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Ruta 30 Alforque, Alborgue,  Sástago, Monasterio de Rueda.

 

El 22 de Enero de 2006  Salgo de Alforque con la intención de llegar al Monasterio Cisterciense de Nuestra Señora de Rueda, la mañana está fría y con niebla muy baja que me impide ver a pocos metros. La ruta discurrirá por la Comarca Ribera Baja del Ebro.

Esta comarca se extiende a ambos márgenes del río Ebro, después de su paso por Zaragoza. El clima de la zona es riguroso y limita la agricultura al secano, centrada especialmente en los cereales y forrajes. Importante es la extracción y transformación de alabastro, del que Aragón es el mayor productor del mundo, usado en la talla y ornamentación de bellos retablos, portadas, cúpulas, ventanales, sepulcros etc. Las riberas del río garantizan una tierra húmeda y fértil, de huertas y frutales junto al cauce. En el norte, sin embargo, la aridez de las primeras sierras del desierto de los Monegros marca la severa distinción con las orillas del Ebro. La variedad de entornos que hallamos en este territorio se manifiesta en parajes tan diferentes como los cada vez más escasos bosques de pino carrasco y de sabina albar en la retuerta de Pina. Los grandes meandros del Ebro, con restos de antiguos molinos, norias y otras obras hidráulicas de origen musulmán; o las estepas y las originales saladas que caracterizan Sástago. En este término municipal es donde se alza el monasterio más importante de la comarca, Nuestra señora de Rueda.

Comarca de paso, surcada por las carreteras, autopistas y vías de tren que salen de Zaragoza, conserva numerosos emplazamientos romanos (Gelsa, Azaila) y visigodos, poblaciones atraídas por las aguas del Ebro, que atestiguan la antigüedad las poblaciones de la zona. Los árabes dejaron una profundísima huella, muy fácil de rastrear no sólo en los nombres de los pueblos (Alforque, Alborgue, La Zaida...), también en su arquitectura, los sistemas de riego... Especialmente Sástago disfrutó de una época dorada tras la reconquista, al ser sede de la casa de los Alagón, una de las ocho familias grandes de Aragón, y duques de Sástago. La comarca, al contrario que la ribera alta, no se ha visto muy beneficiada por el desarrollo de Zaragoza en este último siglo, y la emigración y envejecimiento poblacional han sido importantes.

Alforque topónimo Árabe, con 89 Habitantes pertenece a la Provincia Zaragoza, esta Situado en la ribera del Ebro, a 56 Km. de Zaragoza. Entre Gelsa y Sástago, forma conjunto con Cinco Olivas y Alborge. Alforque, está situado casi frente por frente con el de Cinco Olivas y está muy vinculado a la  historia del Monasterio de Rueda. En la plaza del pueblo me encuentro con que la noche anterior habían hecho una hoguera impresionante, donde se habían asado embutidos de todo tipo. Los de Alforque celebraban sus  Fiestas de 20 y 21 de enero en honor de San Fabián La iglesia de San Pedro Apóstol, es monumento cultural. De estilo gótico tardío del siglo XVI, con torre mudéjar y basamento de mampostería y acabada en ladrillo. Curiosa es la  casa del barquero, que permanece como testigo del antiguo sistema de barcas de paso o de sirga para cruzar de una orilla a otra del río Ebro.

Parto por una buena carretera hacia Alborgue, en el recorrido me acompaña el Ebro cubierto por una espesa niebla, y un tremendo silencio. De vez en cuando el Sol conseguía atravesar la niebla y se reflejaba en el río. Después de una pequeña subidita llego al mirador de las tres aguas, ubicado en el término municipal de Alborge, el mirador debe su nombre a estar situado justo encima de un soto y una mejana que divide el curso del río en tres brazos. Este soto conserva una rica vegetación autóctona, propia de las riberas del Ebro. Todo el paisaje que se contempla desde el mirador está condicionado por el curso sinuoso del río, que en esta zona, traza característicos meandros, muy abundantes.

 Llego a Alborge  topónimo Árabe, que en árabe significa La torre que en  trascripción al árabe se escribe Al-burj; cuenta esta localidad con  128 Habitantes pertenece a la Provincia: Zaragoza y Comarca Ribera Baja del Ebro Se sitúa en la orilla del río Ebro, a 62 Km. de Zaragoza. Su Iglesia es barroca del Siglo XVII. En su interior, hay que destacar las yeserías que ornan las pechinas y la propia cúpula  En su municipio se conserva una antigua nevera de piedra y abovedada, recientemente restaurada, en la que se guardaba la nieve durante el verano y un molino de aceite. Hay que destacar lo cuidado que se encuentra su casco urbano, gracias al esfuerzo constante de sus vecinos. En el nos encontramos con fachadas preciosas con escudos nobiliarios El Ayuntamiento continúa hoy el trabajo de la desaparecida Asociación Cultural Montler y programa cada año numerosos actos artísticos y culturales, con concursos y certámenes de carácter nacional. Fue responsable, además, de la fundación de una residencia para artistas y un museo etnológico, que se verá complementado con otro de arte contemporáneo y un auditorio. A muy poca distancia del pueblo se encuentra el castillo de Alborge (El Fuerte árabe), construido en 1165 cuando Alfonso II cedió a los monjes cistercienses del Salz la "Almunia de Alborge, sita ante Sástago, para construir un castillo que constara de torre con dos terrados y casa cubierta a doble tapial". Actualmente se encuentra  se encuentra en ruinas. En Alforque me encuentro con cuatro peirones dentro de su casco urbano, uno de ellos muy bonito en Piedra y con la imagen de San Antón, aquí encontraremos de nuevo mí amada “flecha amarilla” indicativa del camino de Santiago del Ebro. Me dirijo a Sástago por la huerta de Alborge, donde daré con el Peirón del molino, cruzaremos el río Ebro, y hay que subir una pequeña cuesta que nos lleva a  un cruce, aquí decido ir primero al llamado fortín, Se trata de una fortaleza murada del siglo XIX, construida como consecuencia de las Guerras carlistas y Liberales al borde de un acantilado que domina una amplia extensión territorial y que se visualiza desde varios miradores. Fue utilizada para enviar mensajes en código Morse con otras atalayas de la zona como el del cabezo macateró en Escatrón. Recuerda los castillos medievales por sus dos torres rectangulares, tres cilíndricas y la central, cuadrada a modo de torre del homenaje. Estaba siendo restaurada  en ese momento y la visité con las debidas precauciones las vistas que divisé desde allí eran impresionantes.

Desde aquí me dirijo a Sástago, Villa de la provincia  de Zaragoza, a 64 km. de la capital, en  la Comarca de la Ribera Baja del Ebro tiene un peculiar emplazamiento. Situada en el centro de la Depresión del Ebro, en la margen derecha del río, que se ciñe al casco urbano y forma en su discurrir pintorescos meandros, sobre depósitos cuaternarios junto al río, a 153 m. de alt. Temperatura media anual, 15,2°. Precipitación anual, 360 mm. Población: en 1998, 1.479 hab.; en 1978, 1.866 hab.; en 1950, 2.642 hab.; en 1900, 2.777 hab. El último censo daba una población de 1500 habitantes Comprende la entidad de población de Menuza. Su Iglesia parroquial de Nuestra Señora del Pilar es del Siglo XVII. En su casco urbano veremos claramente de nuevo la flecha amarilla, en una glorieta hay un pairón dedicado a la Virgen de Montler.

La villa y el castillo  de Sástago  junto con María de Huerva, fueron concedidos por Jaime I como señorío a don Blasco de Alagón, tras la conquista de Morella,   En el siglo XVI, Fernando II de Aragón transforma el señorío en condado de Sástago. El condado de Sástago fue establecido en 1511, constituyéndose así una de las ocho casas de Aragón, la de los Alagón de Sástago. Perteneció hasta el siglo XIX al conde del mismo nombre, una de las más importantes casas nobiliarias y una de las más fuertes de Aragón (“los ricoshombres”). La villa y castillo fueron concedidos por Jaime I a Blasco de Alagón en compensación por la conquista de Morella. Las relaciones entre los Alagón y el monasterio de Rueda fueron conflictivas y disputaron continuamente los límites de sus respectivos territorios.
En realidad desde el reinado de Pedro II los Alagón habían poseído la villa en calidad de tenentes, por lo cual la donación de Jaime I fue la concesión del dominio jurisdiccional. Las relaciones, no exentas de dificultades, entre la familia Alagón, propietaria de Sástago, y el monasterio de Rueda fueron continuas: así en 1242 Jaime I ordenó la delimitación de los términos de Rueda y Sástago, objeto de contienda, siendo levantada el acta de la mojonación por Esteban de Aljafería. En 1256, Blasco de Alagón concedía al monasterio el monte bajo junto a Santa María de Monler que pertenecía a Sástago. Finalmente, en 1398, el rey Martín I declaraba los respectivos derechos de Rueda y sus vasallos de la aljama de Alborge, y los Alagón sobre el aprovechamiento de una cantera, de la barca sobre el Ebro, pesca y pastos en sus respectivos términos. La población morisca de la localidad fue importante y la villa sufrió grandemente las consecuencias de su expulsión en el siglo XVII. Los árabes trabajaron el vidrio, ya quedan constancias del horno y materiales utilizados. Es también tradicional la fabricación de cuchillos con cachas de nácar del río Ebro. El sombrero de Sástago forma parte del traje regional aragonés. Se asienta sobre el cachirulo y se fabricó hasta principios de siglo en la localidad. Entre los restos arquitectónicos que conserva citamos  el castillo de la Palma, la ermita de Nuestra Señora de Montler, y la Torre del Tambor. En su término municipal se encuentra el Monasterio de Nuestra Señora de Rueda de Ebro, conjunto cisterciense del siglo XIII y objetivo final de esta ruta.

Cruzo de nuevo el Ebro por un bonito puente y comienza una subidica, en la que veremos una pequeña fortificación llamada el tambor. Al llegar a la cima veo la indicación del Camino de Santiago que viene del Monasterio de Rueda (hay que aclarar que en esta ocasión voy en dirección contraria del camino) decido seguir por la carretera porque el calor comienza a apretar y el camino no se como esta. Hay una pendiente pronunciada hasta el desvío que debo tomar a mi izquierda, en dirección a Escatrón.

Por fin  veo la maravilla del Monasterio de Rueda, este monasterio del Cister   fue fundado en 1202, y tuvo desde sus inicios un amplísimo predicamento patrimonial sobre unas 35 localidades de la comarca y aun de otros lugares de Aragón. Fundamentada su economía sobre el sistema típicamente cisterciense de explotación de granjas, el monasterio -cuyo templo fue iniciado en el año 1226- alcanzó pronto gran notoriedad económica, siendo uno de los primeros monasterios en importancia para la casa matriz de la orden en el condado de Toulouse.

 En la fábrica actual del monasterio se da una superposición de épocas y estilos, correspondiendo la parte más antigua al refectorio, el calefactorio, la cocina y las dependencias dedicadas al noviciado, situado todo ello en el ala sur del edificio. Allí existió una primera capilla monacal, puesta bajo la advocación de San Pedro, y que desapareció en el transcurso de unas obras posteriores. La iglesia del monasterio se concluyó alrededor del año 1238 tras unos trece años de obras. Las obras del claustro debieron de ser más lentas, puesto que, iniciadas -junto a las de otras dependencias, como la biblioteca o la sala capitular- hacia 1256, no se concluyeron hasta la primera mitad del siglo siguiente (año 1340), fecha en la que se debió construir la fachada del templo que da a la gran plaza de acceso, en la que se hallaba la hospedería y el palacio de los abades. A lo largo del siglo XVI se realizaron obras de ampliación y mejora del monasterio, siendo precisamente estas las que se hallan, en general, en peor estado de conservación. La torre, de estilo mudéjar, se levantó en el siglo XVII. La parte mejor conservada, y la más interesante, es la más primitiva del recinto. Muy hermoso, curioso y recoleto es el refectorio, situado en el ala meridional del monasterio y al que se accede a través de una bella puerta moldurada. Bajo la bóveda de medio cañón, y encaramado en el muro de la pieza, se conserva aún el púlpito, con una curiosa escalera abierta en el muro y apoyado sobre una gran ménsula. La escalerilla está jalonada por arquería apoyada sobre columnas rematadas por sencillos pero bonitos capiteles. Abierta también al bello y espacioso claustro se halla, asimismo, la sala capitular, con unas hermosas entradas y espaciosas vanas para ganar luz, decorados con arcos dentados con puntas de diamante. En el centro del claustro permanece aún el pozo y junto a él, la gran cisterna de la comunidad, bastante numerosa a juzgar por los moradores del monasterio en el momento de la exclaustración: 30 monjes y unos cuarenta servidores, entre legos y criados. La otra pieza de interés es la zona destinada al noviciado, del gótico primitivo, con curiosos y robustos pilares sobre los que descansa la bóveda de crucería. El conjunto se cierra al norte por la iglesia abacial, de tres naves de cinco tramos, sin crucero y con el ábside plano. La única capilla abierta a las naves albergó, entre otras, la tumba del que fuera Justicia de Aragón Juan Gil de Tarín, fallecido en 1290. En la fachada que da a la plazuela de acceso se labró, durante la reforma del siglo XV, un bonito rosetón. Poco es lo que queda, de la ornamentación interior del templo. El magnífico retablo mayor, una excelente obra plateresca tallada en alabastro por los maestros de la escuela de Damián Forment, se trasladó tras la exclaustración a la iglesia parroquial de Escatrón, donde, por razones de espacio, se sacrifico parte del majestuoso basamento. El campanario se alza sobre torre octogonal con formato de alminar almohade. Este conjunto es monumento nacional.

El nombre de Rueda hace alusión a la colosal noria enclavada en la huerta del Monasterio de Nuestra Señora de Rueda de Ebro.

El Monasterio benedictino de Nuestra Señora de Rueda de Ebro, es uno de los lugares más tristemente hermosos, o hermosamente tristes, de cuantos pueden visitarse a lo largo del largo curso del río Ebro. La desamortización de 1835 arruinó de un plumazo casi siete siglos de vida monacal, desperdigándose entonces su rico patrimonio mueble y ornamental, al tiempo que el edificio y todas sus dependencias entraban en un progresivo proceso de deterioro y abandono, actualmente este Monasterio es propiedad del Gobierno de Aragón que lo ha restaurado casi completamente ,habiendo actualmente una hermosa hospedería.

 

Después de disfrutar de este hermoso día regreso al punto de partida.

Las fotografías están ordenadas por orden de ruta.

 

Serafín Martín

Fuentes propias y:

http://www.dpz.es/turismo/municipios

http://www.sastago.com.http://www.redaragon.com/turismo/castillos/

 

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