Ruta 158 por Cataluña.-

 

 

Ruta 158 por Cataluña.-

El 9 de Septiembre de 2016 llevo en Salou un total de 12.245 kilómetros

Después del camino de tierra en el kilómetro 5,63 llego a una rotonda.

En el kilómetro 6,18 paso por la Ermita de la Madre de Dios de la Pineda, que pertenece a Vilaseca. Este santuario fue construido en el siglo XIII se amplió en 1708. En su interior se encuentra un bajo relieve de la Virgen, realizado en piedra en el siglo XIV. A su lado se encuentra una antigua torre de defensa del siglo XVII.

En el kilómetro 7,0 llego al Parque Dolca. Recibe su nombre de la torre del Siglo XVI, situada en medio del parque, constituye el núcleo generador del parque que pretende ser un espacio abierto verde, con una utilidad social, deportiva y cultural, que se enmarca en el tiempo, es decir un parque diseñado con criterios de sostenibilidad. Se crearon lagunas artificiales y zonas húmedas con macrófitos, donde sobre todo en periodo de paso es fácil observar aves migratorias. Este parque ocupa un espacio donde antiguamente se desarrollaba una actividad agrícola, de cultivos mediterráneos, como olivos, algarrobos y vides. El proyecto de jardinería del parque, da cabida a todo tipo de vegetación, tanto autóctona como alóctona, para potenciar la diversidad ambiental de esta zona y así fomentar  la gestión del agua, la creación de nuevos ecosistemas acuáticos, arboretums especializados en antiguos cultivos mediterráneos como son el olivo y el algarrobo, así como espacios dedicados a la vegetación más explícita. La torre emplazada en este parque es una torre de vigilancia del Siglo XVI, era la de más envergadura de todo el entramado de defensa de las torres de vigilancia. Debajo de ella y en uno de sus lados  se encuentra una antigua cantera, donde se extraía  piedra de “soldó”, piedra natural, utilizada durante muchos siglos para construir catedrales y edificios modernistas, como la Cooperativa de Vila seca.

En el kilómetro 10, de nuevo una rotonda,  a la entrada de Vilaseca  que distribuye el tráfico entre la A-7, la Nacional y La Comarcal, una locura que debo cruzar a pie y por narices, porque nadie me cede el paso (La educación vial de este país).

Continúo por la N-340 hacia Tarragona.

En el kilómetro 14,80 llego a la Canonja. La Canonja es un municipio español situado en la comarca del Tarragonés, provincia de Tarragona, en la comunidad autónoma de Cataluña. El 15 de abril de 2010 se constituyó como municipio independiente. Según el INE en enero de 2014, es de 5807 habitantes. a Canonja, fue un municipio de la comarca del Tarragonés hasta el año 1964, cuando pasó a formar parte del municipio de Tarragona, y se constituyó como entidad municipal descentralizada, mediante un decreto del Presidente de la Generalidad de Cataluña 50/1982, de 4 de febrero. Por acuerdo del Consejo Plenario Municipal de fecha 14 de abril de 1983, quedaron fijadas las competencias a transferir al ELM de La Canonja y las relaciones de colaboración. La Canonja es otro de los núcleos de población que con motivo de la industrialización petroquímica ha sufrido en las últimas décadas un gran cambio demográfico y urbanístico. A partir de 1964 quedó anexionada al municipio de Tarragona, y desde 1982 comenzó a disfrutar de cierta independencia administrativa como entidad municipal descentralizada, con la concesión de un nuevo término -más pequeño que el anterior y siguiendo los límites parroquiales-

Por acuerdo del plenario del Ayuntamiento de Tarragona del 27 de mayo de 2004, este ayuntamiento manifestó su voluntad de iniciar los trámites para que La Canonja pudiera constituirse en municipio propio. En abril de 2007 se remitió la petición a la Generalidad de Cataluña. En septiembre del 2008 la Generalidad de Cataluña y el Parlamento de Cataluña dieron sucesivamente un informe desfavorable y votaron en contra de la independencia de La Canonja ya que ésta no se hallaba a más de 3.000 metros de otro núcleo de población. Sin embargo, al tratarse de una reclamación histórica que cuenta con el consenso de todas las partes implicadas se accedió a crear una ley específica sobre La Canonja. El 15 de abril de 2010, por el voto unánime de todo el parlamento catalán se aprobó el proyecto de ley por el cual La Canonja se separaba de Tarragona y se constituía como municipio independiente.

El Castillo de Masricart, es en realidad un gran pero lo casona señorial que preside el pequeño casco antiguo del antiguo pueblo de Masricart. No se tiene ninguna aclaraciones de cuando fue construido el Castillo, aunque, si se empieza a mencionar documentalmente el "manso Ricardi" a partir del año 1228, habrá que creer que el mas ya estaba y que estaba situado donde ahora está el Castillo. Las conjeturas sobre la presencia anterior de una villa romana están por demostrar, a pesar de que se haya encontrado algún elemento de origen romano en las paredes del Castillo.

 

La estructura arquitectónica que hoy podemos contemplar es típicamente gótica, de planta cuadrada con un patio central, que contiene la escalera y organiza las diferentes dependencias. La ventana sobre el acceso, en la fachada principal, corresponde inequívocamente a esta época. Probablemente fue durante la segunda mitad del siglo XVI, siendo señores de Masricart los Castellví y los Ponç, que el Castillo adquirió su forma actual.

La construcción es de varias épocas y está realizada con materiales humildes. La mayor parte de las paredes son de tapia o mampostería de piedra. las bóvedas de la planta baja son de dos hojas de ladrillo, con riñones rellenos de tierra vegetal. La parte más consistente es el zócalo de la fachada principal, de sillares, algunos de los cuales provenientes de alguna estructura romana.

 

Tal como corresponde a un edificio rural, la planta baja estaba destinada a cuadra y bodega, con grandes lagares donde se almacenaba el vino de los agricultores masricardencs. También estaba la cárcel y, seguramente, alguna dependencia destinada al Batlle y el común. La primera planta era la planta noble, con las habitaciones del señor. Arriba de todo, la buhardilla, con toda aquella fila de aperturas, muy habitual en los cortijos catalanes del siglo XVIII, que aseguraba una buena ventilación para secar los frutos o el grano. En una esquina de la barbacana apareció la inscripción del año 1748, lo que permite datar la parte alta de la construcción.

 

El último señor de Masricart fue el Conde de Hogar. Sus herederos lo vendieron en La Caja de Ahorros de la Diputación de Tarragona en 1965. Después de un tiempo de reivindicación del Castillo como centro cultural, la misma Caja lo vendió en 1984 a la recién creada entidad Local Menor de la Canonja por el precio simbólico de una peseta. Posteriormente, en dos etapas, se procedió a la consolidación del edificio y su reutilización como equipamiento cultural al servicio del pueblo.

 El 10 de abril de 2014, se inauguraron las obras de ampliación del Castillo hacia el ala oeste, con un nuevo acceso desde la calle Masricart, y que han permitido dotar al Castillo de un ascensor para hacer accesible las dependencias de todo el edificio a personas con movilidad reducida. La intervención que se ha propuesto es de máximo respeto y rigor histórico hacia la fachada existente, que se ha conservado e integrado en la nueva volumetría del edificio. La nueva fachada, que mira hacia la calle Masricart, dispone de un lenguaje más actual propio de un edificio público, con grandes entradas de luz, que invitan a acceder a la sede cultural del municipio.

Actualmente, en las instalaciones del Castillo se encuentra la Biblioteca Pública , el Fondo Ricardo Salvat y el Fondo del Centro de Estudios Canongins, el Archivo Municipal , sala de exposiciones, salón de actos y polivalente y despachos de la administración.

 

La iglesia fue iniciada hacia el año 1746. En el año 1753, debido a falta de caudales, los administradores de la fábrica de la nueva iglesia decidieron que los habitantes de Masricart también debían contribuir en los gastos e hicieron una encuesta para demostrar que los masricardencs eran feligreses de la Canonja. Estos últimos, por el contrario, intentaron obligar a los canongins contribuir en los gastos de reconstrucción de su propia iglesia, fundamentándose en su antigua preeminencia. La cuestión fue llevada a la Curia Eclesiástica de Tarragona, que dictó sentencia a finales de 1756 favorable a los intereses de Masricart. Los canongins opusieron a la sentencia, hasta que en 1760 consiguieron ser absueltos de sus obligaciones a Masricart. Mientras tanto, a finales de 1757, el vicario general concedía la licencia para bendecir la nueva iglesia de Canonja y transportar el sacramento desde la vieja. El 28 de noviembre de aquellos años se bendijo solemnemente la iglesia. Las obras habían durado, pues, 11 años.

 

Seguramente, durante el transcurso de la obra se tuvo que hacer algún replanteo de la intención inicial. Lo hace pensar el hecho de que la transición de la planta cuadrada a la octogonal no está bien resuelta, y que el octógono debería haber acabado siendo regular. 

La iglesia ha continuado abierta al culto con muy pocas interrupciones. En 1873, durante la tercera guerra carlista, fue ocupada por los liberales, que hicieron algunas obras de fortificación. En julio de 1936 desaparecería el retablo del altar mayor y se quemaban, en el rellano, una buena parte de las imágenes y maderamen y la iglesia se convertía en garaje de los coches y camiones incautados por el comité antifascista. Inmediatamente después de la contienda civil se realizaban algunas obras de reparación y también se colocaba el pavimento actual. En 1958, el rector Luis Zaragoza proyectó una remodelación del altar mayor, que encargó al artista Josep Grau Garriga. No se pudo llevar a cabo debido a la oposición de los feligreses. Pero a principios de los años sesenta, el mismo rector colocaba las vidrieras que decoran las ventanas de la iglesia, obra de Francisco Fornells Plan.

 

Durante el año 1997 se procedió a la rehabilitación de la fachada principal y del campanario, que se encontraban en un estado ciertamente deplorable e incluso peligroso. Habían pasado 241 años desde que la iglesia fue bendecida, y 158 desde que se había terminado el campanario. Un campanario, el Canonja, que siempre había sido un hito identificativa del pueblo. Con las obras que se han hecho, gracias a la colaboración de la mayoría, la comunidad canongina siempre expresa y reafirma, de una manera simbólica, aquella intención inicial de trascender el futuro. "

Durante las obras de pavimentación de la Plaza de la O, en 2009, se descubrió casualmente el acceso al refugio que se encuentra debajo de la misma plaza y de la calle Ravaleta. Este disponía de dos accesos, uno desde Ravaleta y el otro es el que se ha descubierto y adecuado recientemente.

Una vez descubierto se procedió a dibujar el estado actual de refugio y después se redactó un proyecto de adecuación interior y de construcción de un pequeño pabellón de acceso, donde también hay un pequeño espacio para poder colgar una serie de paneles explicativos de cómo eran los refugios y de cómo se construían. También se colgará documentación inédita del archivo municipal, sobre todo la que hace referencia a los turnos de trabajo de la gente encargada de construirlos. Las obras de adecuación han finalizado durante este mes de mayo y próximamente se abrirá al público con un horario preestablecido.

Historia del refugio de la Plaza de la O

En primer lugar hay que situar la Canonja en el contexto de la Guerra Civil, su situación geográfica tan cercana al campo de aviación de Reus, la hacía sensible a los bombardeos de la aviación nacional, lo que propició la construcción de los refugios en una fase muy inicial de la guerra. De hecho se empiezan a construir durante el año 1937.

En cuanto al refugio de la Plaza de la O sabemos que tenía los dos accesos públicos y al menos un acceso particular. Tiene una longitud aproximada de unos 50 metros, su túnel interior tiene una anchura de unos 2 metros y una altura libre interior en el centro de la bóveda de 1,75 metros. Aproximadamente en el centro de su recorrido dispone de un pozo de registro y ventilación que se encuentra banco con blanda cerámica, al igual que la vuelta de acceso, que se encuentra a unos 6 metros de profundidad respecto a la cota de calle. Su punto más bajo y coincidente con la parte central de su recorrido interior se encuentra a 8 metros de profundidad.

Otros refugios en La Canonja El conocimiento de los refugios de la Canonja ha sido mayoritariamente por tradición oral, aunque en el archivo municipal existe diferente documentación que corrobora la existencia de los mismos, y su proceso de construcción a partir del año 1937, sobretodos los que son públicos, porque también hay de privados.

El primer refugio que se haga accesible fue el que se encuentra debajo de la Plaza del Obispo Borràs, este consiste en un túnel excavado desde la cara exterior de la timba que rodea la colina donde se encuentra la villa. Se eligió el de la Plaza de la O y Ravaleta porque se encuentra en muy buen estado de conservación y porque era relativamente sencillo hacer un acceso y descubrir de nuevo el segundo acceso.

En el kilómetro 19,40 llego a los arrabales de Tarragona, barrios obreros y degradados, donde como en todas partes parece ser que los responsables políticos dejan las partidas presupuestarias para el centro de la ciudad, deprimente….

En el kilómetro 23,75 ante el maremágnum de tráfico, y la falta de seguridad para mí decido dar la vuelta, cuando llevo 23,75 kilómetros.

En el kilómetro 33,80 estoy de nuevo en Vilaseca, y paro ante Castillo de Vila seca. Antiguo castillo de estilo neo medieval de la época de repoblación cristiana del Camp de Tarragona. Situado al norte del actual núcleo urbano de Vila seca, su esbelta silueta destaca por encima del frondoso pinar que lo rodea. La Torre de los Olzina, que algunos historiadores sitúan en el periodo romano, es la edificación más antigua del actual castillo. Esta torre de planta cuadrangular dispone de un  perímetro interior de 5,10x 4,25 metros y sus muros exteriores tienen un grosor de dos metros.

Muy cerca del castillo se encuentra el edificio abandonado de la antigua Cooperativa. Concebido por el arquitecto  Pedro Domenech, fue construido en el año 1919. Es de grandes proporciones, con tres naves de planta rectangular, hechas con mampostería común y sillares en las esquinas. En la fachada principal se abre una gran arcada de medio punto que da luz a todo el conjunto. También hay dos pilastras en falsa escuadra coronadas con dos esferas pétreas. Las cornisas están decoradas con dentellones. En el año 1920 entró el primer carro de vendimia en el nuevo edificio de la cooperativa.

En el kilómetro 46,19 llego al apartamento

Las fotografías aparecen por orden de ruta.

Serafín Martín.

Fuentes propias y:

https://es.wikipedia.org/wiki/La_Canonja

http://www.lacanonja.cat/coneixer-la-canonja/fills-illustres/34