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Ruta 40 .Angüés, Casbas, Labata, Aguas, Panzano, Bastarás, Yaso, Morrano, Bierge, Abiego.

 

El 20 de Agosto de 2007 llego a Angüés, Villa de la Provincia  de Huesca, situada en el Somontano Oscense, a 543 metros de altitud, pertenece a la comarca de La Hoya de Huesca. El río Alcanadre es el cauce fluvial más importante que pasa cerca de la Villa, que tiene su origen en la ladera meridional de la sierra de Galardón. Su población en 1998, era de 429 habitantes.; en 1978, eran 685 habitantes.; en 1950, 926 .; cuando en 1900, contaba con 1.440 habitantes. Comprende la entidad de población de Velillas.  Bespés y Velillas se asocian al Ayuntamiento de esta localidad. Angüés se asienta sobre una suave llanura que enlaza con Antillón y sus interesantes murallas, y con las rutas de la sierra de Guara y el famoso monasterio de San Cosme y San Damián. En esta localidad donde podemos apreciar características construcciones de la zona levantadas la mayoría en el siglo XIX utilizando los materiales típicos del Somontano, como son la piedra, para sillería o mampuestos, ladrillo, adobe y tapial. Entre estas destacar Casa López, correspondiente al nº 15 de la calle Medio, es una construcción característica del Siglo XVIII que conserva su fachada principal de perfectos sillares que se remata con alero de madera ligeramente volado sustentado por canetes tallados. Su acceso se realiza por arco de dovelas adornadas con finas tallas de diversos motivos florales, en su clave en la que se lee inscrita la fecha de 1779. Cerrando esta, portón de madera adornada con grandes clavos de forja de la misma época. En planta baja, preciosa reja sobre ventana característica de la artesanía del hierro del segundo cuarto del Siglo XX. El edificio que conforma la Plaza Mayor, siendo una construcción solariega característica de la arquitectura civil aragonesa del Siglo XVIII. Fachada de tapial y sillares en alazetes y correas, abre vanos con balcones y su acceso se efectúa bajo arco de ladrillo aplantillado con nervadura. Solar de los Sanz, infanzones aragoneses que se documentan en el Siglo XII, cuya piedra armera campea en la fachada. Otra Familia infanzona aragonesa radicada en Angüés con individuos documentados desde 1626, es el, linaje de los Gabarre. El relieve lo rompe la torre campanario de la Iglesia parroquial, que marca la transición del románico al gótico. El templo con orígenes románicos sólo conserva la nave central del siglo XII. Se amplió en el siglo XVII añadiéndole dos naves laterales abovedada. La citada torre cuenta con tres grandes pisos con cronologías que van desde el románico hasta el siglo XVI. En el interior se conservan importantes piezas de orfebrería. Desde aquí parto a Casbas. Poco antes de llegar a Casbas a la izquierda diviso la ermita Románica de Bascués, del Siglo XII. Configura el último testigo de un poblado medieval desaparecido. La simpleza de sus formas, con una sola nave y ábside semicircular, conserva todo el encanto de las construcciones altomedievales de Aragón. A continuación de la ermita se encuentra a la derecha de la carretera un restaurado pozo de nieve,  ya documentado en 1639 momento en que la villa encarga la construcción de un pozo de nieve. De él se sirvieron las poblaciones vecinas de Sieso, Junzano, Labata o Panzano. Los encargados de su realización fueron los canteros de la Villa de Lascellas. Su primer arrendador fue Julepe Ferrer y el precio que pagó por el arriendo fue de 440 sueldos jaqueses. Los pozos no se llenaban únicamente de nieve, eran mixtos. La materia prima fundamental debía de ser el hielo, que se obtenía en los fríos días de invierno del barranco de Cañeto, pero si éste era escaso se completaba con carga de nieve procedente de la Sierra de Guara. El 20 de agosto la comunidad religiosa celebraba  el día de su patrón, San bernardo, momento que aprovechaban las hermanas para obsequiar a sus invitados con refrescos y para hacerlos se tenían que proveer de abundante hielo. Para conseguir la nieve y convertirla en hielo o bien la traían directamente desde pozos de montaña de la Sierra de Guara o la compraban al arrendador del pozo de hielo. Esto último ocurriría a partir de 1602, momento en que el servicio de la nieve pasa a depender directamente de la villa y que coincide con la reclusión de las monjas en la clausura de la abadía. A partir del Siglo XVIII, en los libros de cuentas de las monjas, denominados Libros de Bolsería, aparecen reflejados los gastos que las monjas tenían en el consumo de nieve. Este comercio duró hasta finales del Siglo XIX, ya que el pozo dejó de ser utilizado por estas fechas. Este pozo de hielo tuvo una importancia decisiva en los años de pestes que asolaron estos pueblos en siglos pasados. Enfermedades que nos suenan muy lejanas como el Cólera, la fiebre amarilla o el tifus utilizaban como uno de los remedios para calmar los dolores el hielo y la nieve que, procedente de los neveros de Guara, se repartía en Casbas. Pero también se usaba para dolencias menores como dolores de cabeza, gripes, cólicos, inflamaciones provocadas por torceduras o para detener hemorragias. A los encamados con fiebres altas se les aliviaba enfriándoles el lecho. Para ello se introducía la nieve en el “calientacamas” que se pasaba entre las sábanas.

Las obligaciones de los arrendadores de los pozos de nieve desde el Domingo de Pascua hasta el día de Todos los Santos, consistían en garantizar el suministro de nieve a los enfermos a cualquier hora del día o de la noche. Enfermos y hospitales tenían preferencia a la hora de adquirir hielo o la nieve. El horario establecido para el resto de compradores era de 7 de la mañana a 10 de la noche. En unas capitulaciones del concejo de Casbas de 1609 se establecía que el precio de la nieve para los enfermos era de medio dinero la libra, mientras que para el resto de compradores era de 2 dineros la libra. Una libra equivalía a 350 gramos. Una arroba, equivalía a 12´6 kilogramos o a 36 libras. Utilizada para la venta al por mayor. Una libra era igual a 20 Sueldos y cada Sueldo equivalía a 12 dineros del Siglo XVIII. El Dinero jaqués de vellón fue la moneda aragonesa de los Siglos XVII y XIX. Terminada la visita al pozo prosigo a Casbas de Huesca, esta es  una villa de la provincia de Huesca. Conocido municipio de La Hoya de Huesca emplazado junto a la frontera con la colindante comarca del Somontano de Barbastro y situada en el Somontano oscense, a lo largo del Valle del Río Formiga, afluente del río Alcanadre, en las estribaciones de la Sierra de Guara, a 560 metros de altitud. Su  población: en 1998, era de tan solo 308 habitantes.; en 1978,  tenía 452 habitantes.; en 1950, 1.294 .;  en 1900,  llegó a tener 2.201 habitantes. A él se asocian las localidades de Bastarás, Junzano, Labata, Panzano, Sieso de Huesca y Santa Cilia de Panzano. Gentilicio: Casbasinos. Casbas quiere decir, según el historiador Jesús Conte, «tierra de ovejas». Del primitivo pueblo sólo queda el vestigio de tres enterramientos en el callizo de Marquínez. Pueblo característico del Somontano que conserva un trazado típicamente medieval. Que al adentrase por su conjunto urbano se traslada al medioevo, calles largas y sinuosas plagadas de edificaciones interesantes nos hablan de un rico pasado histórico, donde pueden contemplarse bellos ejemplares de arquitectura doméstica del Somontano, con volúmenes alargados, de equilibradas proporciones, edificios de planta rectangular que se cubren a cuatro aguas, de escasa pendiente, pódiun e hiladas verticales de sillares con tapial o mampuesto en los parámetros intermedios y portadas de arco con dóvelas de grandes proporciones obras de los siglos XVII y XVIII.  En el centro de la villa se levanta la iglesia parroquial, esta levantada sobre el solar de la anterior y antiguo cementerio y fue dedicada a San Nicolás de Bari, es  única en su género por el tamaño y acabado, es una  imponente fábrica de sillería, realizada por José Sofí, en el Siglo XVIII, con planta de cruz latina abovedada en su totalidad, que cobija junto a la nave central, otras dos de menor altura. Cubre la nave central bóveda con lunetos y en el crucero existe cúpula de pechinas. La capilla mayor tiene rebajada elíptica sobre pechinas y todas ellas están decoradas con estucos y pinturas. La torre forma parte de la fachada principal y esta colocada al lado de la epístola. Su portada es de tres cuerpos. En el primero, se enmarca un arco mixtilíneo sobre enjutas. En el segundo, hornacina. En el tercero ventanal enmarcado entre pilastras con roleos, volutas y adornos en bajorrelieve en sus laterales. No puedo dejar pasar la oportunidad de visitar el maravilloso Monasterio de Nuestra Señora de la Gloria, que se encuentra dentro del núcleo urbano de Casbas, fundado por doña Oria, hija del Conde Urgel, que fue quien conquisto Casbas. Según Durán fue fundado el 26-II-1173. Un documento conservado en el mismo monasterio y datado el 5-II-1173 recoge la autorización de Esteban, obispo de Huesca, a Áurea, condesa de Pallás, para fundar en la villa de Casbas este monasterio, que había de ser dependiente del obispado de Huesca. Arnaldo de Pallás le entregó las iglesias de Casbas, Torres de Alcanadre y Peralta de Alcofea. En 1179, Alfonso II confirma la fundación y sus pertenencias, entre las que ya aparece el señorío de estos pueblos, así como diversas donaciones de Áurea, situadas en Ricla, Morata, Calatorao y otros lugares. También adquirió el dominio de Sieso, Yeso, Bierge y la Roya. En mayo de 1196 Celestino III lo toma bajo su protección concediéndole la regla cisterciense y regulando su funcionamiento. De estilo cisterciense, el conjunto está formado por una iglesia de los siglos XII y XIII, de una sola nave, crucero y tres ábsides, a la que se une el claustro del siglo XV con arquería apuntada y lobulada. Todo ello está delimitado por un muro perimetral con bella torre del Homenaje. Si el exterior nos impresiona, el interior nos brinda interesantes retablos y artesonados.  El conjunto del monasterio de Santa María de Casbas, que como señalo anteriormente fue levantado conforme al modelo cisterciense, conserva algunos restos de su estructura original: murallas, torre del homenaje, casa abacial, claustro y sala capitular, aparte la iglesia monástica, si bien con notables remodelaciones, realizadas principalmente durante el abaciazgo de Luisa de Laporta (1652-1656). En cambio, no ha sufrido modificaciones sustanciales el templo. La construcción de las dependencias monásticas, condicionadas por el carácter femenino del monasterio, comenzó el mismo año de su fundación, en 1173, pero en 1208 seguía obrándose en la iglesia, que debió de terminarse poco después. Es un edificio en planta de cruz latina, con tres ábsides semicirculares, crucero y nave central cubierta con bóveda de cañón sobre imposta, con arcos torales. La cúpula octogonal, que centra el crucero, parece fue obra de la abadesa Jerónima de Azlor (1609-1615). La portada, con once arcos de medio punto en gradación, presenta tímpano decorado con un crismón. La sillería del coro alto, perdida, era obra del escultor Juan Bierto, de Zaragoza, que la talló en 1506.De la antigua riqueza artística del monasterio sólo se conservan dos tablas del siglo XVI en el altar mayor, y una predela de retablo del siglo XV. Se veneraba en esta iglesia una talla románica de la Virgen, del siglo XIII, procedente del monasterio cisterciense masculino de Santa María de Gloria, en el valle de Abena. Es notable, a pesar de su actual estado ruinoso, el pequeño claustro de ojivas, de los siglos XIV-XV. La sala capitular conserva las losas sepulcrales con relieves de dos abadesas del siglo XIV. Lamentablemente  sufrió la pérdida del mobiliario litúrgico, retablos, sillería coral en la guerra civil de 1936. El monasterio ha sido declarado Monumento Nacional. Hay que destacar que en la villa de Casbas existe un interesante archivo parroquial con documentos de los años 1491 a 1666, de los que se editó índice; algunos documentos perdidos pueden conocerse a través de un Lucero o índice redactado en 1714 que remonta sus fondos al año 1173, con documentos fundacionales de la iglesia, documentos reales y pontificios de interés; cabe evaluar también en unos cuatrocientos los volúmenes de protocolos notariales reseñados en 1924 correspondientes a cerca de una veintena de notarios. Muy importante es el archivo monástico de la congregación cisterciense allí establecida, con unos cuatrocientos pergaminos, algunos del siglo XI, distribuidos en más de sesenta ligarzas; una selección de los mismos editó Ubieto en 1966, relativos a los siglos XII y XIII; también se conservan libros de contabilidad desde fines del siglo XV en una cuarentena de volúmenes. Son interesantes también algunos de los códices medievales conservados, como un ritual del siglo XIII, un salterio del siglo XV y varios breviarios de los siglos XIV a XVI, además de un ejemplar de la regla benedictina. Por la población tiene su paso una de las variantes del GR 1 Sendero Histórico, gracias a ella podremos conocer bellos parajes y lugares de la zona como los puentes que se construyeron en época romana para salvar el río Iguala. Celebra fiestas del 6 al 9 de diciembre en honor a San Nicolás. Aunque el patrono del pueblo fue inicialmente San Juan Bautista, posteriormente lo cambiaron por San Nicolás de Bari. Me dirijo a Labata.

Labata Villa de Casbas de Huesca; situada  en las inmediaciones del río Calcón, a 579 metros de altitud.; contaba con 128 habitantes  en 1980; y con 50 habitantes  en 1991. Esta pedanía se estructura en torno a dos calles en las que se ubican las distintas viviendas todas ellas construidas atendiendo a las características de la zona. Encontramos bellos ejemplares de la arquitectura doméstica del Somontano, superviviendo casonas que muestran en sus fachadas los arcos apuntados como entrada, tras la que se accede a un zaguán con gran arco de medio punto que soporta la estructura del piso principal, engalanando sus fachadas pueden admirarse las piedras armeras correspondientes a los linajes de Broto, Bescós, Mur, Bapa, Apazo. Cuenta con una bonita iglesia dedicada a San Mateo con fábrica del siglo XVII a base de sillería y ladrillo. Consta de planta única cuadrada, que se cubre con bóveda de lunetos y cúpula sobre pechinas, con ocho grandes óculos, cegados en la actualidad. Coro a los pies, en alto, sobre elíptica plana y frente de arco carpanel. Todos los paramentos  interiores están decorados con estructura corintia de gran fidelidad. En el exterior, cubierta de acentuada pendiente y portada de adintelamiento jónico, mutilado, sobre pilastras lisas. Torre levantada sobre un cubo, que forma parte de la fachada, y campanario en prisma ochavado cuyas caras mayores quedan enmarcadas por pilastras, se remata con chapitel piramidal. Muy cerca se sitúa la ermita de Santa Lucía formada por una sola nave de cuatro tramos sustentada por arcos apuntados. Labata es un núcleo de población que depende, fundamentalmente, de la riqueza agrícola y ganadera. Sus producciones principales son el vino y el aceite. Antiguamente, Labata cobró merecida fama por la construcción de carros. Labata contó con varias familias infanzonas entre los que se pueden citar a los del Linaje de los Labata Familia infanzona aragonesa, oriunda de la localidad oscense de que tomó apellido; documentada ya en el reinado de Pedro II. Una rama afincó en Caladrones de Benabarre. Sus armas heráldicas consisten en escudo de gules con una laguna de agua en azur y plata, y en ella de pie un ave, al parecer un ánsar. Linaje de los Vitrian Familia infanzona aragonesa oriunda de la localidad oscense de Labata y documentada desde 1626, según datos de la Real Audiencia de Aragón. Linaje de los Viñuales Familia infanzona aragonesa oriunda de Labata, con ramas en algunas otras localidades del somontano oscense y documentada desde 1540. Sus armas heráldicas consisten en escudo de campo de oro con un sarmiento de pámpanos y racimos de uva de su color natural. Linaje de los Correa Familia infanzona aragonesa oriunda de Labata, con individuos documentados desde 1600; una de sus ramas afincaba en Sieso hacia 1795. Sus armas heráldicas consisten en escudo cuartelado: primer y cuarto cuartel, tres fajas de oro y entre ellas tres cuchillas de medias lunas; segundo cuartel partido en palo, una mitad en oro con un roble surmontado de una cruz y la otra mitad de plata con una cruz de gules; tercer cuartel sobre plata un castillo. Alguna de sus ramas usaba como escudo sobre fondo de oro unas correas de azur en disposición de celosía.

Llego a Aguas lugar de Loporzano, perteneciente a la Comarca de la Hoya de Huesca, situado en la plataforma de una colina de fácil acceso y poca elevación, a una  altitud de 706 metros.; en el año 1857 tenía 370 habitantes, en 1900, 338, en 1950, 214, en el año 1970, 111, en 1980, 106 habitantes, en 1991, 52, y en el año 2005, 37 habitantes. En octubre de 1234, doña Oria Giménez de Luesia, dio al monasterio de Sijena la villa de Aguas con su término. En 1566 era de las monjas de Sijena. En 1610 seguía siendo de Sijena. En la década de 1960 a 1970 se une a Loporzano. Lleva fama la jota de Aguas, resucitada por Carmelo Betoré, que nació allí. Hay fiestas el 25 de julio y el 18 de noviembre.

Llego a Panzano, Lugar de Casbas de Huesca; situado al pie de la sierra, a 649 metros de altitud y con una población en 1980 de105 habitantes, y  42 habitantes  en 1991.El nombre de esta localidad es de ascendencia romana, probablemente relacionado con una persona llamada Pansa, que poseería en este lugar alguna casa de campo. Se menciona la localidad en 1097 en relación con la iglesia que entonces dependía del Monasterio francés de San Ponce de Tomeras. El pequeño pueblo medieval fue ampliado a fines del Siglo XVIII, con numerosas casas construidas de acuerdo con la tipología propia del Somontano. Actualmente, su trazado urbano tiene como eje principal una sola y larga calle que desemboca en un a plaza rectangular de largas dimensiones, con viejo crucero. En torno a esta calle se levantan las viviendas típicas del Somontano prepirenaico. Alrededor la plaza en la que desemboca la vía se encuentra las construcciones más notables, quedando en un segundo plano el resto de edificaciones generalmente de dos plantas pero de menor volumen. El monumento más destacado es su iglesia parroquial, dedicada a Santa María la Mayor Este templo es románico del siglo XII, con posterioridad se añadieron capillas, sacristía, torre, puerta y atrio entre los siglos XVI y XVII. Su nave de tramo único cubierta de cañón y capillas dispuestas a manera de brazos de crucero cubiertas de crucería. La capilla mayor esta cubierta por exedra y la sacristía por crucería. Posee coro a sus pies, en alto, sobre plana, siendo bajo él donde se encuentra la entrada, que es de sencillo arco de dovelas enmarcadas por molduras, apareciendo la fecha de 1730, tiene pórtico abierto a dos frentes, con arco de medio punto. La torre al lado del evangelio, cobija en su base la capilla de este lado. Es obra de sillería y planta cuadrada, cubriéndose con tejado a cuatro aguas, con voladizo sobre modillones. En el exterior, yuxtapuesto a la torre, a su primer cuerpo por el lado de poniente, un volumen cilíndrico, con escalera de caracol interior y cúpula de sillería, alberga la campana llamada de Santa María de 1651 y la de Santa Bárbara de 1788. En 1730, debió abrirse la puerta de los pies protegida por el pórtico. La edificación medieval, responde al gusto románico, configurando un armonioso conjunto en paisaje característico de pie de sierra. Esta iglesia  rehecha y restaurada fue inaugurada en el año 2000. Me dirijo a Bastarás.

Bastarás, Lugar unido a Panzano, en las estribaciones de la sierra de Guara. Todo el recinto del casco urbano está vallado con alambradas, pero las entradas al mismo están abiertas, puesto que prima el derecho de paso, porque las alambradas no pueden impedir este derecho ancestral La historia de Bastarás sirvió de tema a la novela El pueblo que se vendió, original de Alfonso Zapater, con la que ganó el premio Ciudad de Barbastro en 1978. Como consecuencia de su venta, este pasó a llamarse Finbás (Finca de Bastarás). El caserío está en pendiente, con su iglesia parroquial de portada románica, en lo alto, del siglo XII en el que sobresale la portada cobijada por un arco con ajedrezado jaqués y capiteles ornados y muy arruinados. Hacia el siglo XVIII sufrió una profunda remodelación cubriéndola con bóveda de lunetos. El pueblo quedó abandonado, con un solo habitante, Martín, al que apodaron «EI Solitario de Bastarás»; pero tuvo que marcharse también al producirse la venta del término. En la actualidad el pueblo está restaurado y sus casas se alquilan como lugar de vacaciones. Esta pequeña localidad deshabitada sita en las puertas del Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara. Rodeada de un bello entorno natural se asienta en un leve montículo donde se levantan las edificaciones que forman la localidad, hermosos ejemplos de arquitectura tradicional del Somontano con portadas adoveladas a base de molduras y casetones, sobre ellas, elegantes blasones presiden el acceso. Destacan algunos vanos de formas goticistas con ménsulas en las que aparecen figuraciones humanas.  Prosigo hacia la cercana Yaso.

Yaso, Aldea de Bierge, situada  al Noroeste de Bierge a los pies de la Sierra de Guara, a 692 metros  de altitud, sobre la margen izquierda del río Formiga, junto a la carretera que comunica Alburuela de Laliena con Aguas, en las estribaciones de la sierra de Arangol. El lugar queda emplazado al pie de un picacho llamado Lacozán, en la pendiente. ; contaba con tan solo 36 habitantes en 1980, hoy apenas cuenta con 11 habitantes. El gentilicio es  yasino.
Yaso se llamó Eso durante los siglos XI y XII; Yeso, entre 1495 y 1609, y Jaso, en 1785. Fue sobrecurada, vereda y corregimiento de Huesca. Formó Ayuntamiento en 1834, y en 1845 se unió a Morrano. Finalmente, en 1970-1980, ambas entidades de población pasaron a integrarse en Bierge.
En el siglo XI perteneció al monasterio de San Ponce de Torneras, y en Noviembre de 1188 Alfonso II de Aragón dio al monasterio de Casbas las iglesias de «Eso» y Sieso a cambio de Morata. El 8 de Abril de 1275 Inés, abadesa de Casbas, y Ato de Foces nombraron árbitros para que precisasen los límites entre Morrano, Yaso, Sieso y Castelnóu. Posteriormente, el 19 de Agosto de 1275, Jaime II de Aragón eximió al monasterio de Casbas del impuesto de monedaje, así como a otros lugares, entre los que estaba Yaso. En lo sucesivo, pues, la dependencia del monasterio de Casbas sería total, hasta la abolición de los señoríos. El casco urbano se inicia con una modesta e irregular plazoleta, donde se alza la iglesia parroquial y un par de viviendas; esto basta para configurar la pequeña plaza en si, al menos en la imaginación del viajero. Desde allí se accede a la calle única (en ligero desnivel descendente), donde se alzan interesantes edificios del siglo XVIII que se corresponden con arraigados apellidos del lugar: los Altahoja, los Sánchez, los Cabrera y los Calbos. Destacan en las fachadas, escudos, piedras armeras y portalones adovelados.
La parroquial dedicada a San Andrés, es una obra en origen románica, del siglo XII, reformada en el XVIII. Consta de nave cubierta por medio cañón y ábside semicircular con bóveda de honor. Presenta dos capillas barrocas en los laterales, con cúpula de ladrillos, fruto de una reforma posterior a la construcción del templo. La puerta se abre a los pies, con arco de medio punto. La torre se compone de dos cuerpos, de sillería, con distinta sección. En sus muros existió un interesante ciclo de pinturas murales góticas de transición, con escenas de la vida de San Andrés, realizadas por un anónimo maestro entre hacia el 1300. Se trasladaron a lienzo y pueden contemplarse en el Museo Diocesano de Huesca. De Yaso desciende el  Linaje de los Cabrero Familia aragonesa, documentada desde fines del siglo XV y afincada en Yaso de Morrano. Algunas de sus ramas aparecen más tarde en Huesca, Aguas y La Clamosa y, finalmente, otra rama de caballeros en Zaragoza. Constan procesos de infanzonías para individuos Cabreros, de 1741 para los de Abiego, de 1774 para los de Yaso, de 1787 para los de Aguas y de 1791 para los de Huesca. Las armas heráldicas usadas eran: escudo de sinople con una cabra de plata y una bordura de oro con diez escudetes de gules con el jefe en plata y el resto en gules. Parto hacia Bierge en un prolongado descenso que es un alivio parea las piernas, en el descenso veo Morrano a la derecha de la marcha a escasos 500 metros de la carretera , pero debido a la premura de tiempo lo fotografío desde la carretera y prosigo viaje a Bierge. Cruzo el Río Alcanadre por un puente desde el que contemplo la badina del famoso “salto de Bierge”  sobre el río Alcanadre, que está lleno de turistas y domingueros por lo que paro sólo lo suficiente para fotografiarlo, desde aquí hay una “cuestecica” hasta llegar a Bierge al que entro para llenar los bidones en una fuente. Bierge, está situado en el Somontano oscense, entre los ríos Alcanadre e Isuela, a 598 metros  de altitud. Su población en 1998, era de 224 habitantes.; en 1978, eran 293 .; en 1950, 1.043 .; en 1900, contaba con 1.633 habitantes. Comprende las entidades de población de Las Almunias, Rodellar y Morrano. A Bierge  se asocian las localidades de Las Almunias de Rodellar, Morrano, Otín, Pedreruel, Rodellar, San Román, San Saturnino, San Hipólito (San Poliz), Yaso, Letosa, Cheto, Pardina de Villanua y Pardina de Ballabriga. Gentilicio: Bierginos  En esta localidad se puede apreciar un interesante patrimonio con bonitos ejemplos de arquitectura popular de la zona, pero sobretodo con una arquitectura religiosa de singular valor. La Ermita de San Fructuoso se alza como la construcción de mayor importancia en todo el entorno. Construida en el siglo XIII de estilo románico pero remodelada en el siglo XVI siguiendo los cánones constructivos del último gótico aragonés. Se caracteriza por la sencillez y la economía de medios. Destacan las pinturas murales que decoraron el interior en estilo gótico lineal o franco-gótico en el siglo XIV, actualmente se encuentran repartidas por varios museos entre los que destaca el Diocesano de Huesca. La iglesia parroquial data del s. XVI dedicada a Santiago Apóstol, se adscribe al estilo gótico aragonés aunque se asienta sobre antiguos muros románicos. Las casas solariegas muestran espléndidas portadas en arco de medio punto con grandes dovelas, perfectamente labradas y asentadas en el arco. El pueblo cuenta con un centro de interpretación de la Naturaleza, un comedero y punto de observación de aves rapaces, y badina de salto de Bierge sobre el río Alcanadre. De camino a Abiego cruzo el Río Isuala por un impresionante puente que salva el tajo producido por la erosión del río, al cruzar el puente tomo una pista a la izquierda que desciende suavemente hasta el cauce del río tengo la suerte de que a estas horas no hay ningún dominguero y aprovecho para relajarme, sólo se oye el murmullo del agua y de los pájaros. Asciendo de nuevo al puente para continuar hacia la localidad de Abiego, a la que no entro, fotografiándola a lo lejos, pasando de largo en dirección a Angüés, principio y final de esta ruta.

Las fotografías aparecen por orden de ruta.

Serafín Martín.

Fuentes propias y:

www.caiaragon.com/es/municipios/index;

www.aquiaragon.com, www.somontano.org; www.es.wikipedia.org;

www.somontano.org; http://articulos.altoaragon.org; www.enciclopedia-aragonesa.com;

 

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