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Ruta 46.-Ariño, Alloza, Andorra, regresando por la Val de Ariño.

 

El 4 de febrero de 2009 llego a  Ariño con 2417 kilómetros totales.

En la margen izquierda del río Escuriza y nada más cruzar el puente por la A-1401 a la derecha de la marcha se encuentra el importante yacimiento paleontológico de Icnitas o huellas de dinosaurio. Aquí se advierte la presencia de tres tipos de huellas de otras tantas especies de dinosaurios como grandes saurópodos, ornitrópodos y carnívoros. Cuando estas huellas quedaron marcadas. Ariño era una zona costera o de marismas.

Cuando llevo recorridos 4’73 kilómetros por la carretera A-1401,  tomo a la izquierda la carretera A-1402 en dirección a Alloza.

Durante el trayecto me acompañan el Pino Carrasco, el Enebro y un importante sotobosque arbustivo y de de vez en cuando alguna encina.

En el kilómetro 10´20 cruzo el Río Escuriza, este pequeño afluente de la margen derecha del río Martín vertebra de Sur a Norte la Comarca de Andorra Sierra de Arcos, no en vano 7 de los 9 municipios comarcales a excepción de Alacón y Andorra son surcados por sus aguas. A lo largo de sus poco más de 30 kilómetros de recorrido, desde Ejulve hasta Ariño, recibe aguas de su río tributario, el río Estercuel, su escaso caudal es regulado, a mitad de su trayecto, en el pequeño y ya centenario embalse de Escuriza.

 

En el kilómetro 15´99 muy cerca ya de Alloza, paro para contemplar la Capilla de la Virgen de Arcos, situada junto a la carretera. Enseguida llego a Alloza Lugar de la provincia de Teruel, situado en el piedemonte de la Sierra de Arcos, a 668 metros de altitud. Su población en 1998, era de  817 habitantes.; en 1978, tenía 1.022 habitantes; en 1950, 1.669 habitantes.; en 1900, 1.742 habitantes. Gentilicio: Allocinos.

En el triángulo minero formado por Andorra y Ariño, ocupando uno de sus vértices, Alloza ofrece su casco urbano recostado en una ladera, buscando al llano a orillas del río (más bien arroyo) Zarzosa. Alloza significa en árabe “el almendro” ubicada en una espectacular hoya de origen endorreico dominada por el cultivo del olivo de variedad Royal. Aparece citada por primera vez en 1157 entre los términos de Alcañiz a cuya encomienda de Calatrava fue entregada en 1179 por Alfonso II En su término se encuentran unos yacimientos íberos más importantes de Teruel, El Castillo (Siglo III-II a.C) que cuenta con un Centro de interpretación en la Villa. A finales del Siglo XV tenía más de 600 habitantes. Cuenta con extensos y hermosos pinares. En el orden artístico y religioso destaca su famoso calvario, con el camino escoltado de cipreses, que es sin duda uno de los mejores y más bellos de Aragón. Independientemente de la minería, sus principales fuentes de riqueza son la agricultura y ganadería. En época Moderna explotó minas de alumbre y caparrosa. En cambio la extracción de carbón propiamente dicha se inicia en el Siglo XIX (Alloza y Estercuel) surgiendo proyectos ferroviarios como el Val de Zafán a Gargallo que no se realizarán.

En 1835 se refugiaron allí los cabecillas carlistas Cabrera y Carnicer, y un año después tuvo lugar un encuentro, que se convirtió en reñida batalla, entre las fuerzas liberales y carlistas.

En la calle Afueras de San Roque, se encuentra la Capilla de San Roque. Este portal que da acceso a la Calle Mayor fue el lugar elegido para levantar sobre dos sólidos arcos de medio punto una capilla dedicada a san roque. Es una construcción de estilo barroco con tejado a dos aguas, alero de ladrillo en dientes de sierra, pequeña espadaña en un lateral y un gran vano adintelado cerrado por hojas y barandilla de madera. La sencillez del edificio se refleja también en su interior, donde encontramos un modesto altar y una figura de escayola del santo Titular. Arco y capilla fueron restaurados en el año 2005.

San roque es uno de los grandes santos populares cuya devoción se extendió desde Italia a todo el mundo a partir del siglo XV. La tradición cuenta que nació en Mompellier (Francia) en el siglo XIV y que peregrinó a Roma sanando a su paso. Él mismo contrajo enfermedad retirándose a un bosque para no contagiarla. La leyenda cuenta que entonces un perro le llevó cada día un panecillo en la boca para alimentarlo hasta que sanó. Por eso se le representa con un can a su lado. En el siglo XVI fue declarado santo por el Papa Gregorio XIII. San Roque es junto a San Sebastián el abogado por excelencia frente a la peste y a todo tipo de epidemias. Su festividad se celebra el 16 de agosto.

Entre el caserío de Alloza sobresale su iglesia parroquial, que con su esbelta torre barroca de mampostería y ladrillo, define el perfil de la villa. La altura va restando sección a los cuatro cuerpos de esta torre erigida en torno a 1770 sobre un robusto edificio de tres naves de cuatro tramos y distinta elevación, modelo muy extendido entre los templos de Teruel. Un importante edificio gótico desaparecido debió ser el antecedente del templo. La mayor elevación de la nave central se aprovechó para abrir unos vanos que iluminarían bóvedas de crucería estrellada pintadas de azul y decoradas con grandes arandelas de madera dorada. El templo tiene coro alto a los pies y cabecera recta decorada con pinturas al fresco (Siglo XX) de la Santísima Trinidad flanqueada por una Ascensión de la Virgen, y en peor estado, otra escena que podría representar una Ascensión de Cristo. Otras pinturas se ocultan bajo el yeso de las paredes. El retablo actual sustituye al destruido en la Guerra Civil de 1936. Tampoco se conserva el órgano que en 1685 montó el gran organero aragonés José de Sesma. Las naves laterales albergan otros retablos y altares menores. La portada de estilo renacentista, abierta en arco de medio punto entre columnas adosadas por capiteles jónicos y montadas sobre plintos. Preside el conjunto un frontón con hornacina coronado por otro frontón curvo. El muro occidental presenta galería de arquillos como los abiertos en los contrafuertes laterales y una portada ciega.

La Casa Consistorial es un elegante edificio de tres plantas y sótano construido en fechas próximas a 1600 presenta la estructura característica de las casas consistoriales aragonesas levantadas entre los siglos XVI y XVII. En la planta baja encontramos la tradicional lonja definida por dos grandes arcos de medio punto y piedra sillar. Junto a este espacio público, casi pegada a los arcos pero sin romper la simetría del edificio, ofrece su preciado caudal una fuente de cuatro caños y pilón circular. El primer piso o planta noble, realizado en sillarejo, está iluminado por tres generosos balcones y aloja hoy la secretaría, despachos municipales y otros servicios del consistorio. En la planta superior encontramos la típica galería de arquillos de ladrillo, tan presente en la arquitectura aragonesa de la época tanto civil como religiosa y que en este caso, pudo ser fruto de una reforma del inmueble. Es aquí donde se ubican el archivo municipal y el salón de plenos. Frente a la Casa Consistorial, al otro lado de la plaza, se encuentra la ermita de San Blas, patrón del pueblo. Es una obra barroca del siglo XVIII, construida en ladrillo con nave única de tres tramos, cabecera poligonal cubierta por bóveda de cañón con lunetos y cúpula en el tramo central. Una cornisa de complejas molduras corona su portada adintelada entre pilastras con frisos y hornacina abierta a modo de campanario. Es un edificio sin culto de propiedad privada, utilizado como granero y garaje. Conmemora solemnemente la festividad de San Blas, el 3 de febrero, además de las mayores, que tienen lugar el 14 de septiembre.

Salgo de Alloza en dirección a Andorra, por una carretera que discurre cuesta arriba  6 kilómetros, al coronar “La Cuesta de Alloza” contemplo una de las vistas panorámicas más bonitas de toda la comarca.

En el kilómetro 21´55 a la derecha de la marcha,  está el indicador  a Crivillén por la carretera nacional 420, yo sigo hacia Andorra, del que me separan desde aquí 3 kilómetros.

Llego a Andorra 26´26 kilómetros.

Importante municipio de la comarca de Andorra-Sierra de Arcos, en la provincia de Teruel. Situada entre los valles de los ríos Martín y Guadalope. Su núcleo originario se encuentra sobre una pequeña colina a 714 metros del altitud., que con el tiempo, se ha ido expandiendo con la creación de numerosos barrios.

Gentilicio: Andorranos/andorrinos. Su población asciende desde principios de siglo, en que tenía 2.510 habitantes. En 1950 tenía 4.485. El crecimiento es especialmente notorio entre 1940 y 1950, que es cuando se instala la Calvo Sotelo. En la década de los 50 sigue creciendo fuertemente, para mantenerse después bastante estable. En 1970 contaba con 6.485 habitantes., en 1978 con 7.750 y en 1998 con 8.174 habitantes.

En su término municipal se conservan abundantes vestigios de poblados ibéricos prerromanos: «El Cabo», «La Cerrada», «El Cabecico Royo», «El Regatillo»... Pero lo cierto es que Andorra nació a mediados del siglo XII como un pequeño barrio de Albalate donde se dedicaban al pastoreo. Parece ser que el topónimo actual, Andorra, «puerta de los vientos», más bien se debe relacionar con la raíz urr (en vascuence, «cerro»), de donde viene el vocablo andurrial, que es un terreno escabroso, lleno de maleza. También existe para ello una explicación legendaria de carácter religioso, fundada en que la devoción a San Macario Abad, su patrono, les vino a los andorranos directamente del valle de Andorra, en el actual principado, que en aquellos tiempos le veneraba como tal, y que como abogado de los herniados realizó numerosos milagros por estas tierras hasta el punto de que pronto Las Masadicas Royas cambiaron su nombre por el de «San Macario de Andorra», para quedar solamente en «Andorra». En 1149, Albalate, y con él Andorra, fue reconquistado del poderío árabe por Ramón Berenguer, y en el mismo año fueron concedidos a la mitra de Zaragoza. El título de «Muy Noble» le fue concedido a la villa por el rey Jaime I el Conquistador en recompensa por los buenos servicios que le habían prestado los andorranos en la toma de la ciudad de Valencia. Logró su independencia de Albalate el 20-III-1613, fecha en que el arzobispo de Zaragoza, don Pedro Manrique, concedió a la villa toda la jurisdicción civil y criminal, siendo confirmado este privilegio el 21 de septiembre del mismo año por el rey Felipe III, quien señaló a Andorra, perpetuamente, término municipal propio. Alcanzada su autonomía y denominándose ya «villa de Andorra», procederá a la redacción de sus Ordenanzas, que se otorgaron el 6-XII-1614, rigiendo como su estatuto legal hasta el 6-V-1907, en que se aprobaron nuevas Ordenanzas municipales.

Tuvo familias y apellidos distinguidos, entre los que hay que destacar a los Alcaine, que poseyeron una magnífica mansión que todavía conserva su escudo heráldico en la fachada. Hubo también notables hidalgos, y así, en el empadronamiento de infanzones realizado en el años 1737, figuraban don Pantaleón Ibáñez, tenido por noble de Aragón; don Juan Alcaine y Ravasténs, por caballero; don Pedro Salvador, por caballero; don Juan Alcaine y Esquerdo, por caballero, y don José Jerónimo Galve, por caballero vitalicio.

Subo por la calle Aragón a la Plaza de la Iglesia, donde destaca la imponente Iglesia parroquial de la Natividad de Nuestra señora (1597-1609) siendo su autor, según ciertas fuentes de información, el arquitecto Juan Rigor, que murió antes de ver terminado su proyecto. Declarada Bien de Interés Cultural.  Se trata de un bello templo renacentista,  edificado en piedra de sillería y provista de una hermosa fachada. En 1880, don Julián Bernal ya afirmaba de ella que era «una de las más suntuosas de Aragón».Presenta forma rectangular, y nave única, con cabeza poligonal y ábside plano al exterior con capillas laterales entre los contrafuertes. Las bóvedas son de lunetos y cubriendo el presbiterio se encuentra una bóveda muy rebajada, con una gran clave de madera en forma de rosetón en su centro. La torre se finalizó en 1660, y es de cuatro cuerpos, dos de piedra y otros dos de ladrillo. Aunque expoliada e incendiada en la Guerra Civil conserva una custodia en forma de templete donada por el arzobispo don Hernando de Aragón, una cruz procesional y un "lignum crucis", ambas piezas excelentes ejemplos de orfebrería plateresca.  En el centro de la plaza se observan los tres arcos de la lonja de época barroca (Que esta con andamios, en proceso de restauración, lo que me impidió apreciar su arquitectura) Lo mismo me ocurrió con Casa Alcaine, que esta situado en la esquina de la empinadísima calle Candela, Su puerta de arco de medio punto, tiene un escudo sobre la puerta con una inscripción de que fue construida en 1651. La planta baja y el primer piso son de sillares de arenisca y en el último piso destaca la típica galería de arcos de ladrillo de muchos edificios civiles del renacimiento aragonés. Un tejado de andamios que protege a los viandantes de los desprendimientos de la obra de restauración, me impiden apreciar con claridad los detalles de la fachada.  Desde aquí comienzo la subida al Monte de San Macario, a mitad del camino entre el pueblo y el monte, está la ermita de la Virgen del Pilar, En ella permanecen restos de la fortificación que salvaguardaba a sus habitantes. Pequeña joya del estilo gótico levantino, del Siglo XIV, este edificio tuvo diversas ampliaciones durante los Siglos XV y XVI, aunque es muy posible que existan estructuras anteriores (Siglo XII) Tiene nave central con arcos fajones apuntados que separan bóvedas de crucería de dos nervios. La nave central es la más antigua ya que sus cimientos datan del siglo XII, y fue reestructurada en el XIV consecuencia de un incendio. Posee así mismo una nave lateral ampliada con bóvedas de crucería de tres nervios y un  pequeño rosetón. Perdió importantes retablos góticos durante la Guerra Civil. Declarada Bien de Interés Cultural.

Prosigo el ascenso por la estrecha carretera que me lleva al parque de San Macario, centro de esparcimiento de los andorranos y donde se encuentra La Ermita de San Macario Abad patrón de Andorra. Dos fechas nos informan sobre su construcción: en la campana aparece grabada la de 1692 y en la sacristía figura el año 1714. Esta ermita  barroca del Siglo XVIII es muy sencilla .Posee planta rectangular con una sola nave de tres tramos, cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos. Sobre la cabecera plana se  levanta  una cúpula sostenida por pechinas  adornada con pinturas de notables de la iglesia, motivos vegetales  y santos con unos ángeles desnudos. Llegó a tener seis altares. En el pórtico de entrada, a los pies del edificio, encontramos una sencilla espadaña de ladrillo y un atrio formado por pequeña cúpula decorada también con pinturas que representan un jeroglífico sobre la vida del santo titular. San Macario. Macario significa en griego “feliz, bienaventurado”.Una explicación legendaria sobre el n obre de Andorra lo relaciona con la devoción a San Macario Abad, traída a estas tierras por los pastores del valle de Andorra (hoy Principado) donde se le veneraba. Entonces Andorra era un barrio de Albalate llamado Las Masadicas Royas que pudo cambiar su nombre por el de San Macario de Andorra, quedando luego solo en Andorra. Desde los miradores de San Macario  el visitante podrá disfrutar también de una maravillosa panorámica de la villa minera, tanto de su compleja distribución urbana como del territorio circundante. Me como las viandas en el bar del restaurante anexo a la ermita, y me dirijo al restituido poblado ibérico de El Cabo y lo que será su centro de visitantes todavía en construcción. Este poblado fue trasladado piedra a piedra desde su emplazamiento original hasta San Macario, siendo totalmente reconstruido, viéndose la totalidad de su planta y algunos de sus espacios en alzado. Este antiguo poblado ibérico se situaba en el extremo de una cuesta alargada emplazada en la cabecera de la Val de Ariño, a unos 2 kilómetros al NO de la actual población de Andorra. El yacimiento, tras su excavación completa fue destruido en el año 1999 como consecuencia de las afecciones producidas por una gran explotación minera de carbón a cielo abierto aneja al mismo. Antes de ser desmantelado se trasladaron a este cerro los principales elementos arquitectónicos del poblado, así como una gran cantidad de mampuestos de caliza que han sido utilizados para realizar una reconstrucción en planta exacta y a escala natural del antiguo poblado. Hacia el año 480 a.C. se ocuparon El cerro de El Cabo y se construyeron  las dos áreas de población y la necrópolis. Hacia el año 430 a.C se abandona definitivamente el poblado y su necrópolis. En el año 1956 se realizan las primeras excavaciones por R.Loscos. M.A.Herrero y M.R. Martínez. En el año 1999 se hace una excavación completa del yacimiento dirigida por J.A. Benavente y F.Galve. Traslado de estructuras al cerro San Macario y se destruye definitivamente el poblado. En el año 2000 se inicia la reconstrucción en planta del antiguo poblado y del complejo arqueológico. Entre los años 2005 al 2006 se excavan 6 túmulos de la necrópolis de El Cabo. Este poblado ibérico estaba constituido por dos áreas de ocupación de unos 2000 metros cuadrados cada una de ellas, que presentaban una distribución urbanística muy distinta. Al este, El Cabo 1 presentaba una planta cuadrangular con un total de 30 espacios de unos 50 a 60 metros2 de superficie construidos en una ladera de gran pendiente natural cuyos accesos se habitaron a lo largo de su perímetro exterior. Al Oeste El Cabo 2, constituido por un total de 51 espacios o viviendas de unos 20 a 25 m2 y de dos plantas, presentaba la típica distribución urbana de calle o espacio central de tradición claramente ibérica con accesos siempre desde la calle y con importantes estructuras defensivas, como una muralla escalonada en su vertiente Sur y dos torreones en sus extremos Este y Oeste, respectivamente. Entre ambas zonas se construyó un torreón de planta cuadrangular que sirvió de punto de vigilancia y defensa de todo el asentamiento. Bajo el suelo y en los ángulos de algunas habitaciones y casas del poblado de El Cabo se encontraron inhumaciones de pequeños corderos o cabras introducidas en el interior de vasijas. En algunos casos se encontraron también agujas y anillas de bronce. Quizás utilizadas para sujetar cintas o tejidos ornamentales de los que no se han conservado restos. Probablemente se trata de sacrificios rituales realizados con la finalidad de proteger las viviendas y las personas que en ellas residían. Este poblado fue construido y abandonado en un corto periodo de tiempo, probablemente no mayor de 50 años, en la primera mitad del siglo V a.C. Aunque no se conocen con seguridad los motivos de tan temprano abandono, algunos investigadores lo han relacionado con la crisis política y comercial que tuvo lugar en el siglo V a.C. en buena parte del mediterráneo occidental. Sin embargo es posible también su abandono pudiera relacionado con el agotamiento de los recursos de su entorno  (madera y masa forestal). Andorra, territorio con una larga tradición jotera a sus espaldas, cuenta con otros atractivos culturales como el Centro de Interpretación Pastor de Andorra, interesante espacio que nos acerca al mundo de nuestro folklore a través de la figura de José Iranzo, el jotero más insigne de panorama aragonés. El canto, el dance y el tañido de los instrumentos más tradicionales son mostrados de manera amena y didáctica. Localidad de tradición minera por excelencia, aunque la puesta en marcha a mediados de los setenta de la central térmica (propiedad de ENDESA), se convirtió en el principal motor económico de la comarca.  Aunque Andorra, en sus comienzos, era un núcleo típicamente agrícola, que basaba su riqueza en los cereales, olivo y vid, completado con ganado lanar, actualmente podemos hablar de «Andorra, ciudad minera», resultado de la explotación masiva de sus minas de lignito, a partir de su descubrimiento en 1914, por afloramientos y fósiles característicos, que se siguen a lo largo de la Val de Ariño.

Salgo de Andorra con 32´8 kilómetros

En el kilómetro 33´65 tomo la izquierda en dirección a Las Minas por una carretera flanqueada por unos altísimos chopos.

 

En el kilómetro 34,34 salgo a la carretera A-223

En el kilómetro 35´11 está el indicador a Albalate del Arzobispo recto, yo  tomo la derecha según  los indicadores a las Minas y Aguas Minero Medicinales de Los Baños de Ariño. Esta carretera es en realidad una pista minera que discurre por la Val de Ariño. A la derecha de la marcha se ven las actuales  explotaciones mineras a cielo abierto y a derecha e izquierda se pueden ver terrenos mineros restaurados, en los que no solo se han plantado  especies arbóreas autóctonas, sino que también se han experimentado con nuevos cultivos cerealísticos y frutales que han tenido un gran éxito.Ya muy cerca de Ariño hay un lavadero de Carbón y una mina a cielo abierto. Una advertencia para los que deseen hacer esta ruta, este tramo de pista o carretera minera es un infierno de camiones de gran tonelaje que llevan el mineral. Yo desde luego no vuelvo a Ariño por esa carretera.

En el kilómetro 48´85 salgo a la carretera A-1401 y giro a la derecha y desciendo a Ariño al que llego con  un recorrido parcial total de 49´88 Kilómetros.

Las fotografías aparecen por orden de ruta.

Serafín Martín.

Fuentes propias y:

www. Enciclopedia-aragonesa.com

Colección Rutas CAI - Nº 32 Andorra Sierra de Arcos. Edita CAI – PRAMES.

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©  Cheluy -Sera 2009