Ruta 0136.- Por la Canal de Berdún. Puente la Reina de Jaca, Martes, Berdún, Biniés, San Engracia.

 

 

 

Los Valles Pirenáicos del Aragón, Ansó-Fago, Hecho, Aragués del Puerto-Jasa, Aísa y Borau forman junto con La Canal de Berdún la Comarca de la Jacetania, que tiene en Jaca su capital. Nos encontramos en un territorio de gran contenido histórico, artístico y cultural, cuna del Reino de Aragón, y una de las vías principales de los peregrinos Jacobeos en su entrada a la Península. Entre los distintos pasos pirenáicos utilizados el de Somport fue el que  mayor protagonismo alcanzó en el siglo XI gracias al impulso recibido de los primeros reyes aragoneses, Ramiro I y Sancho Ramírez, así como del Vizcondado de Bearne. Desde las ruinas del importante hospital de Santa Cristina (candanchú) hasta la que fue villa real de Jaca, el peregrino afronta una primera etapa del camino aragonés (31,7 Km) inmerso en un espectacular paisaje jalonado de castillos y puentes medievales, fortificaciones levantadas durante nueve siglos, iglesias y monasterios de distintas épocas junto a modernas edificaciones como la estación Internacional de Canfranc. Un intenso encuentro con la historia, el arte y la naturaleza que se prolonga luego a través de la canal de Berdún y las distintas variantes del Camino que confluyen en Sangüesa (Navarra).

Canal de Berdún

Bienvenido a una tierra llena de historia, la misma que un día vio pasar a las legiones romanas. Ellos dejaron las primeras vías de comunicación. Después se convirtió en tierra fronteriza entre el poderoso ejército musulmán y las comunidades cristianas, que se refugiaban en las montañas.

Testigo durante siglos de terribles batallas, los árabes dejaron sus técnicas para canalizar el agua que riega las ricas tierras agrícolas, tierras que durante siglos han sido la despensa de toda la comarca. Más tarde fue sede de la itinerante corte del primitivo reino aragonés, volviendo las invasiones, navarras, castellanas o francesas.

Aquí confluyen los diferentes ramales del Camino de Santiago, a través del cual llegaron las distintas concepciones europeas, dejando a su paso un impresionante patrimonio para que hoy tú lo puedas disfrutar: desde monumentos colosales como el Monasterio de San Juan de la Peña, hasta construcciones civiles como castillos, palacios y puentes, sin olvidarnos de importantes iglesias o multitud de pequeñas ermitas, último vestigio de antiguas poblaciones hoy ya desaparecidas.

 Ruta del Santo Grial

Históricamente, iglesias o museos de todo el mundo (León, O´Cebreiro, Génova, Dublín, Nueva York, etc…) han reclamado la autenticidad de su Santo Grial, sin embargo, las palabras del Papa Francisco reconociendo como de auténtico el cáliz que se conserva en la catedral de Valencia, despeja las dudas a los más de 1200 millones de personas que profesan la fe católica.

Desde muy antiguo, la actual provincia de Huesca ha guardado una relación muy íntima con la antigua copa que Jesucristo utilizó durante la última cena. La tradición oral nos cuenta que durante el siglo III, el emperador Valeriano ordena la muerte de todos los obispos cristianos junto con sus diáconos y servidores más fieles. Justo antes de ser asesinado, el papa Sixto II manda a su tesorero San Lorenzo que ponga a buen recaudo las riquezas de la todavía incipiente iglesia cristiana. Ya a punto de ser apresado por las tropas romanas, San Lorenzo consigue entregar el santo grial a un paisano suyo, que lo hace llegar hasta Huesca, ciudad natal del santo, donde la reliquia permanecerá casi 500 años.

El 25 de Mayo  de 2016 comienzo la ruta de hoy desde Puente La reina de Jaca con un total de 11.658 kilómetros.

El pueblo de Puente La Reina de Jaca surgió en torno a un importante cruce de caminos, en la desembocadura del Aragón Suborden en el Río Aragón, Puente la Reina de Jaca no posee rasgos arquitectónicos dignos de mención. Es cabecera de un municipio nacido a principios del siglo XX, tras la fusión de los términos de Santa  Engracia y Javierregay, aunque su nombre  debió de surgir mucho antes, quizá como unión entre la población de Astorito, desaparecida y Jaca. Sus modernos edificios, dirigidos fundamentalmente a dar servicios al turismo, se distribuyen en torno a los ejes viarios que van a Pamplona, Huesca y los Valles de Echo y Ansó. Se trata de la versión moderna de los hospitales y hostales para peregrinos y viajeros que jalonaron el Camino de Santiago desde la antigüedad. En este punto el peregrino puede optar por dos trazados; el de la orilla izquierda que discurre por Martes Artieda o Ruesta, o el de la derecha que, tras  pasar por Berdún, bordea el Pantano de Yesa hasta la confluencia nuevamente de ambos trazados en Sangüesa.

En este cruce de Caminos que es Puente La Reina de Jaca se documentan durante la Edad Media las poblaciones de Osturit o Astorito y Artaso.

 Astorito fue sede temporal de los primeros reyes aragoneses y su primera mención documental data del año 1058, en el Cartulario de Santa Cruz de la Serós. Americ  Picaud, en su Codex Calixtinux (Siglo XII), la considera fin de una de las etapas del recorrido jacobeo por territorio aragonés. Años después pasó a ser donada al lejano monasterio de Veruela, en el Moncayo, que acabó traspasándolo , en el siglo XIII, a la catedral de Jaca. Un siglo después acabó despoblado y su estratégico puente arruinado. Se desconoce su estructura poblacional ya que sus restos fueron arrasados a mediados del siglo XX para culminar la la concentración parcelaria. Únicamente persisten su topónimo, en el llamado molino de Azorito hoy rehabilitado como sede de la Mancomunidad de la Canal de Berdún y su cementerio, que aflora en las partidas de Huerto Tejedor y Huertas Sabina.

De Artaso se sabe que estaba cerca de Astorito documentándose en 1086. De él nos ha llegado algún documento como el conservado en el Cartulario de San Juan de la Peña, donde se detalla que una mujer llamada Sancha cede el monasterio pinatense varios bienes para que tras su muerte, se hagan misas por su alma. Entre otras entrega “un campo de mi propiedad en la Villa de Artaso que confronta con otro campo propiedad de Doña Milia”.

El Codex Calixtinus es considerado la primera guía para peregrinos, e incluso la primera guía turística, es obra del clérigo francés Aymeric Picaud, canciller del Papa Calixto en 1139. Dividido en cinco libros, los cuatro primeros son una introducción a la vida y milagros de Santiago, mientras que el quinto hace un relato detallado de que los peregrinos se van a encontrar en su periplo hasta Santiago, incluyendo detalles anecdóticos, advertencias de peligros, descripciones de pueblos y parroquianos, incluso la potabilidad de determinadas aguas. El Camino aparece dividido en 13 etapas a realizar en varios días a razón de 32 kilómetros a pie y el doble a caballo. Custodiado el original en la Catedral de Santiago de Compostela, constituye el mejor documento para el estudio de las peregrinaciones en aquella época. El Códice fue robado recientemente por el sacristán de la catedral y afortunadamente recuperado por la Policía Nacional Española, y devuelto este documento único en el mundo, para gozo y disfrute, de todos los que como yo amamos  el camino jacobeo y nuestra historia.

El Puente medieval situado un kilómetro aguas arriba del actual, fue arruinado en 1880, por lo que se proyecto la construcción de  uno nuevo para dar servicio a la carretera que une Jaca con Pamplona. En aquella fecha, las únicas construcciones que ocupaban el solar del actual Puente La Reina eran la llamada Casa Gavín y el molino de Azorito.

Cruzo el Puente que salva el cauce del Río Aragón, y me dirijo hacia Bailo por la carretera A-132.

En el kilómetro  1 me desvío por la derecha, para continuar por el camino de Santiago que se dirige hacia Arrés  (GR-653)

En el kilómetro  4,18 llego al desvío de Arres, que queda a mi izquierda sobre un altonazo. Continúo por el Camino Jacobeo, ahora sin asfaltar, en dirección a Martes.

En el kilómetro 6,80 veo en el camino la primera baliza de la Ruta del Santo Grial. (IE-100)

En el kilómetro 7,30 después de una granja cruzo un arroyo por vado de cemento con bastante caudal

En el kilómetro 10,80 termina la pista de tierra  y llego al cruce con Martes.

En el kilómetro 12,40 llego después de una cuesta a Martes.

Se encuentra en La Canal de Berdún, en la margen izquierda del río Aragón, emplazado en llano al pie de un monte a 616 metros de altitud, próximo al Camino de Santiago.

Martes recuesta su caserío en una suave terraza fluvial del Río Aragón,  a 616 metros de altitud. Formó municipio propio hasta 1970 en que constituyó con Berdún, Biniés y Villarreal de la Canal, el Canal de Berdún. El fogaje que Fernando el Católico ordenó en 1495 daba a Martes 23 fuegos. En 1857 tenía 380 habitantes y 270 en 1900. Contaba con 36 en 2004.

Su topónimo aparece citado en el año 984, como indicativo de procedencia. Era propiedad del Rey de Aragón, aunque el Monasterio de San Juan de la Peña intentó legitimar su dominio mediante varios documentos espurios fechados entre los años 989 y 1096. La iglesia paso a pertenecer al cenobio pinatense  en 1279 y el lugar en 1428, por concesión del rey (quedan vestigios del castillo-palacio de los abades al sur de la población). Sin embargo, en 1610 figuraba como lugar de realengo y aun lo era en 1785. Quedan escasos restos del castillo, aunque si se conserva el pequeño fuerte fusilero (Siglo XIX) levantado en la margen derecha del río Aragón, junto al puente de “Berdún” para vigilancia y control del contrabando.

Extendido sobren un llano, con la iglesia fuera del casco urbano, l a localidad presenta un trazado regular en sus calles, merced a la favorable topografía. Una gran plaza, desde la que se tienden estrechas calles hacia el sur y la iglesia, desplazada del conjunto de edificios, conforma su urbanismo, con encantadores rincones entre sus calles, como el que forman Casa de Sanz, Casa Gil y Casa Moreno entorno al pozo o la plazuela de la antigua Casa Consistorial, con puerta de dintel monolítico, gran chimenea troncónica y ventanita geminada con arcos conopiales. El otro, situado al este, es al antiguo palacio del Marqués de Aspurz, construido en 1775, según reza en la portada. De gran volumen, con ventanas enmarcadas en bloques monolíticos, destaca su fachada principal. Aparejada en sillería, abre una gran puerta adintelada con relieves vegetales. Sobre ella y en el mismo eje, hay un pequeño balcón con el escudo de la familia. Todo el edificio está recorrido por un alero tallado en madera. Lamentablemente este edifico si no se toman medidas urgentes corre peligro de derrumbe. Una pena que esta joya sea pasto de la ignorancia y el olvido.

Se conservan magníficas muestras de arquitectura popular donde grandes portadas doveladas, otras monolíticas, escudos nobiliarios, y varias chimeneas troncónicas nos muestran el buen hacer de los piqueros o canteros locales. Siendo una zona rica en arcillas, empieza a alternarse la piedra con el ladrillo como elementos constructivos. Asimismo, en varios edificios, la teja árabe sustituye a la tradicional losa como material de cubrición. Otro rasgo destacado son algunos aleros, tallados en madera y ricamente decorados.

La Iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Candelas es un edificio de cantería resultado de ampliar un templo gótico en la primera mitad del siglo XVI, reformado a su vez en el siglo XVII. Consta de una nave principal y de una segunda más estrecha y corta en el lado del Evangelio, prolongada por la sacristía, que cierra en recto el muro de la cabecera. En dicho lateral quedan restos medievales (arco apuntado y una delicada decoración floral y vegetal gótica en la portada de la sacristía)., mientras que del siglo XVI perviven dos bóvedas de crucería estrellada. Las demás fueron sustituidas por otras de cañón con lunetos  y arcos fajones que apean las llamativas ménsulas de abultado relieve. El símbolo del monasterio pinatense (Agnus Dei coronado) luce sobre la portada gótica, formada por arquivoltas entre dos pináculos. Los retablos, de los  siglos XVI  al XVIII son, en general de calidad.

 Hay dos ermitas la de San Pelay y la de Nuestra Señora de Javierremartes (Pardina del Solano), románica, de finales del siglo XII, antigua iglesia del poblado homónimo.

En el kilómetro 15,64 después de un agradable descenso desde Martes, llego al puente sobre el Río Aragón.

Este puente tiene una longitud de 150 metros  hasta unir ambas orillas, cabalgando sobre 9 arcadas en arco de medio punto que, a su vez, apoyan en sendos pilares rectangulares. Tan solo los dos más próximos a la margen derecha  pueden adscribirse al periodo medieval, siendo el resto de la época moderna. Todos ellos presentan una excelente factura en piedra sillar con tajamares de sección triangular, aguas arriba, y rectangular, aguas abajo. Al igual que otras muchas construcciones semejantes, el puente ha sido objeto de  sucesivas remodelaciones para adaptarlo a las diferentes necesidades de cada momento. Actualmente, este paso nos da acceso a las atractivas localidades de martes y Berdún respectivamente, y al Camino de Santiago, procedente de Jaca y que discurre por la margen izquierda del Río Aragón.

En el kilómetro 15,85  una vez pasado a la otra orilla paro ante el  pequeño  fuerte fusilero (Siglo XIX) levantado en la margen derecha del río Aragón, junto al puente de “Berdún” para vigilancia y control del contrabando.

En el kilómetro 18,30 conecto con la carretera nacional  y entro en Berdún.

Asentado en la cima de un cerro en sentido longitudinal, ejerce de capital del municipio de la Canal de Berdún formado también por Martes, Biniés, Villareal de la Canal y Majones. Berdún es uno de los pueblos aragoneses con un perfil más reconocible. Su estampa bien merece una parada, situado en un alto, por un lado campos de cultivo de cereal, al otro unas cumbres nevadas de aspecto agresivo, cerca el pantano de Yesa con unos rincones espectaculares, el propio pueblo de Berdún ofrece unas callejuelas llenas de encanto donde se ha preservado un estilo tradicional de construcción. Situado en un alto, constituye un excelente mirador de las cumbres de los Valles Occidentales de los Pirineos de Huesca.

El municipio se encuentra ubicado en un lugar estratégico, que lo convierte en vía natural de enlace entre los valles pirenaicos, y por lo tanto, en punto de encuentro de gentes y de costumbres de variados lugares. Sus pueblos son especialmente rurales sus habitantes se dedican fundamentalmente el cultivo de la tierra y al cuidado del ganado.

Respecto de la etimología o posible origen del topónimo, para Manuel Benito Moliner, del Instituto de Estudios Altoaragoneses, se trataría de un topónimo de origen celta, formado por dos partes. La primera, viri, con el significado de pueblo o lugar habitado; la segunda, el sufijo -dunum, con el significado de fortaleza o fortificación. Los únicos vestigios que quedan de origen celta son las dos piedras rojas en la muralla de la barbacana, en forma de ojo de cerradura. Hay opiniones de si será una cruz celta o un distintivo de tipo funerario.

Berdún está documentado desde tiempo muy antiguo. Fue seguramente en el año 999 que los ejércitos de Córdoba conducidos por Almanzor sembraron la desolación y el terror en el viejo Aragón. Se conoce documentalmente el paso del dictador Al-Aldalus por una carta del monasterio de Ciella que relataba la accidentada huida de la gente del llano de Ansó, que es lo que hoy se conoce con el nombre de la Canal de Berdún.

El Camino de Santiago atraviesa en su totalidad la Canal de Berdún, que se hace palpable en las numerosas construcciones de origen románico que atesora. El casco urbano de Berdún muestra abundantes edificios nobles de gran valor arquitectónico. La iglesia parroquial de Santa Eulalia guarda en su interior un órgano de fachada barroca construido en 1738 y restaurado un siglo después. Destaca la riqueza de los retablos, la Calajería de la Sacristía y la Sillería del Coro. Todavía se conserva en el acceso a la plaza principal el Portal de la Virgen, una de las tres puertas que en tiempos daban entrada a la localidad cuando se encontraba amurallada.

El paisaje de esta zona permite la realización de numerosas actividades lúdicas. Las grandes llanuras, junto con sus barrancos fluviales permiten practicar excursiones en bicicleta, a caballo o simplemente andando.

En el kilómetro 24,30 me desvío a Biniés. Al que llego en el kilómetro 25,40.

Asentado en una terraza natural a 681 metros de altitud, en la margen izquierda del Rio Veral. Biniés se recorta  contra la sierra que da entrada al Valle de Ansó a través de la impresionante garganta fluvial de la “Foz de Biniés”. El terreno montuoso, con restos de carrascal, contrast6a con  los amplios campos de cereal, almendros y frutales que se extienden  hacia la Canal de Berdun.

Formó municipio propio hasta 1970 en que constituyó el de Canal de Berdún con Berdún, Martes y Villarreal de la Canal. El Fogaje de 1495 daba a Vinyes 26 fuegos. En 1857 tenia 381 habitantes y 275 en 1900, y tan solo 57 habitantes en el 2004.

Es uno de los núcleos más antiguos del Condado de Aragón de los que se tiene constancia ya que se cita en el año 893 a raíz de la delimitación de los términos del del monasterio de San Julián de Navasal. En documentos de los siglos X y XI Biniés, Viniés, Veniesse y Binuesse aparece como indicativo de procedencia y en un pleito entre San Juan de la Peña y unos particulares sobre sobre la posesión del cenobio de Santa Eufemia de Biniés, finalmente incorporado a aquél (1042-1049). Pero es espurio el documento de 1071 con la donación del Obispo Sancho de la Iglesia de Biniés al monasterio pinatense. Ya existía entonces el castillo en defensa de la estratégica entrada de la foz, que en 1413 Fernando I entregó en tenencia a Felipe de Urriés (recompensando su apoyo contra Jaime de Urgel y Antón de Luna), familia noble que fue titular del Señorio de Biniés desde mediados del siglo XIV hasta el siglo XIX.

La actual iglesia parroquial del salvador, antes de San Sebastián, es fruto de la ampliación llevada a cabo en 1755 por el maestro de obras José Bueno. Consta de una sola nave, capillas laterales poco profundas y un estrecho presbiterio de testero recto, cuyas dimensiones se adecuaban seguramente a las del templo primitivo, en el que se dispone el retablo mayor del siglo XVI (los demás son barrocos). Las bóvedas son cañón con lunetos y tiene coro alto a los pies, comunicado con la torre campanario. La portada es clasicista, decorada con roleos y tornapuntas de factura local.

Su cuidado conjunto arquitectónico muy cuidado se extiende siguiendo un trazado regular entre la mole poderosa del castillo y la iglesia, con una gran plaza como eje ordenador. Una segunda plaza alargada, con el primitivo ayuntamiento y algunas de las casas más antiguas, conduce hasta el portón  del castillo palacio de los Urriés, casi colgado sobre el barranco. Restaurado por su propietario es, con sus cuatro torres  almenadas, una de las fortalezas bajo medievales más importantes de la comarca, aunque siete de sus techos mudéjares se encuentran en EEUU. Casa López, Casa de mosén Ara, Casa Maito, Casa Castillo y Casa Espierrez son buenos ejemplos de la arquitectura doméstica de la zona. Predomina la teja árabe y la mampostería con sillares o bloques enterizos de piedra en esquinazos, marcos de ventanas y portadas, en arco de medio punto o adinteladas con su muesca apuntada. Permanecen en pie algunas monumentales chimeneas troncónicas con peculiares bocanas triangulares, aunque abundan las prismáticas. Casa Fustero conserva la tradicional distribución interior del espacio con lagar, cuadras y granero en la planta baja, y cocina, sala y alcobas en el piso principal. Biniés contó con horno comunal de pan que compartía edificio con la herrería y que hoy en día se ha convertido en el local social.

Tomo la ruta del Santo Grial en dirección a Santa Engracia.

En el kilómetro 25,93, paro ante un hermoso Peirón, bajo la advocación de San Francisco,  de sección cuadrada y construido en  piedra sillar, levantado sobre una pequeña grada. En una de sus caras cuenta con una hornacina donde se venera la imagen del titular. Este Peirón está fechado en (1736). Su  cartela conmemorativa, es casi ilegible.

En el kilómetro 26, 28 de nuevo un hermoso peirón en un cruce de caminos, muy cerca de la ermita de de Nuestra Señora del Pueyo  (del siglo XVIII pero muy reformada) se eleva  sobre  un aislado promontorio o “pueyo”  (del latín PODIUM) del que toma su nombre. La virgen es una imagen antigua  (no aparecida o hallada, según la clasificación de Faci). En 1920 sufrió un incendio que lo arruinó. Este Peirón está bajo la advocación  de Santa Orosia (1739- 1750). También es de sección cuadrada,  en piedra sillar, pero más bajo que el anterior de San Francisco, y también se levanta sobre una pequeña grada y, en una de sus caras, hay una hornacina que guarda la imagen del titular. Su cartela conmemorativa, también es casi ilegible.

En el kilómetro 29 el camino desciende a un barranco,  (barranco de Paúl)  y después de una subidica el camino discurre entre hermosos campos  por un plano, desde donde diviso Santa Engracia y que conecta con el Camino de la Sarda, que es el que debería haber tomado.

En el kilómetro 30 llego a Santa Engracia por el camino de la Sarda  o de Berdún que me deja en la Fuente Lavadero.

Este conjunto de fuente lavadero consta de un edificio de piedra sillar con cubierta a dos aguas abierto al exterior mediante arcos de de medio punto. Dentro se encuentra la fuente protegida a su vez por una bóveda apuntada. Plantea dificultades de datación por ser una obra de arquitectura sencilla que sigue un modelo utilizado con frecuencia desde la Edad Media. Como es habitual, de la fuente parte un abrevadero que comunica con el lavadero  de bajo desarrollo a través de un pequeño canal. Esta construcción sigue recibiendo visitantes que ya no lavan aquí sus prendas sino que se relajan en el merendero habilitado a tal efecto.

Santa Engracia es una localidad situada a 707 metros de altitud en un amplio llano de la Canal de Berdún al pie de las estribaciones de la Sierra de los dos ríos. Rodeada hoy de campos de cereal, la zona estuvo poblada antaño de densos carrascales.

Formó municipio propio hasta su fusión con Javierregay, sin Somanés, para la formación del de Puente la Reina de Jaca (1972), El el Fogaje de 1495 daba a Santa Engracia  40 fuegos. En 1857 tenía 423 habitantes y 447 en 1900. Contaba con 91 en 2004.

Las menciones más antiguas corresponden a documentos falsos  de los años 1030 y 1044. La primera noticia cierta es la pertenencia de su iglesia  en 1279 al abad del Monasterio de San Juan de la Peña. Fue lugar de Señorío  hasta su disolución en el siglo XIX. En 1351 era propiedad de Lope de Gurrea, familia a la que seguía vinculado en 1610. Fue Señorío Secular hasta el siglo XIX.

La Iglesia Parroquial de Santa Engracia es una obra del siglo XVIII que sorprende por la monumentalidad. Construida en sillarejo, es de planta de cruz latina, formada por tres naves (la central más ancha) separadas por pilares cruciformes, con crucero no destacado en planta  y testero recto, que el interior presenta los ángulos achaflanados mediante trompas aveneradas. Se cubre con bóvedas de cañón con lunetos excepto las naves laterales, con arista. Sobre el crucero se levanta un cimborrio octogonal. Tiene coro alto a los pies y torre campanario adosada a la inmensa fachada, animada por una esbelta portada que muestra una cartela  el clavo alusivo al martirio de la titular. Guarda una interesante colección de retablos del siglo XVII y XVIII.

El casco urbano se extiende por el llano formado una retícula regular de calles que tiene como centro ordenador la gran plaza de la iglesia, con su pintoresco pasadizo y el antiguo granero municipal. Predomina el tipo de casa individual adosada, alguna de verdadero empaque (Casa Abadía), y la mampostería en la construcción, habitualmente revocada, con los bloques pétreos que enmarcan los vanos a la vista . Abundan las portadas adinteladas (Casa Maximino, Casa de Arcas), pero también en arco de medio punto y rebajado, de dóbelas de mediano tamaño; muchas con muescas apuntadas o semicirculares grabadas, así como fechas (Casa Larraz 1877) y oraciones (Casa Secretario). Sobre las cubiertas de teja se alzan numerosas chimeneas de ladrillo, la mayoría  prismáticas (Casa  de la Pastora, Casa Urbano, Casa Alchivez) y algunas troncónicas, como en Casa Lobera y Casa Chilico, que conserva íntegro el fogaril. Este mantiene la bodega subterránea, lo que no es raro pues el viñedo fue importante en otro tiempo. Se conservan el horno y las antiguas escuelas, además de uno de los más interesantes y mejor conservados conjuntos de fuente y lavadero de toda la comarca, albergado en un mismo edificio.

Terminada mi visita decido partir a Javierregay, pero me fue imposible los dos caminos que tomé terminaban en campos de labor rodeados de margas y si salida alguna, lo que me obligó a regresar a Santa Engracia y allí tomar la carretera HU-V-2101, que se dirige Puente la Reina de Jaca.

En el kilómetro 42,42 llego a Puente la Reina de Jaca, principio y final de esta ruta.

Las fotografías aparecen por orden de ruta.

Serafín Martín.

Fuentes propias y: http://www.jaca.com/berdun.htm

https://es.wikipedia.org/wiki/Berd%C3%BAn

http://www.canaldeberdun.es/index.php/mod.pags/mem.detalle/idpag.23/idmenu.1049/chk.37cbaedab93e97e3ac2628e8108e1436.html

http://www.jacetania.es/jacetaneas/opencms/system/galleries/download/PATRIMONIOPOPULAR/BINIES_pdf.pdf

Investigación de Mª Elisa Sánchez Sanz, sobre los peirones de Biniés.