabras y procuraba caza.

Cuadras corrales o mallatas daban refugio al ganado que , llegado el mal tiempo, consumía a cubierto la paja, el heno o ramones de la poda realizada en enero o febrero. La oveja churra dominaba entre el ovino y las vacas ordeñadas dos veces al día llegaban de la feria de Biescas, Panticosa o Francia. El cerdo ocupaba un lugar principal en el sustento familiar. Carne pieles, lana, leche transformada en queso, mantequilla… nada se desaprovechaba de los animales, incluido el rico abono de sus excrementos.

En Susín coexistieron tres formas tradicionales de agricultura de subsistencia y arcaicas técnicas; la de rozas o itinerante por el fuego (árticas), la sedentaria o de secano y la de regadío. No fue tarea fácil extraer frutos de estas duras tierras y transformar el agreste paisaje de montaña (1065 metros de altitud) en el paisaje agrario que posibilitó la supervivencia.

La pendiente fue transformada en bancales o terrazas excavadas o formadas por acumulación de materia orgánica. Las huegas o mojones de piedra marcaban lindes y servían de orientación. El arado romano de tiro animal dibujó campos de cereal (trigo, cebada, centeno y avena), alternados con pastizales y huertos. Del cereal sembrado en barbecho y molido o vendido en Biescas, se obtenía pienso, paja y harina. También se cultivaban plantas textiles como el lino y el cáñamo.

En los huertos se plantaban patatas, acelgas, coles, cebollas, guijas (almortas), lentejas, judías, boliches, remolacha…Manzanos, perales, membrilleros, garibasteros o garimbasteros (nísperos), cerezos mebrilleros; moreras y nogales aportaban sus ricos frutos. También las viñas hasta que la plaga de la filoxera acabó con ellas hace un siglo. La tierra proporcionaba a demás plantas aromáticas y medicinales como el tomillo, la manzanilla o el té.

Su primera mención escrita se produce en un documento de la colección diplomática de la Catedral de Huesca en el año 1195 en el que aparece citado con el nombre de “Sosín”

Llegó a formar ayuntamiento propio en el año 1834; posteriormente acabó uniéndose a Casbas de Jaca y más tarde a Oliván; actualmente forma parte del ayuntamiento de Biescas. Históricamente ha sido siempre un pueblo con muy poca población, La evolución de la población entre los siglos XV y CVII (1488 a 1606) varía de dos a tres fuegos. Madoz le adjudica en él año 1845 tres casas y 31 almas.

De las tres viviendas que llegó a tener Susín Casa Mallau, Casa Ramón Casa Canales solo dos permanecen en pie a día de hoy, Casa Ramón y Casa Mallau.

Casa Mallau es una antigua casa fortaleza de los siglos X-XI ampliada en el XVII, es un ejemplo de casa patio con cubierta a cuatro aguas, corral, gallinero, pajares y otros anexos integrados en el entorno de la vivienda, como la borda la Guardia y su pintoresco puente subidor en piedra seca. Otra borda de la misma casa pero separada y fecha (1873) pero separada es La Guardiona.

Casa Ramón construida en 1875 con cubierta a dos aguas es una casa –bloque con los anexos separados de la vivienda, como una borda coetánea situada más al norte; la herrería ocupaba el centro del casco urbano, junto a las dos casas principales. Los vanos de las casas son de dintel recto p de dóvelas en arco de medio punto, labrados en algunos casos. Los aleros se embellecen con canetes de piedra tallada y en algunos tejados lucen espantabrujas cónicos, elemento protector de ancestral tradición.

En el año 1920 tenía 24 habitantes, en 1930 24 habitantes; en 1940 7 habitantes, en 1950 8 habitantes, en 1960 13 habitantes.

La primera de las viviendas sigue siendo visitada esporádicamente por sus dueños mientras que casa Mallau estuvo habitada por Angelines Villacampa hasta comienzos de 2013, fecha en que falleció la vecina más ilustre de Susín.

Su edificio más destacado es la iglesia de Santa Eulalia de Mérida. Declarada BIC. Pertenece al conjunto de Iglesias del Serrablo encuadradas en un románico inicial de influencia Lombarda, con elementos prerrománicos de tradición mozárabe.o hispano.visigótica.Podríamos decir que este hermosísimo templo es un híbrido entre el antiguo templo medieval y las obras realizadas durante el siglo XVIII.

La iglesia medieval fue levantada entre los años 1060 y 1070; las obras del siglo XVIII invirtieron la orientación del templo, ampliaron la nave y levantaron una torre escalonada en mitad de la bóveda del ábside, entre otras cosas.

Mención aparte merece una ventana ajimezada abierta en el muro meridional de la iglesia, orgullo de Susín.

En el exterior del ábside hay 342 sillares labrados (reaprovechados de la primera construcción) con diferentes petroglifos aún sin descifrar. Las pinturas murales que había en su interior están datadas en el año 1100 y se conservan en el Museo Diocesano de Jaca.

Santa Eulalia de Susín es un buen ejemplo de los cambios acaecidos en algunas de estas iglesias a lo largo del tiempo, el indicador de una vitalidad por lo que aquí todavía se lucha,. El ábside y parte de los muros que lo unen con la nave pertenecen a la primitiva iglesia de principios de siglo XI, según las tesis mozarabistas de Duran Gudiol. Se siguieron las pautas constructivas autóctonas, y así encontramos la típica ventana geminada con falsos arquitos de herradura y sus enmarcaciones habituales. También se repite la decoración exterior del ábside, con su basamento recorrido por mo0ldura redondeada, la arquería ciega sostenida por pilastras o lesenas y el friso de rollos o baquetones que arranca de otra moldura similar a la descrita..

Sin embargo toda esta zona guarda las huellas de una construcción anterior, tal vez hispano visigótico. Veintiún sillarejos presentan motivos incisos y, por su colocación desordenada señalan una reutilización de material. Algunos son de fácil identificación, como la letra omega o el crismón monograma de Cristo, para otros sobre todo los más toscos encierran el misterio de lacerías y triángulos enfrentados.

En 1633 fue concedida una capellanía a esta iglesia, es decir, iba a tener párroco permanente. Este hecho debió preparar el camino para una serie de transformaciones que acabarían en el siglo XVIII, cuando se reorientó el templo, se elevó una torre sobre la cabecera original y el interior recibió una bóveda de lunetos y una nueva decoración.

Los conocidos “llorones de Susín” forman parte de uno de los fragmentos supervivientes del fresco románico que, en su día, ilustró el interior del ábside. Para preservar estos restos pictóricos de principios del siglo XII, fueron trasladados en 1966 al Museo Diocesano de Jaca, donde hoy pueden contemplarse.

Las fiestas de San Susín se celebraban el día 15 de Agosto, día de la Virgen.

Terminada la visita a este maravilloso lugar, inicio el descenso a la pista principal.

En el kilómetro 9,19 conecto con la pista principal.

En el Kilómetro 9,86 tomo otra mala decisión porque me equivoqué de nuevo al continuar por la pista de la izquierda.

En el kilómetro 10,26 no voy a ninguna parte y doy la vuelta. Y decido seguir a Ainielle.

En el Kilómetro 10,96 paso canadiense.

En el kilómetro 13,04 puente sobre el barranco de Oliván.

En el Kilómetro 13,37 nada me indica  que vaya en la indicación correcta ,de nuevo inicio el regreso ,pero ahora definitivamente.

En el kilómetro 19,40 llego a Olivan, donde tumbado a la sombre me como las viandas.

Oliván, encara sus casas al mediodía, sus casas buscan el sol abriendo vanos y solaneras al sur, si nos fijamos bien aún se pueden observar elementos constructivos tradicionales del Serrablo como los tejados de losa, chimeneas troncónicas con sus espantabrujas, canetes de piedra, puertas adinteladas y campos abancalados.  A la entrada del pueblo y a nuestra izquierda veremos la señal del camino de Santiago, que indica al peregrino dirección sur. Su iglesia de San Martín del siglo XI es mozárabe según unos y románico-lombardo para otros, que pueblan la zona del Serrablo, la diferencia entre este grupo de iglesias de otras de la misma época es su decoración absidial consistente en arquillos ciegos en número impar y friso de medios cilindros verticales, Afortunadamente esta pequeña maravilla, fue restaurada ,apreciándose muy bien los sillarejos empleados en su construcción ,esta iglesia posee otra nave adosada del siglo XVII debido a la prosperidad económica del momento y un conjunto arquitectónico bien conservado.

El árbol de la zona es el Quejigo ,que explotado sabiamente ya que no era talado, sino que cada 15 o 20 años se le despojaba de sus ramas gruesas de tal forma que no era necesario su tala, además sus ramas jóvenes se aprovechaban  como cama para los animales y alimento durante el invierno.

En el kilómetro 21,86 estoy de regreso en el área recreativa de Oliván, principio y final de la etapa de hoy.

 

Las fotografías aparecen por Orden de ruta.

Serafín Martín.

Fuentes propias y:

Despoblados de Huesca. Tomo 2. Jacetania-Alto Gállego-Hoya de Huesca. 2ª Edición. Autor Cristian Laglera.