Ruta 1152. Por Benasque. Villanova, Sesué, Ramastué, Eresué, Guayente, Sahún.
El Valle de Benasque/Ball de Benás, son algo más que un conjunto de construcciones antiguas que impresionan por su valor monumental y su belleza. Son una parte importante de la memoria de esta tierra, que ha quedado construida detenida en estos edificios. Los habitantes del valle se niegan a renunciar a esta memoria y siguen llenando de vida y de actividad los rincones de sus lugares. Acercarnos a ellos y disfrutar con todo lo que cada una de sus casas y de sus iglesias puede hacernos descubrir.
El 1 de mayo llevo en Villanova un total de 1346 kilómetros.
En el kilómetro 0,74 llego a la parte alta de Villanova.
Villanova asienta su caserío a 966 metros de altitud y tiene una población de 160 habitantes. Sus casas son la mejor muestra del perfecto equilibrio que el paso del tiempo ha establecido entre la cultura tradicional de sus moradores y el medio natural. Dos bellos ejemplos de esta arquitectura popular son Casa Betrán y Casa Ríu. Cuenta con dos iglesias románicas de estilo lombardo (san Pedro y Santa María), que fueron levantadas entre los siglos XI y XII. El hecho de encontrar dos iglesias en una sola población podría deberse a la antigua presencia de dos señoríos simultáneos. Cada uno tendría su propia iglesia, en uno de los montículos más visibles del lugar, para competir en prestigio con el contrario. Cuenta la leyenda “El Cantar de Arnaldico”, que encima de la Iglesia de San Pedro hay una piedra muy grande que pusieron “los moros”, en la partida de Lacoma. Si en la medianoche del día de San Pedro no cantaba el gallo, la dejaría caer para que aplastara la iglesia.
En el Kilómetro1, 35 estoy de regreso en la carretera pasando por los apartamentos Barrau, donde me hospedo, cruzo la carretera en dirección a Sesué.
En el kilómetro 1,65 cruzo el Río Ésera. Una vez atravesado el puente continúo por la izquierda a Sesé.
En el Kilómetro 2,60, llego a Sesué.
Núcleo de rica tradición ganadera, se ha visto sujeta a los cambios propios impuestos por el paso del tiempo. A principios del siglo XX había 3 de sus casas se dedicaban al cultivo y recolección de cáñamo, Casa Chinés, Casa Antonio y Casa Manuel, además del carpintero de Casa Vitorina, el albañil de Casa Manolo y el herrero de Casa Caseta. También se disponía de un molino que estuvo en funcionamiento hasta que en agosto 1963 una fuerte riada lo destruyó.
A lo largo del pasado siglo, el pueblo fue creciendo gracias a la puesta en funcionamiento de la cantera del Castellaso y de las obras de las centrales hidroeléctricas que llevó a cabo La OCISA. La fisionomía del pueblo fue cambiando y el pueblo de Sesué se transformó en un núcleo turístico que se puede disfrutar hoy en día.
La iglesia de San Ginés de Sesué está formada por una nave cubierta por una bóveda de medio cañón. El ábside de la iglesia ubicada a la derecha de la entrada, abarca el ancho de la nave. Tiene 3 capillas abiertas, ubicadas, dos en la pared de enfrente y la tercera junto a la puerta de entrada. Junto a ésta última capilla se encuentra adosada la sacristía, y por la parte exterior de la iglesia los nichos. En esta iglesia se pueden observar 3 caras de piedra labrada. Esta iglesia ha sufrido modificaciones desde su primera construcción, en torno al siglo XI, hasta la actualidad, aunque todavía conserva elementos de estilo románico y del siglo XV.
Una vez disfrutado de esta localidad regreso de nuevo al puente desde donde continuar hacia Sos.
En el kilómetro 3,99 conecto con la carretera hacia Sos.
En el Kilómetro 6,58 llego a Sos, donde me recibe su fuente, abrevadero y lavadero.
Sos es uno de los núcleos menos conocidos del Valle en la actualidad, pero podemos encontrar una larga historia en sus casas y piedras. En el siglo XI su importancia era tal que daba nombre a todo el Valle, ya que se conocía como la Valle Sositana. Su emplazamiento es espectacular, en una pequeña cubeta de origen glaciar y junto a uno de los más impresionantes miradores sobre la parte meridional del Valle. Al lado podrás encontrar además la coqueta iglesia románica de San Andrés. De ella se dice que conserva la sepultura de una reina. Aunque Sos es tierra de leyendas y allí también se cuenta que Galino Galinás robó un cáliz a una princesa mora y, al huir, sus perseguidores le arrojaron tantas piedras que dieron origen a la gigantesca ladera de rocas sueltas de la glera de Chía.
Una vez disfrutado de esta bella localidad, salgo de ella por una pista a la izquierda de la fuente lavadero, hacia la carretera que va a Ramastué.
En el kilómetro 9,45 conecto con la carretera.
En el Kilómetro 9,61 llego a Ramastué.
Ramastué es la más pequeña de las poblaciones de Castejón de Sos y la que está a más altitud, 1240 metros. Aparece citado por primera vez en 1543 y, como tantos pequeños pueblos del Pirineo nació para aprovechar la tierra y los pastos para el ganado en un medio físico difícil. Una forma de vida ligada a una economía de agricultura de subsistencia y ganado trashumante que casi desapareció en el siglo pasado. Ramastué no se resigna y junto a las labores tradicionales en la agricultura y ganadería, está iniciando el aprovechamiento de los abundantes recursos naturales orientados al ocio y el turismo. Celebra sus fiestas patronales el 10 de junio en honor a Santa Margarita. Ramastué tuvo ayuntamiento desde 1834. En 1845 se le unen El Run, Liri, y Castejón de Sos. En la actualidad Castejón de Sos ostenta la capitalidad del municipio. De la antigua iglesia del siglo XVI dedicada a Santa Eulalia, solo queda su esbelta torre. Es como si se negara a desaparecer para seguir siendo testigo de un tiempo que ya pasó y esperara a otro que está por venir. Recientemente se descubrió, entre sus ruinas, una singular pila de piedra con representación de una cabeza humana. Se desconoce la época, que podría ser prerrománica o románica, y el uso de este interesante objeto que ha llamado la atención de los especialistas y que actualmente se encuentra en fase de estudio.
Según el Diccionario Geográfico Estadístico de Madoz (1845-1850) Ramastué Consta de unas 30 casas, el terreno es muy quebrado y productivo. Trigo llamado marzal, porque se siembra en el mes de marzo, centeno, algunas frutas y muy buenos pastos; cría ganado mayor y menor.
Terminada la visita continúo ruta.
En el kilómetro 10,85 llego a Eresué.
Asienta su caserío en el Solano a 1350 metros de altitud, sobre la margen derecha del río Ésera; en 1991 contaba con 24 habitantes. Su origen se remonta al siglo XI, conservándose de su pasado medieval parte de la primitiva iglesia románica lombarda del siglo XII, dedicada a San Juan Bautista, y algunos restos de pintura mural románica. Su caserío conserva buenas muestras de arquitectura popular, destacando Casa Negüé, en la parte alta del pueblo, edificio de grandes, dimensiones con un portalón de arco de medio punto, escudo nobiliar y una típica aldaba.
En el Kilómetro 16,13 puente sobre el río Ésera, conectando inmediatamente con la carretera A-139, a la altura de Guayente.
En el kilómetro 16,98 abandono la A,139 por pista que por la izquierda se dirige a Guayente.
En el Kilómetro 17,65 llego a Santuario de Nuestra Señora de Guayente. El actual santuario lo componen un conjunto de edificios entre los que destacan la iglesia, una torre defensiva, la portada de acceso al patio y un edificio anexo a la iglesia.
La iglesia es de planta de cruz latina, con crucero y sendas capillas a cada lado, cabecera recta prolongada por un pequeño camarín y una pequeña sacristía adosada a la misma. La fábrica está realizada en mampostería tosca, como todo el conjunto. En el interior carente de elementos decorativos destaca el altar mayor, donde podemos ver un hermoso retablo renacentista realizado en madera policromada.
La portada situada en el muro es uno de los pocos elementos que restan del edificio original.; sobre esta, en arco apuntado, aparece un escudete en relieve sostenido por dos ángeles.
Cuenta la leyenda que en el siglo XI se le apareció la Santísima Virgen al señor de Castañer, mientras pasaba de Benasque a su palacio de Liri. Mandó construir allí una ermita en honor de la Señora, añadiendo alguna hacienda y dinero para mantener al que cuidase del culto. Este imponente edificio sirve como como punto de reunión para todos los habitantes del Valle de Benasque. Ya lo era hace siglos cuando el Consejo de Benasque celebraba sus reuniones con él. En ellas se trataban asuntos como el paso de bandoleros desde Francia, el reparto de los pastos, la pesca o los procesos de brujería.
De Guayente salgo por la pista o Camino Histórico del Santuario de Nuestra Señora de Guayente a Sahún.
En el kilómetro 18,31 entro en la parte alta de Sahún, por las cascadas del barranco Cambra, y la fuente.
Situado en el centro del Valle de Benasque, el casco urbano de Sahún es uno de los que mejor conserva la arquitectura tradicional de la zona.
Mientras recorres sus calles, perfectamente adaptadas a los desniveles del terreno, se puede contemplar hermosos ejemplos de casas tradicionales de la zona. Existen diferentes tipos, la casa-patio, con una zona libre alrededor de la cual se sitúan las diferentes edificaciones y la casa-bloque, en la que todas las dependencias se encuentran bajo un mismo tejado. Muchas de ellas conservan una inscripción con la fecha de su construcción, que suele coincidir con los periodos de bonanza económica de la zona. Sahún dispone de una rica tradición de fiestas y costumbres que sigue viviendo de manera abierta y hospitalaria. Una de las que tienen mayor tradición se celebra la noche de San Juan, en la que los mozos suben hasta el paraje denominado La Arena y allí encienden una hoguera o foro. Después, cada mozo baja hasta el pueblo con su falla hecha de cortezas de albar o abedul, recorren las calles y, cuando las fallas se han consumido.
La Iglesia románica del siglo XII de San Juan Bautista de Sahún, está enclavada en una terraza del terreno. Se accede a ella por un porche de origen moderno sobreañadido a la iglesia románica original. En él se instaló el crismón románico de la puerta de ingreso primitiva. En él se observa la inscripción C y E “Vallis Ésera o Victoria Eclesiae” común en otras iglesias del valle. La puerta de entrada es de arquivoltas a bocel con mensulillas y con 5 altorrelieves antropomórficos .Además hay cruces estrellas y aspas gravadas en dichas arquivoltas. Es una escenificación de la lucha interior de cada persona entre el bien y el mal. En el románico se entendía que atravesar aquella puerta salvaba el alma y perdonaba los pecados. La nave románica con bóveda de cañón y arcada de medio punto acabada en un ábside rectangular del S.XVIII que modifica el original. Hay una cúpula sobre pechinas en el presbiterio. Del ábside primitivo se conservan arquillos en el interior del campanario que fue incrustado en él. Una ventana da luz al altar desde el muro sur. A la entrada hay una pila bautismal de buena factura en el mismo muro y cerca de ella se conservan dos aspilleras defensivas, que estarían anteriormente en la parte exterior de la torre de acceso al campanario. A los lados de la nave se abren capillas con arcos de medio punto y bóveda de cañón.
En el Kilómetro 19,30 estoy de nuevo en la carretera A-139.
En el kilómetro 19,60 dejo la carretera A-139 por la izquierda para continuar por la carretera que pasa debajo del vial de la A-139., y de esta forma evitar el túnel, rodeándolo en el kilómetro 20,36.
En el Kilómetro 23,86 estoy de nuevo en Villanova.
Las fotografías aparecen por Orden de ruta.
Serafín Martín.
Fuentes propias y:
https://www.benasque.com/