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Ruta 35.- Por Albarracín IV.,

 

Albarracín, Pinares de ródeno, Bezas, Gea de Albarracín.

 

Esta etapa constituye un magnífico ejemplo de la estrecha relación entre geología, flora, fauna, cultura y actividades tradicionales conformando un paisaje singular, caracterizado por la combinación de caprichosas formas rocosas con un bosque de pino rodeno. Hace 8.000 años las gentes que ocupaban el territorio de la Serranía de Albarracín se agrupaban en comunidades de cazadores recolectores, que progresivamente se fueron adaptando a modelos sedentarios , desarrollando la agricultura y la ganadería, hasta incorporarse a las formas de vida de la Edad de los Metales, hace aproximadamente 3.000 años.

 

El 1 de Octubre de 2008 llego a Albarracín con  un marcador total de 2085 kilómetros.

 

http://www.castillosnet.org.

Adentrándonos por una de las vías que nacen en la Plaza Mayor llegamos a la Catedral del Salvador, edificio de gran porte cuya enhiesta torre preside toda la población. Su construcción en el siglo XVI combina elementos góticos con otros renacentistas. El cuerpo del templo queda rodeado por el claustro y por una serie de capillas. Exteriormente destaca sus voluminosos perfiles formados por la nave y la cabecera, completado por la altura y la potencia de los contrafuertes. En su interior se conservan importantes tesoros artísticos como son los retablos de Cosme Damián Bas y el de San Pedro, ambos datados en el siglo XVI; los tapices de flamencos de mediados del siglo XVI; destacadas piezas de orfebrería; así como ricos instrumentos musicales como le bajón o un violín del siglo XVIII. Junto a este punto se levanta el magnífico Palacio Episcopal. Construido en el siglo XVII y posteriormente reformado. Destaca su magnífica fachada barroca dieciochesca. En uno de los extremos de la ciudad se levanta la maravillosa Iglesia de Santa María junto a la torre de Doña Blanca. Bello templo construido entre los siglos XVI y XVII sobre la anterior construcción derruida tras un incendio. Presenta una sola nave en la que destaca la capilla de la Comunidad, donde se enterró a Vedel y a su mujer. La cubierta, solucionada con una bóveda de crucería estrellada, presenta una excepcional obra de decoración de yesería de finales del siglo XVI. La Torre se construyó durante el reinado de Jaime II de Aragón. Presenta una estructura regular con pocos vanos en forma de aspilleras repartidos a lo largo de todos los muros. Su labor era controlar el foso natural de la profunda hoz del Guadalaviar.En pleno corazón de la localidad nos topamos con la Iglesia de Santiago, templo proyectado por Alonso de Barrio Dajo a mediados del siglo XVII. Su bonita portada se abre a una pequeña plazoleta plagada de tipismo y tradición. El templo cuenta con una sola nave techada por un magnífica bóveda estrellada. Albarracín cuenta con varios espacios musealizados que amplían el panorama cultural de la localidad ofreciendo diferentes alternativas, como son el Museo de los Juguetes, donde conoceremos con qué jugaban nuestros abuelos contemplando un amplio surtido de juguetes antiguos procedentes de todos los puntos de la geografía española. A ello hay que unirle el Museo de la Ciudad – Dr. Martín Almagro, acercando al visitante al mundo musulmán con especial referencia al Albarracín islámico. El museo se halla en el antiguo hospital, edificio de finales del siglo XVIII cuya fachada está dotada con dos puertas de excelente sillería. El castillo de la ciudad ubicado sobre un promontorio rocoso de difícil acceso en el extremo oeste del meandro en el que se asienta la ciudad. Formó parte sistema defensivo de la primitiva Albarracín junto a algunas torres y dos recintos amurallados. En los últimos años se han realizados excavaciones que nos han aportados valiosas piezas arqueológicas de entre los siglos X y XVI. La muralla e importantes estructuras exteriores han sido restauradas, así como varias viviendas islámicas, dependencias auxiliares y un amplio patio con cisterna. Celebra fiestas el día 30 de abril, a medianoche, la ronda recorre las calles de Albarracín, interpretando cantos de amor, que se conocen como los mayos. El 8 de septiembre se celebran las fiestas en honor a Santa María de Albarracín. Entre los días 13 y 17 de septiembre, tienen lugar las fiestas en honor al Santo Cristo de la Vega.

Terminada la visita a albarracín  cruzo el Río Guadalaviar para entrar en el Arrabal de Santa Bárbara (antes de cruzar el río a la izquierda se encuentra el Peirón de San Antonio).  Pasado el Arrabal tomo una carretera a la derecha  que carece de cualquier señal que nos indique Bezas,(por lo que me veo obligado a preguntar a unas vecinas), comenzando una pendiente de unos  3 kilómetros, hasta llegar a una meseta de Pinares de Rodeno. Este espacio natural protegido tiene una extensión de 3355 ha. Está incluido dentro de La Red de  Espacios Naturales Protegidos de Aragón.
El paisaje protegido de los Pinares de Rodeno está ubicado en los términos municipales de Albarracín, Bezas y Gea de Albarracín, constituyendo un magnífico ejemplo de la diversidad de formas rocosas a pequeña y gran escala. Destaca por sus espectaculares  formaciones rocosas  silíceas sobre arenisca que originan elementos caprichosos como los gnammas, los tafonis o los anillos de Liesengang.

En cuanto a la flora el protagonista es el pino rodeno, formando una extensa mancha de pinar, servía de economía para la zona, utilizado antaño, para la extracción de resina,  mientras que en la fauna destaca la riqueza de  avifauna y especies como el corzo o el jabalí. Me llama la atención una formación  rocosa, que claramente ha sido utilizada por el hombre como corraliza, para guardar animales y protegerse él mismo de las inclemencias. En la actualidad, el abandono de las actividades tradicionales y una nueva perspectiva forestal, está permitiendo la recuperación de especies vegetales
y con ellas una mayor diversidad faunística. La mejor opción para visitar el Paisaje Protegido es informarse en el “Centro de Interpretación de Dornaque”.

En el kilómetro 4´5, a la izquierda de la carretera encuentro el  poste indicador de las pinturas  del abrigo de “la Cocinilla del Obispo” y una zona recreativa, donde dejo la bicicleta y  tomo un sendero señalizado, ando unos  300 metros  hasta un abrigo donde están las pinturas rupestres debidamente protegidas de los vándalos.

El arte rupestre levantino se extiende a lo largo de la fachada mediterránea desde Cataluña a Andalucía, penetrando hacia el interior en la zona aragonesa y castellano manchega.

Desde que en 1892 E. Marconell, descubriera en Albarracín los primeros abrigos con arte rupestre levantino de la Península Ibérica, Prado de los Toricos del Navazo y Cocinilla del Obispo, el conjunto de pinturas rupestres de Albarracín, fechado entre el 6000-1500 a.C. Se ha distinguido del resto de representaciones levantinas de la península por el empleo del color blanco, exclusivo de esta zona, por el gran tamaño de las figuras de bóvidos por el estatismo de las mismas y por la sencillez en el trazo de las representaciones humanas, características que hacen de él, un conjunto sumamente peculiar dentro del arco mediterráneo.

En el kilómetro 6 a la izquierda está el comienzo del camino  al abrigo de Doña Clotilde, al que no voy. Un poco más adelante en una curva se encuentra una masía,  y el indicador de la GR a Bezas, yo sigo por la carretera que transcurre por el Pinar de Ródeno y sus singulares  formaciones, donde hago una breve parad para contemplar esta maravilla natural.

En el kilómetro 13, dejo a la izquierda el indicador del desvío a Gea de Albarracín y Albarracín., tomando la dirección al “Centro de Interpretación de Dornaque.”

En el kilómetro 15 llego al centro de interpretación Dornaque. Este edificio está hecho en piedra rodena junto a la cual se ha habilitado un parking y un pequeño merendero.

Este centro de interpretación del Paisaje de Ródeno, situado en la restaurada Casa Forestal de Dornaque, donde se ofrece información sobre el significado del Paisaje de Ródeno y conocer de cerca el valor de este territorio, tanto desde el punto de vista medioambiental como por la importancia de su aprovechamiento por parte del hombre a lo largo de los años y por los recursos  de que dispone en arte rupestre y patrimonio arqueológico

Enfrente del centro de interpretación, cruzando la carretera la carretera hay una fuente  donde repongo el agua.

En el kilómetro 15´70 llego al cruce de Valdecuenca y Toril, la derecha y Bezas a la izquierda que según el indicador está, a tan sólo 4 kilómetros.

Llego a Bezas con un parcial de 16´70 kilómetros

Lugar de la provincia de Teruel. Situado en la sierra de Albarracín (Sistema Ibérico), junto al arroyo de Bezas, a 1.165 metros de altitud. Su población en 1998, era de 69 habitantes.; en 1978, 99 habitantes.; en 1950, 330 habitantes.; en 1900, 328 habitantes. Antigua aldea de Albarracín, hasta el año 1843 en que pasó a ser término municipal. La aldea de Bezas dependía jurídicamente de Albarracín y de la Comunidad de aldeas. Estaba poblada en su mayoría por moriscos, debido  a la escasez de cristianos y no se construyó la iglesia hasta el siglo XVII, tras su expulsión. Antiguamente la ermita del Rosario se usaba para todo el culto y la obra de su parroquia se costeó a expensas de las aportaciones de sus vecinos tras un dilatado pleito con el cabildo porque no recibían los cuidados espirituales. Por este motivo no querían pagar primicias a la catedral de Albarracín, de la que dependían como feligreses. La iglesia fue consagrada por el obispo Martín de Funes en torno a 1647 y cambió su antiguo título de la Virgen del Rosario por el de la Visitación de Nuestra Señora. Es una construcción en mampostería de una sola nave cubierta con bóveda de medio cañón con lunetos. La torre está situada a los pies y es de un solo cuerpo, construida toda ella en mampostería y con un solo vano con arco de medio punto en cada cara del cuerpo de campanas. Está rematada con un chapitel. El atrio de entrada se sitúa en el lado de la epístola. Fechada a finales del siglo XVI, es una iglesia muy popular cuyo volumen apenas destaca del resto del caserío. Junto a su flanco meridional se conserva un espacio libre, rodeado de edificación, que sirve de acceso al templo y es reminiscencia del antiguo cementerio. Pueblo de pinares, durante más de treinta años su principal fuente de riqueza fue la explotación resinera. También se explotaron unas minas de hierro que luego se abandonaron por falta de mano de obra.

En los alrededores existen lugares sumamente atractivos, como la Fuente Buena, Las Tajadas, la Peña de la Cruz y La Laguna, sin olvidar la Sierra Carbonera. Han desaparecido costumbres y fiestas típicas. Actualmente celebra las mayores el 8 de octubre.

Terminada la visita a Bezas vuelvo sobre mis pasos pasando de nuevo por los indicadores a Toril y Valdecuenca que ahora se quedan a la izquierda de mi marcha, siguiendo yo a la derecha.

En  el kilómetro  22´18 tomo la carretera a Gea de Albarracín.

En el kilómetro 29´6 me detengo en el mirador cabeza de morillo. Desde aquí se tiene una maravillosa vista puede del valle del Guadalupe, con  Gea de Albarracín en la distancia y su fértil huerta, con sus bosques de álamos y chopos

En el kilómetro 32  llego a Gea de Albarracín desde el oeste atravesando el Río Guadalaviar y entrando por lo que fue su antiguo molino.

Gea de Albarracín Es una Villa de la provincia de Teruel,  Situada al pie de la Sierra de Albarracín junto al río Guadalaviar, a 1.031 metros de altitud. Su población en 1998, 473 habitantes.; en 1978, 566 habitantes; en 1950, 981 habitantes.; en 1900, 1.151 habitantes. En la margen izquierda del río Guadalaviar, al pie de la sierra turolense del mismo nombre, Gea de Albarracín cumple con su origen etimológico, toda vez que el nombre procede del griego y significa tierra. Fue villa amurallada, de la que todavía queda el testimonio de dos puertas o portales: el portal del Molino y el de las Fraguas. También un hermoso castillo que se alzaba junto a las murallas altas. La fortaleza fue mandada derribar por un alcalde de la localidad, ante el temor de que amenazaba ruina. El trazado urbano es árabe y mudéjar. En la calle de la iglesia encontramos una completa muestra de la calidad urbanística y arquitectónica de Gea. Edificios que combinan mampostería, ladrillo, madera y tapial, con numerosos voladizos, balconadas, solanas y aleros de madera, algunos muy notables. Siguiendo por esta calle en pleno centro de la localidad se levanta la Iglesia de San Bernardo, construida en el siglo XVII. La genuina población morisca de Gea de Albarracín condicionó la tardía construcción de la iglesia parroquial hasta su expulsión. Costeada por sus vecinos, tuvieron que recurrir al conde de Fuentes para poder terminar las obras. Es un edificio barroco del siglo XVII con tres naves de cuatro tramos y arco triunfal de medio punto. La central se cubre con bóveda de medio cañón con lunetos y las laterales tienen el mismo tipo de cubrición en sentido transversal. Su cabecera es poligonal. La torre tiene tres cuerpos, y toda ella es de piedra como el resto de la iglesia. La portada, situada en el lado de la epístola, se cobija bajo un arco de medio punto y es de un solo cuerpo, muy sencilla y adintelada. En la capilla de la Eucaristía destacan dos lienzos notables, uno de la Tota Pulcra y otro de la adoración de los Reyes, mientras las imágenes de Santa Bárbara y el Santísimo Cristo del Remedio son unas de la tallas mas valiosas que se conservan. Es en el presbiterio donde se encuentra el retablo barroco, quizás lo más interesante de toda la iglesia. Uno de sus ángeles superiores lleva una cartela con la inscripción del año 1750. Llego a la Plaza del Obispo Eijo, jalonada por el ayuntamiento, con sencillo pórtico y varias casas en las que se unen elementos formales y populares, un interesante pasadizo comunica la plaza con la vega. El camino de la vega me lleva al Convento de Las Capuchinas El monasterio de las capuchinas es de construcción más reciente, ya que la primera piedra se puso el año 1753. La fundación se debió al entonces obispo de Albarracín, Juan Francisco Navarro Salvador y Gilabert. Aunque también recibió aportaciones económicas del conde de Fuentes. En 1752 se concedió licencia de la fundación y cuatro años más tarde se instalaron las primeras religiosas procedentes de Zaragoza. Su iglesia es la más delicada expresión del Rococó en la Sierra de Albarracín. Tiene planta de cruz latina con bóvedas de medio cañón con lunetos y cúpula de bandas sobre pechinas en el crucero. La fachada de sillería, a la entrada de la iglesia, es neoclásica con pilastras decoradas sobre el entablamento e imagen de la inmaculada bajo nicho avenerado. La cúpula se prolonga con un tambor octogonal. Todo el edificio, sencillo y de nobles proporciones, es de mampostería con sillería en los elementos estructurales básicos. Un acogedor patio, al que se accede por una portada adintelada, da acceso a todo el monumento. Destaca una delicada talla de la virgen de los Dolores, que tal vez regaló en 1769 Maria Francisca Pignatelli, duquesa de Monteleón. El 23-X-1756 llegaron a Gea las primeras religiosas. Sor Inés María Cuartero de Zaragoza, tuvo el honor de ser la abadesa fundadora del monasterio.

Desde el monasterio de las capuchinas pasando por el lavadero, tomo el camino de la huerta, desde donde contemplo  la imponente mole del  exconvento del Carmen .Este monasterio de  los carmelitas descalzos fue construido a mediados del siglo XVII y estuvo habitado por espacio de dos siglos aproximadamente, hasta la famosa ley de Desamortización promulgada por Mendizábal. El interior es barroco, de suma elegancia, si bien la ruina está causando estragos.

A continuación visito la ermita  Barroca de San Roque de San Roque, precedida de pórtico con columnas y cubierta de madera. En la misma calle me llama la atención una pequeña noria que eleva el agua, de una acequia situada en un nivel inferior a otra situada a un nivel superior. Desde aquí me dirijo hacia Albarracín, donde la carretera va bordeando el río. En estas vegas, las más fértiles de la Sierra, se han cultivado toda suerte de hortalizas y sus frutales son los únicos viables, manzanos, perales y sobre todo, nogales.

En el kilómetro 34´5  paro a la derecha de la carretera,  a pocos metros se aprecian los restos del espectacular acueducto romano  con tramos excavados en la roca. Decido subir la ladera de la montaña y explorar un tramo de este acueducto. Este acueducto bajaba las aguas del Río Guadalaviar hasta Cella. Este acueducto romano que partiendo de las proximidades de Albarracín llegaba hasta Cella es una de las obras públicas hidráulicas más importantes de la Península ibérica, realizada en el siglo I de nuestra era. Este acueducto de casi 25 kilómetros de recorrido, discurre inicialmente junto al rio Guadalaviar, del que toma las aguas, con una conducción que alterna galerías excavadas en la roca con canales a cielo abierto. Cerca del núcleo actual de Gea de Albarracín, el acueducto se hace subterráneo, con una galería que discurre en ocasiones a 50 metros de profundidad y vuelve a aflorar a la superficie al aproximarse a Cella. Para su construcción se excavaron 9 kilómetros de galerías dotadas de casi un centenar de pozos de ventilación. En total se ha calculado que se evacuaron aproximadamente unos 50.000 metros cúbicos de roca. El acueducto poseía una pendiente media de tres por mil con un abundante caudal próximo a los 300 litros por segundo. No se sabe el periodo de tiempo que este acueducto pudo estar activo, aunque con seguridad en el momento de la conquista cristiana de Cella no se encontraba en funcionamiento, como indica la búsqueda y el hallazgo de la actual fuente. Tras el abandono del acueducto, los tramos excavados en la montaña fueron utilizados como refugio de pastores y agricultores y guaridas de animales.

La construcción de una gran obra pública como esta requería de una gran organización logística. Roma Creó con este fin un cuerpo específico de funcionarios que recibía el nombre de familia pública aquarum. Este cuerpo estaba formado por ingenieros (mensores aedificiorum), topógrafos (mensores), administrativos y tesoreros (scribas), pregoneros (praecones), capataces de obra (libradores), fontaneros (plumbarii), y esclavos públicos (servos públicos).

En este acueducto de Albarracín a Cella, la gran distancia existente entre los dos extremos y la complejidad orográfica del terreno debió complicar de manera notable estos trabajos, diseñando un recorrido que aprovecha en la medida de lo posible las curvas de nivel. Tras diseñar y marcar sobre el terreno el recorrido del acueducto, la obra tuvo que comenzar simultáneamente en varios puntos del trazado, con varios equipos asentados en campamentos de trabajo a lo largo del recorrido. Los capataces o libradores se encargaban de los obreros, artesanos libres y esclavos especializados, además de los materiales, animales de carga, víveres, herramientas y del pago de salarios. La precisión de las distintas conexiones es un claro ejemplo del nivel alcanzado por los ingenieros romanos. El tramo que yo exploro cuenta con numerosas ventanas o lumina de ventilación a tramos regulares.

De nuevo en la carretera, en el kilómetro 41´63 paro para ascender por la ladera, por una empinada cuesta accedo al recinto del castillo de Santa Croche del siglo XV.

El castillo medieval de Santa Croche se asienta sobre un promontorio rocoso aislado, todavía subsisten las ruinas de lo que fuera este castillo, vigilante del río Guadalaviar y sus frondosos pinares, y que domina parte del valle y ejercía la defensa avanzada de Albarracín. Tiene planta irregular, forzada por el terreno, la cual mide unos 40 metros por 22. Destaca un muro almenado, adosado a un torreón rectangular en cuyo interior puede apreciarse una bóveda de medio cañón. La puerta del castillo es adintelada y está protegida por un torreón cilíndrico. Dicha puerta está precedida por una barrera que discurre entre las rocas. Todo el edificio, aunque ha perdido sus detalles decorativos es de mampostería. Su existencia data de la época del señorío de los Azagras. Posteriormente perteneció a una rama familiar de los Heredia, sufriendo en 1469 un asedio por parte de la Diputación del Reino.
Llego de nuevo a Albarracín principio y final de esta ruta maravillosa con 46´42 kilómetros.

 

Las fotografías aparecen por orden de ruta.

 

Serafín martín.

 

Fuentes propias y:

 

http://www.caiaragon.com

http://www.redaragon.com.

 

http://www.turismoalbarracin.com

www.enciclopedia-aragonesa.com

 

Colección Rutas CAI - Nº 3 Albarracín y los Montes Universales Edita CAI – PRAMES.

http://www.castillosdearagon.es.

Ciudad de la provincia de Teruel. Es la capital de la Comunidad de Albarracín, constituida por 22 núcleos, además del propio. El número de sus habitantes desciende de forma continuada desde principios de siglo, en que tenía 1.897 hab. En 1950 contaba con 1.467 y en 1970, con 1.187. En 1978 se había reducido a 1.134. En 1998, cuenta con 1.041 hab. Gentilicio: Albarracinenses. Se trata de un bello conjunto amurallado que, para su mejor defensa, se encarama en lo alto de una peña a 1.171 metros de altitud., circundada por el rio Guadalaviar, que taja un profundo meandro a sus pies. A la singular belleza de su arquitectura, se une la no menor del escenario natural en que está enclavada. Dentro de la fortificación se encierra un caserío de calles estrechas y sinuosas, dispuestas en dirección groseramente paralela a las curvas de nivel, en la falda de la montaña. La arquitectura de Albarracín se fusiona totalmente con el paisaje aprovechando cualquier espacio constructivo y adaptándose a los desniveles del terreno. Las construcciones tradicionales, que combinan la madera con el característico rojo, con cubiertas de teja árabe y con voladizos desnivelados, alternan con iglesias y edificios nobles con escudos heráldicos, impresionantes portones y rejas magníficas. Sus habitantes distinguen entre «el barrio», que es lo primero que el viajero encuentra; «el arrabal», o parte más moderna edificada junto al río; y «la ciudad», que se identifica con el casco antiguo, considerado como uno de los conjuntos histórico-artísticos más interesantes de España, declarado Monumento Nacional el 22 de junio de 1961. Su Casco Urbano, es un bello conjunto Amurallado organizado por su plaza principal desde la cual parten tres núcleos de población perfectamente diferenciados: el barrio, el arrabal y la ciudad propiamente dicha. De época romana destaca el acueducto, excavado en roca, que abasteció hasta la Edad Media, de agua a la vecina localidad de Cella, así como las lápidas y relieves que hallamos al pie de la torre de la Catedral.  Tras el 711 y la invasión musulmana de la península, Albarracín pasa a ser núcleo militar de primera magnitud. De esta época islámica (siglo X) datan el Torreón del Andador, la Alcazaba y la Torre del Agua. A raíz de la "fitna", producida entre 1009 y 1013, Albarracín se convierte en capital del Taifato Independiente de los Ibn Razin, dinastía de la que se conserva un esenciero de plata considerado como una de las mejores joyas de orfebrería del arte hispano-musulmán.

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