Ruta 1143.- Zaragoza desembocadura del Río Jalón.
17 de noviembre de 2024.
Altitud Máxima 240 metros.
Altitud mínima 170 metros,
Desnivel positivo 29 metros.
Desnivel negativo 22 metros.
En el kilómetro 1,92 puente sobre el Río Ebro.
En el kilómetro 3,89, dejo el carril bici para dirigirme por la derecha, continuar por el camino de Monzalbarba.
En el kilómetro 7,26, paso por mi querida acacia de las tres espinas.
En el kilómetro 8,66 llego a Monzalbarba. Monzalbarba (Actualmente barrio de Zaragoza) está situado a 7 Km. de Zaragoza y a una altitud de 204 metros sobre el nivel del mar. en 1980 tenía 1.465 habitantes ; en 1991 tenía 1.401 habitantes. Monzalbarba está situado sobre la margen derecha del Ebro, entre la ciudad de Zaragoza y Utebo. Tiene personalidad propia como núcleo rural. El casco urbano se asienta en la llanura, rodeado de huerta, presidido por el edificio de la iglesia parroquial. El nombre de Monzalbarba proviene de mandil-barbar, significa asentamiento Bereber, debido a que tras la conquista de Zaragoza por los árabes se asentó aquí una tribu Bereber.En el centro de su casco urbano se pueden apreciar casonas renacentistas.
El día 8 de septiembre se celebran fiestas dedicadas a Nuestra Señora de la Sagrada, imagen que ya recibía culto en época anterior a los mozárabes que le dieron el nombre de La Antigua. En honor de la Virgen existe un dance de tiempo inmemorial; en los archivos parroquiales hay constancia del mismo ya en 1688, cuando los danzantes acompañaron a la imagen en su traslación a Zaragoza con motivo de una plaga de langosta. Los danzantes, en número de doce, sólo actúan en la procesión y acompañando a la Virgen hasta la ermita. El mayoral es sustituido por un mozo del pueblo, que es el encargado de dirigir y dar las órdenes para los cambios de mudanza. Antiguamente había representación de moros y cristianos, pero en la actualidad se conserva tan sólo el baile de palos y espadas.
En este recorrido veremos autenticas joyas del arte mudéjar, por lo que hago una pequeña descripción del mismo y sus orígenes.
El arte de los Mudéjares (Población musulmana que permaneció en al-Andalus después de la reconquista) ocupa un lugar único entre las expresiones del arte islámico. El mudéjar es la creación más genuina de la cultura española, un arte que se difundió entre los siglos XII al XIV y llenó de magníficas creaciones artísticas todos los rincones de la geografía peninsular. La reconquista fue el factor que más influyó en el arte mudéjar. Los nuevos señores entraban en territorios llenos de construcciones de toda índole,(casas mezquitas, palacios, baños, jardines...) fácilmente adaptables a las necesidades cristianas y deslumbrantes, en ocasiones con grandes lujos decorativos, por lo que no es difícil entender que se quedaran fascinados. La población musulmana que se quedó recibió el nombre de mudéjar procedente del árabe mudayyán (aquel a quien se ha permitido quedarse a través de un pacto). Los oficios relacionados con la construcción, era uno de los campos en que los mudéjares estaban especializados. Estos constructores, auténticos artistas del ladrillo y la cerámica eran llamados “alarifes”. Entre ellos, por su importancia artística, cabe citar a Mahomet Bellito, maestro del palacio de la Aljafería de Zaragoza.
Los artistas mudéjares, grandes conocedores de la artesanía, la albañilería y la carpintería, su conocimiento de las formas y técnicas arquitectónicas islámicas les permitieron concebir un arte distinto.
Con materiales baratos y fácilmente disponibles lograban efectos de una riqueza sorprendente, aplicando sistemas de trabajo rápidos y eficaces rigurosamente islámicos, levantaron para los cristianos recién llegados casa, palacios, conventos e iglesias. Este tipo de arte constructivo no se dio en ningún otro territorio del Islán. Es una realidad nueva, exclusivamente Hispánica, que no puede insertarse en el arte occidental ni en el Islámico y que obedece a la coexistencia de ambas culturas. En Aragón, la periodicidad del mudéjar se dilata, llegando hasta el siglo XVII. Será aquí donde el estilo artístico alcanza una personalidad más sobresaliente, un hecho que responde a la convivencia de culturas diferentes, la cristiana, la musulmana y la judía. En el conjunto del mudéjar hispánico, el foco regional aragonés adquiere una poderosa personalidad y un vigor excepcional, que le convierte en una de las regiones mudéjares de mayor interés y con mayor densidad de monumentos. Esta personalidad del mudéjar aragonés se explica, en parte, por el proceso histórico, por los condicionamientos geográficos y por los propios precedentes islámicos de Aragón. Para reconocer la importancia de este estilo, la UNESCO lo ha declarado Patrimonio de la Humanidad.
En el kilómetro 20,76, a 212 metros de altitud, llego a Sobradiel
El municipio de Sobradiel está situado en el centro de la depresión del Ebro, en la margen derecha del río Ebro sobre depósitos cuaternarios, a 213 m. de altitud. Temperatura media anual, 14,3°. Precipitación anual, 360 mm. Población: en 1998, 610 hab.; en 1978, 608 hab.; en 1950, 644 hab.; en 1900, 460 hab.
Comprende la entidad de población de Soto Candespina. a 16 kilómetros de la
ciudad de Zaragoza, en dirección hacia Logroño. Pueblo de señorío. En 1140
Ramón Berenguer, Príncipe de Aragón y Conde de Barcelona, donó el castillo y
villa de Sobradiel, con sus vecinos y términos, a su vasallo Artal. En el Señor
recaían el dominio y jurisdicción, poseía todas las tierras del lugar, era el
dueño de la caza y pesca, poseía el horno, la tienda, los puentes y el mesón.
Dos familias detentaron el señorío de Sobradiel con un dominio más dilatado en
el tiempo: la de los Cerdán de Escatrón y la de los Cavero.
Los habitantes de Sobradiel fueron arrendatarios de las tierras del término
hasta fechas recientes. Hasta 1942 perteneció al conde de su mismo nombre
El Instituto Nacional de Colonización adquirió la Finca Sobradiel en 1945, que
repartió las tierras del término entre los vecinos. Sobradiel tiene Iglesia
barroca, del siglo XVIII, dedicada a Santiago. Tiene una cripta bajo el
presbiterio, donde se encuentra el panteón de los condes de Sobradiel. El
Castillo de Sobradiel se asentaba sobre un reducido montículo, que permitía ver
la vega circundante; sobre los restos del mismo fue construido el antiguo
palacio, todavía en pie en 1816. Existieron unos graneros y caballerizas
contiguos sobre los que fue levantado en el siglo XIX la casa-palacio condal
de los Condes de Sobradiel, y que es la actual Casa Consistorial, situado
frente a la Iglesia Parroquial.
La Iglesia Parroquial es un edificio de planta rectangular y aspecto sobrio. El
material empleado fue el ladrillo macizo, con una de sus caras vista al
exterior. Las fachadas están enmarcadas por pilastras adosadas de capitel
dórico. El espacio está distribuido en semisótano, dos plantas y una tercera
altura abuhardillada.
Las fiestas patronales son en honor de San Antonio, del 13 al 15 de junio.
También se celebran las de San Marcos, el 24 de abril, con romería a la ermita
del patrón (San Antonio), situada a un kilómetro aproximadamente del casco
urbano. El municipio de Sobradiel ha experimentado una gran transformación en
los últimos años, la base económica principal actualmente la constituye la
industria, siendo un pueblo bien dotado de servicios e infraestructuras. El río
Ebro en su transcurrir por el término de Sobradiel propicia la existencia de
fauna y vegetación características de las zonas ribereñas. Sin embargo la
presencia del río Ebro ha sido en ocasiones amenazadora y peligrosa, como en
1582, momento en el que una gran riada acabó con el lugar y hubo que
reconstruirlo y repoblarlo. Son variadas las especies vegetales que se pueden
contemplar: chopos, álamos, fresnos, sauces, tamarices, etc. La fauna es la
común de la ribera del Ebro, cuyo cauce, en continua evolución, está configurado
en el presente por islas, de acceso directo en la época de estiaje.
Como elemento peculiar cabe destacar la existencia de una barca, necesaria para
transportar maquinaria y productos agrícolas, ya que la Finca Candespina,
situada en la margen izquierda, atrapada entre el Ebro y los montes del
Castellar, prácticamente es la única conexión que tiene con la margen derecha
del río.
De Sobradiel a Torres de Berrellén me dirijo por la Ruta Cervantina.
En el kilómetro 24, a 211 metros de altitud, llego a Torres de Berrellén.
Torres de Berrellén originariamente era una agrupación de casas de labor llamadas en Aragón "torres", que los vecinos del Castellar empezaron a edificar durante el siglo XII, en la margen derecha del Ebro y en la confluencia con el río Jalón, para utilizarlas como auxiliares de los aprovechamientos agrícolas de esta ribera, dado que la situación de El Castellar en la margen izquierda en lugar estratégico en la cima del monte de El Castellar impedía los desplazamientos continuados a estas tierras fértiles y se hacia indispensable permanecer en estas torres varios días, o incluso residir en ellas, para atender a las labores agrícolas. Torres de Berrellén significa en árabe Torres de Abán Rannan, en Árabe Ibn Rannan. La iglesia parroquial está dedicada a San Andrés. Corresponde al siglo XVI. La torre, reconstruida, presenta el mismo estilo mudéjar que se supone tuvo antaño. Entre los edificios civiles destaca el palacio de los duques de Villahermosa, del siglo XVII. Sobre los montes del otro lado del Ebro, en la margen izquierda se levanta la ermita de la Virgen del Castellar a la que se va en romería en el mes de mayo durante las fiestas patronales que se desarrollan del 7 al 11, en honor de la citada advocación mariana y de San Gregorio de Ostia.
El Castellar se levantó en el año 1080 por Sancho Ramírez como una
fortificación militar para defenderse de las incursiones árabes y bajo su cobijo
creció una rica población, la villa de El Castellar, a la concedió carta puebla
en 1091Tras la conquista de Zaragoza cesó esta utilidad militar y es cuando el
reparto de tierras a los habitantes, por parte de Alfonso I y el Conde Ramón
Berenguer, provocó la edificación de estas torres que, al estar situadas en la
partida huerta llamada Berrellén, acabo llamándose el poblado de Las Torres de
Berrellén, dependiendo de la villa de El Castellar durante los siglos XII, XII y
XIV. El Castellar fue vendido por Pedro IV a don Lope Fernández de Luna,
continuando con sus sucesores hasta que volvió otra vez a la Corona con el
casamiento de doña María de Luna y Martín I. En 1421, Alfonso V lo vendió a
Martín Díez de Aux, siéndole arrebatado tras su caída en desgracia con el rey.
Fue comprado nuevamente por Juan Ximenes de Cerdán en 1440.
Es en estos momentos cuando se va a producir la consolidación del actual núcleo,
tras los disturbios sociales de una parte del pueblo zaragozano contra los
Cerdán. La ciudad de Zaragoza por mediación del "Consejo e los Veinte" quiere
hacer valer sus derechos a leñar en el norte, entablándose abierta pugna entre
les habitantes de El Castellar (entonces en 1466 con 6.000 pobladores) y
Zaragoza cuya población, enaltecida por Ximeno Gordo, ataca la villa de El
Castellar, obligando a la dispersión de sus habitantes, asentándose muchos de
ellos en el actual Torres Berrellén. No obstante, la villa de El Castellar no se
despuebla completamente hasta 1570, cuando se produce el traslado definitivo a
Torres de Berrellén. Comenzando entonces su mayor florecimiento que culmina con
la construcción de la Iglesia-parroquia de San Andrés en el siglo XVI y el
palacio de los Duques de Villahermosa en el siglo XVII.
Del castillo de El Castellar no se quedan en pie más que lienzos incompletos de
grandes paredones, que formaban le estructura de sus torres son más fuertes que
se van cayendo conforme se desmorona a sus pies el farallón yesoso que
constituye su base, carcomido por la erosión del río. Pero aún conservan estas
ruinas, asomadas al borde del profundo cantil, un aire de grandeza y de
prestigio histórico, en 1111 fue prisión de Doña Urraca, esposa de Alfonso I El
Batallador, que unido a la belleza salvaje del lugar, impresionan fuertemente a
quien lo contempla.
Además de estas ruinas, en El Castellar se yergue una ermita para la imagen de
la Virgen de El Castellar (siglo XIII) levantada en la primera mitad del siglo
XIX frente a la desembocadura del Jalón, a la que se acude en romería una vez al
año para visitar a la patrona de Torres de Berrellén.
En sus aspectos civil y político, Torres de Berrellén estuvo unido a El
Castellar formando parte de un Señorío temporal cuya vigencia duró desde 1091
hasta 1812 en que las Cortes de Cádiz suprimieron el Señorío y la Baronía de
Torres de Berrellén junto con todos los señoríos jurisdiccionales españoles;
siendo los primeros señoríos de la Baronía los Luna y acabándose la misma con
los Duques de Villahermosa. No obstante, a pesar de desaparecer la dependencia
del señor del lugar, hasta 1969 la propiedad de parte de las tierras estaba
todavía en manos de los Villahermosa que, en dicha fecha y por mediación del
Instituto de Colonización, vendieron entre los agricultores del municipio sus
propiedades terminando esta servidumbre. Entre los hijos ilustres de Torres de
Berrellén cabe destacar a Juan Pablo Bonet, conocido por su obra "Reducción de
las letras y arte de enseñar a hablar a los mudos" publicada en Madrid en
1620.Se trata del primer tratado moderno de fonética, donde expuso un
procedimiento basado en la lectura labial para enseñar a hablar a los sordos o
para mejorar sus habilidades de comunicación verbal y no verbal, incluso por
medio de la enseñanza de signos manuales y un alfabeto digital.
Todos los años la Asociación de Sordomudos de Zaragoza peregrinan a Torres de
Berrellén para rendir homenaje a la memoria del hombre que supo abrir cauces
nuevos para romper la incomunicación del mundo del silencio. Hay dance, con el
texto dedicado a San Ildefonso. Además de las fiestas citadas, hay otras el 30
de noviembre, en honor del titular de la iglesia parroquial, y las dedicadas a
Santa María, del 22 al 26 de julio. En Torres de Berrellén nació Juan Pablo
Bonet, ilustre pedagogo que revolucionó el sistema de enseñanza a los
sordomudos.
En el kilómetro 26,67 llego al Pontón. Hasta el último tercio del siglo XX las barcas de paso fueron el único medio de trasporte que permitía a los pobladores ribereños cruzar el río con sus animales, aperos y vehículos, sin olvidar a los comerciantes y viajeros. Los barqueros eran muy valorados. Su lucha con el duro clima y su fortaleza física fueron fundamentales antes de los modernos puentes. La barca de Torres da acceso a los montes del Castellar y, en la actualidad es de titularidad municipal, por lo que si se desea utilizarla es necesario contactar con el ayuntamiento de Torres.
En el kilómetro 27, a 198 metros de altitud, llego a la desembocadura del Río Jalón que en este punto vierte sus aguas al Río Ebro. Aquí el río parece tener prisa por fundirse con el Ebro, este río nace en unos manantiales al pie de Sierra Ministra, en la paramera de Medinaceli, por la que discurre encajado hasta Arcos de Jalón, donde se amplía a favor de los materiales terciarios blandos de la depresión de Ariza, discurriendo ya en territorio aragonés. En este sector recibe los ríos Nájima y Henar. Nuevamente se encaja en el pliegue calcáreo de Alhama de Aragón y cruza con meandros encajados el paleozoico de Bubierca, de la rama castellana de la Ibérica. En este tramo recibe los ríos Monegrillo, Piedra-Mesa y Manubles. En la depresión tectónica de Calatayud, y a favor de los yesos, amplía su valle y elabora un bonito escarpe en su margen izquierda. Recibe aquí los ríos Jiloca, Perejiles y Ribota. Vuelve a tajar el paleozoico de las sierras de Algairén y de la Virgen, con meandros bien marcados y encajados. Ya en la depresión del Ebro, recibe las aguas del Aranda, Grío y Alpartir, dirigiéndose hacia Alagón, entre este y Torres de Berrellén desemboca en el Ebro.
En el kilómetro 29,44, remontando un pequeño tramo del Jalón llego a un pequeño azud del río, este azud está a 200 metros de altitud. Desde aquí decido iniciar el regreso.
En el kilómetro 50´76 estoy de regreso en mi casa.
Las fotografías aparecen por orden de ruta.
Serafín Martín.
Fuentes propias y: