Ruta por Asturias 148.- Tapia de Casariego, Casariego, Navalín, Brul, Tol, Barres,  Figueras, Barres,

 

El 22 de Junio de 2015 llevo un total de 10.921 kilómetros.

 

En el kilómetro 1,33 conecto con la carretera N-634, donde tomo dirección oeste.

En el kilómetro 1,77 me desvío a Casariego. Antes de llegar a esta localidad paro a la derecha junto a la carretera, para contemplar la Fuente de la Virgen de la Encontrela. A continuación prosigo hacia Casariego, pero en el kilómetro 2,37 me desvío por la izquierda para visitar el cercano Palacio de Cancio y la Ermita de la Virgen de la Encontrela.

En el kilómetro 2,58 llego al Palacio de Cancio. Tiene varias dependencias. Su capilla, exenta, que culmina en frontón de lados cóncavos y espadaña en el vértice. Todas las instalaciones están integradas dentro de un muro de mampostería, con entrada/portada monumental estructurada en dos cuerpos laterales, más altos, y el central, con la puerta de arco de medio punto apoyado en impostas lisas.
Conserva en su interior un arca que guardó el primer maíz traído de América y plantado en la finca llamada Riobarda, próxima a la vivienda

En el kilómetro 2,73, llego a la Ermita de la Virgen de la Encontrela, que según una inscripción, data su construcción de 1836, Una vez disfrutado de este maravilloso lugar, regreso hacia Casariego, llegando a éste en el kilómetro 3,12.

En el kilómetro 4,51 cruzo la autovía.

En el kilómetro 4,75 paso por Navalín.

En el kilómetro 5,60 paso por Brul.

En el kilómetro 6,30 conecto con la carretera AS-31.

En el kilómetro 7,60 paso por Tol.    

En el kilómetro 11,92 paso por Barres.

En el kilómetro 14,47 pasado Barres, frente al camino a Arnao paro para hacer foto de Palacio.

En el kilómetro 14,80, entro en Casa Hotel Peleyón, el antiguo pajar de una casa de labor tradicional con muros de piedra, balcones de madera ,con cabazo, huerta con , con frutales, horno de pan, patio empedrado y una hectárea de terreno, una maravilla de entorno, situado en Lois. (Figueras)

En el kilómetro 15,13 Figueras. Primero voy a ver sus Palacetes Modernistas. Chalets de Doña Socorro o Palacete Peñalba, actual emplazamiento del Hotel Palacete Peñalba, que fueron construidos en 1912 por el arquitecto militar Angel Arbéx, discípulo de Gaudí y que representan uno de los mejores ejemplos de la arquitectura indiana asturiana de principios de siglo XX con rasgos muy nítidos del art nouveau. Una vez contemplados estas joyas arquitectónicas, continúo hacia los astilleros de Figueras.

En el kilómetro 16,15 llego a los astilleros. La principal actividad industrial de la villa proviene de la empresa Astilleros Gondán SA, con la ocupación de varios cientos de trabajadores de Figueras y las villas circundantes.

Desde aquí por pista de tierra me dirijo a la Capilla de San Román y Mirador de Vegadeo, La primera capilla estaba situada, según la tradición en las inmediaciones de la fuente de San Román y cercana a la playa del mismo nombre. El 5 de enero de 1804, el gremio de mareantes inicia las aportaciones económicas para construir la capilla y torre vigía en el emplazamiento actual. En 1842 y después de la exorbitante inversión de 2000 pesetas por parte del gremio se concluye la construcción de la capilla. En 1870 precisó ser reedificada a causa del deterioro que había experimentado. En 1888 se sustituye la primitiva talla de madera de san Román por otra de escayola, a costa de Don Pedro López Camino. En 1901 se realizan importantes obras costeadas por Doña Socorro García; la ermita fue cercada de gruesos muros con un banco de piedra corrido todo a su alrededor. Por dentro y su campiña fue ajardinada con árboles y floridos macizos. La torre fue elevada y la nave central se alargó hasta ocupar el pórtico frontal. Un par de conchas de gigantescos moluscos traídas de Filipinas por Don francisco Castro “El Perdigueiro”, hacen de pilas al agua bendita. El sencillo retablo que había regalado el gremio fue sustituido por otro y en el se colocaron las imágenes de San Román, del corazón de María y de Nuestro Señor del Buen Viaje, el cual sustituía al antiguo Cristo esculpido en madera por Don Francisco Fernández “El Espolín”. Posteriormente se realizaron nuevas obras de elevación de la capilla y de alargamiento de la nave central, superando la línea de los pórticos laterales, por el pórtico de la derecha se accede a la torre almenada, por el interior de la cual discurre una escalera de caracol de 56 peldaños, con tres saeteras que dan luz a su interior. Se han utilizado lajas de pizarra para los peldaños y mampostería pizarrosa para los muros. En 1938 se reparan los daños ocasionados en 1936 por cañonazos disparados desde Ribadeo, y en 1941 se reparó el techo del Santuario.. Una vez terminada mi visita a este lugar ,regreso de nuevo a Figueras, dirigiéndome a su puerto.

La villa de Figueras, o puerto de San Román en algunas escrituras antiguas, permaneció vinculada a la Puebla de Reboredo hasta que en el siglo XI pasa a la tutela del obispo de Oviedo. Siendo obispo Gutierre de Toledo traspasa el coto de Figueras, el de Santiso y el territorio de Barres a Álvaro Pérez Osorio, marqués de Astorga, el 9 de junio de 1378. El 21 de octubre de 1537, Pedro Álvarez Osorio, marqués de Astorga, vende a Lope Osorio de Moscoso, conde de Altamira, el señorío de Figueras y el coto de San Tirso de Abres incluyendo en esta venta los términos, distrito, jurisdicción civil y criminal, alta y baja, y el mero y mixto imperio de tales lugares, todo por el precio de 672 500 maravedíes, aclarando posteriormente en escritura complementaria que también las alcabalas del puerto figuraban en la venta.

Pocos meses después, el 10 de febrero de 1538, el mismo conde de Altamira vende a Arias Pardo de Donlebún los cotos de Las Figueras y San Tiso. La historia de Figueras bajo el señorío de los Pardo fue un continuo litigio por las supuestas arbitrariedades de los mismos en el ejercicio de la jurisdicción del coto. El 1 de junio de 1775 el Real y Supremo Consejo de Castilla dicta sentencia sobre la propiedad del coto y los mareantes de Figueras pagan 680 000 maravedíes quedando los vecinos, matriculados y terrestres, en la posesión libre del coto.

Del mismo modo, en 1777 los vecinos obtienen la jurisdicción, por lo que a partir de ese momento se regirán bajo sus propias normas, tanto que en 1779 los propios vecinos aprueban sus ordenanzas de gobierno, rigiéndose independientes hasta 1826, momento en el que Fernando VII de España declara suprimidos todos los ayuntamientos particulares, incorporándolos al concejo más próximo para su administración municipal y de justicia, perdiendo Figueras desde aquel momento su independencia.

Entre el 11 de marzo de 1811 y el 24 de mayo de 1812, con motivo de las diversas invasiones francesas de Asturias en el marco de la Guerra de la Independencia Española, Figueras acoge a diversas instituciones del Gobierno, tales como la Junta General del Principado de Asturias o la regencia de la Real Audiencia de Asturias.

En 1826, con motivo de la inclusión del ayuntamiento en el concejo de Castropol tienen lugar nuevos litigios en la liquidación del ayuntamiento que conllevaron el embargo de bienes de los antiguos concejales de la jurisdicción y la subasta de los mismos hasta cubrir los 2.436 reales y 15 maravedíes correspondientes al descubierto en el Tesoro del Ayuntamiento, subasta de la que se retraen los vecinos de Figueras no acudiendo nadie a la misma en dos ocasiones y siendo al final adquiridos por la Real Hacienda.

A lo largo de la segunda mitad del siglo XVIII Figueras llegó a contar con un total de siete fábricas de conservas como La Rayana, La Perseverancia, La Amistad y la Idea, envasando carne, vegetales y pescado y convirtiendo a la villa en una de las más industriosas de la comarca. Dicha actividad industrial no tuvo una vida demasiado prolongada y el relevo fue tomado por la construcción naval (la primera información sobre la misma en Figueras data de 1615 según refleja el Plano y Descripción del Puerto de Rivadeo, de Bartolomé Muñoz) con la constitución de Astilleros Gondán en 1925 de la mano de Francisco Díaz Martínez.

Otro de los hechos más destacados de la historia de Figueras tiene que ver con la obtención de su independencia parroquial a finales del siglo XIX. Históricamente la villa había pertenecido a la vecina feligresía de Barres, solicitando ya en 1808 al Obispo de Oviedo Gregorio Hermida y Gamba el nombramiento de un presbítero confesor para administrar los Santos Sacramentos y celebrase misa los domingos. En 1844 el Gremio de Mareantes de Figueras incide en la necesidad de reposición de la Vicaria pre-existente y que había sido suprimida con reclamación al obispo y al ayuntamiento, no siendo hasta 1851 cuando se restituye al vicario por el obispo Ignacio Díaz Caneja. En 1858 se solicitó permiso para la colocación de la pila bautismal, celebrar matrimonios, construir un cementerio en los límites de la Vicaría y hacer funerales, todo ello con la oposición del cura de San Esteban de Barres.

En 1861 se solicita formalmente la conversión en parroquia, con respuesta negativa del obispo y logrando por fin la ansiada independencia parroquial en 1887, de la mano del obispo fray Ramón Martínez Vigil, aunque retrasando la misma hasta el año 1894 dada la exigencia de ampliar la iglesia, dicha emancipación es recordada hoy en día con una placa en lo más alto de la iglesia parroquial colocada el dos de junio de 1894.

La Guerra Civil conllevó la construcción del campo de concentración de Arnao y la posterior reclusión en el mismo de numerosos republicanos entre los años 1938 y 1943.

La evolución urbana de Figueras viene marcada tanto por su orografía como por la pertenencia del Coto de Las Figueras a la familia Pardo.

Desde el primero de esos puntos de vista el entramado de las calles de Figueras no difiere bastante del de cualquier otra villa marinera del Cantábrico, con estrechas calles que se entrelazan por la ladera que desciende desde la rasa costera hasta la playa o puerto, verdadero centro de la actividad social y económica de la mayoría de estas villas.

El segundo de los puntos citados (la pertenencia del Coto a los Pardo) limitó sensiblemente el desarrollo de sus posibilidades de expansión urbana de la misma. Partiendo de la base de lo reducido del espacio edificable en el Coto (que medía un tiro de escopeta de Oriente a Poniente y de Mediodía a Norte poco más o menos lo mismo según las respuestas al Catastro de Ensenada) y sumando a esto las limitaciones establecidas por la familia Pardo, tal y como atestiguan los vecinos en el pleito de tanteo de la Jurisdicción …que por hallarse tan reducidas las casas viven dos o más en una y duermen en una corta pieza dos matrimonios…de forma que viven con tanta incomodidad que apenas puede recogerse por no alcanzar más hueco, y aunque confinante a la Jurisdicción hay términos donde puede hacerse edificios y ensanchar la población, lo embaraza don Vicente Pardo se ha de suponer que la expansión del entramado urbano es posterior a la obtención de la redención (1775).

Hasta ese momento el entramado urbano finalizaría en la Iglesia Parroquial, contando la villa en 1811 con únicamente dos calles dignas de ese nombre y mención en el padrón parroquial: la calle Donlebún y la calle San Román, se puede suponer que la primera de las mismas corresponde a la bajada al Palacio por la calle Comercio y la segunda probablemente a la continuación de la misma desde la Plaza da Leña al Muelle. Sí existía una importante población (y se supone por tanto que edificaciones) en otros núcleos aledaños pero no incluidos en el Coto, tales como Granda, El Carbayo, Lois o Rozadela.

A partir de la obtención de la Jurisdicción sobre el Coto e independencia municipal se produce el ensanche de Figueras en la zona superior de la villa en un trameado callejero cuadriculado propio del urbanismo más moderno de la época. De 1900 data el plano publicado por Laureano L.Acevedo y que fija las edificaciones habitacionales e industriales de la villa con muy poca variación a la Figueras que conocemos hoy en día.

El Plan General de Ordenación Urbana que el Ayuntamiento de Castropol aprobó para Figueras proyecta diversas unidades de actuación para la edificación de viviendas destinadas principalmente a segunda residencia, y que se han visto mayoritariamente paralizadas debido a la crisis del sector inmobiliario.

Cuenta el casco urbano de Figueras con varias fuentes: El Pelamio, Rapalacóis y la de A Ribeira. Asociadas a trabajos tradicionales como es el curtido de pieles en el primero de los casos; el pelado y limpieza de lacones y jamones del matadero próximo en el caso de la de Rapalacóis; y con funciones de lavadero en el caso de la de A Ribeira (cuya agua no gozaba de popularidad por su menor calidad). Fuera del entramado urbano de la villa existe otra en el barrio de Lois. Destacan también como arquitectura funcional el antiguo molino mareal de As Aceas, limite parroquial con la contigua parroquia de Barres y el lavadero de Arroxo. Tanto el Molín das Aceas como el Lavadero d'Arroxo se encuentran en la actualidad en total abandono.

En el kilómetro 19,21 me desvío por la izquierda a Lois.

En el kilómetro 20,7 cruzo la autovía por paso subterráneo.

En el kilómetro 21,12 cruzo de nuevo  la autovía por paso subterráneo

En el kilómetro 21,26 entro en Barres. La parroquia de Barres  con 610 habitantes es el pueblo donde se encuentran gran parte de los servicios más importantes del municipio como el Polideportivo, campo de fútbol y el Polígono Industrial con 60 empresas funcionando que dan empleo a unas 300 personas. Barres cuenta con una parte importante de la población del municipio, siendo el primer núcleo tanto en número de habitantes como en extensión del concejo.

En su territorio se encuentran parte de los servicios más importantes a nivel municipal: campo de fútbol, pabellón polideportivo municipal, como supramunicipal: Polígono Industrial. La parroquia siempre tuvo un enfoque eminentemente rural, viviendo de la ganadería y de la industria relacionada con el sector del mar (astillero). Hoy se incrementa esta relación laboral con el sector industrial debido a la implantación de numerosas empresas de servicios en el mencionado Polígono.

En Barres distinguimos los siguientes barrios: Campón, Casalagranda, Donlebún, Lamelas, Linera, Oubías, Outeiro, Penarronda, Reboledo, Rubieira, Salcedo, Teso de Lois, Tombin de Barres, Vale, Villadún  Villarviejo, Viña

En el kilómetro 21,96 Ermita o capilla junto a la carretera, creo que es de Quiteiro-Barres

En el kilómetro 22,24, salgo a la N-634

En el kilómetro 25,24 paro ante la preciosa fachada de lo que fue sede del Sindicato Agrario Católico y a escasos metros se encuentra  la Iglesia de San Andrés de Serantes. En su pórtico se encuentra una placa conmemorativa de un hijo ilustre de Serantes, héroe de la Guerra de Cuba. Fernando Villamil Fernández-Cueto (Serantes, Asturias, 23 de noviembre de 1845 - Santiago de Cuba, 3 de julio de 1898) fue un marino militar español, famoso por su profesionalidad y rigor, por ser el diseñador del primer destructor de la historia, por estar al mando de la primera vuelta al mundo a vela de un buque-escuela español y por su heroica muerte en la batalla naval de Santiago de Cuba, en el Desastre de 1898.

En el kilómetro 29,16 llego a mi casa de Tapia.

Las fotografías a parecen por orden de ruta.

Serafín Martín.

Fuentes propias y:

https://es.wikipedia.org/wiki/Fernando_Villaamil