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Ruta 12.- Zaragoza, Monzalbarba, Utebo,  Sobradiel, Torres de Berrellén, Alagón Cabañas de Ebro.

El día 4 de Marzo de 2006 salgo de Zaragoza siguiendo el Camino de Santiago del Ebro. Caminos de Santiago hay muchos en Aragón, de hecho la flecha amarilla la sigo frecuentemente por todas las latitudes de mi tierra.

El Camino jacobeo del Ebro lo utilizaban los peregrinos procedentes de los países ribereños del Mediterráneo consolidaron este camino del Ebro desembarcaban en Tortosa desde donde partían  a Gandesa, Caspe, Zaragoza, los cuales se dirigían hacia Utebo y Casetas, penetrando seguidamente en los términos de Sobradiel, para continuar hacia Torres de Berrellén y Alagón, Tudela, Alfaro y Calahorra hasta Logroño, donde enlazaban con el Camino Francés. Es la calzada romana que desde hace más de dos mil años ha unido Tárraco con Astorga, un histórico eje de comunicaciones que descubre al caminante tierras y gentes de Cataluña, Aragón, Navarra y La Rioja.
La Ruta Jacobea del Ebro es un camino de peregrinación en auge. En los últimos años, las asociaciones del Camino de Santiago de estas comunidades autónomas han comenzado a coordinar sus esfuerzos para difundir y proteger esta histórica vía de peregrinación. El Camino del Ebro ofrece al romero su tradición, su arte y su cultura, su historia, su gastronomía. Así compensa su esforzado caminar, la fatiga de cada jornada que llena de sentido el espíritu jacobeo.
El Ebro, antigua vía de circulación para personas y mercancías, sigue ofreciéndose al peregrino como una guía excepcional en
su lento peregrinar hacia el encuentro de la tumba del apóstol Santiago

El camino de hoy, comienza en el parque del  Barrio de la Almozara, por un camino lateral al río, seguiremos la flecha amarilla durante todo el trayecto de hoy, ya que esta nos indicará la ruta a seguir ,llego  al Complejo Deportivo Municipal Río Ebro y la flecha amarilla me indica que siga la carretera  lateral que discurre por su tapia, al llegar al final de la misma giro a mi izquierda, pasaremos por debajo de la autopista A-2 y seguiremos en dirección a la localidad de Monzalbarba (Actualmente barrio de Zaragoza)  Situado a 7 Km. de Zaragoza y a una altitud de  204 m. en 1980  tenía 1.465 habitantes ; En 1991 tenía 1.401 habitantes. Monzalbarba esta  situado sobre la margen derecha del Ebro, entre la ciudad y Utebo. Tiene personalidad propia como núcleo rural. El casco urbano se asienta en la llanura, rodeado de huerta, presidido por el edificio de la iglesia parroquial. El nombre de Monzalbarba proviene de mandil-barbar, significa asentamiento  Bereber, debido a que tras la conquista de Zaragoza por los árabes se asentó aquí una tribu Bereber.En el centro de su casco urbano se pueden apreciar casonas Renacentistas.

El día 8 de septiembre se celebran fiestas dedicadas a Nuestra Señora de la Sagrada, imagen que ya recibía culto en época anterior a los mozárabes que le dieron el nombre de La Antigua. En honor de la Virgen existe un dance de tiempo inmemorial; en los archivos parroquiales hay constancia del mismo ya en 1688, cuando los danzantes acompañaron a la imagen en su traslación a Zaragoza con motivo de una plaga de langosta. Los danzantes, en número de doce, sólo actúan en la procesión y acompañando a la Virgen hasta la ermita. El mayoral es sustituido por un mozo del pueblo, que es el encargado de dirigir y dar las órdenes para los cambios de mudanza. Antiguamente había representación de moros y cristianos, pero en la actualidad se conserva tan sólo el baile de palos y espadas.

En este recorrido veremos autenticas joyas del arte mudéjar, por lo que hago una pequeña descripción del mismo y sus orígenes.

El arte de los Mudéjares (Población musulmana que permaneció en  al-Andalus después de la reconquista) ocupa un lugar único entre las expresiones del arte islámico.El mudéjar es la creación más genuina de la cultura española, un arte que se difundió entre los siglos XII al XIV y llenó de magníficas creaciones artísticas todos los rincones de la geografía peninsular.  La reconquista fue el factor que más influyó en el arte mudéjar. Los nuevos señores entraban en territorios llenos de construcciones de toda índole,(casas mezquitas, palacios, baños, jardines...) fácilmente adaptables a las necesidades cristianas y deslumbrantes, en ocasiones con grandes lujos decorativos, por lo que no es difícil entender que se quedaran fascinados. La población musulmana que se quedó recibió el nombre de mudéjar procedente del árabe mudayyán (aquel a quien se ha permitido quedarse a través de un pacto). Los oficios relacionados con la construcción, era uno de los campos en que los mudéjares estaban especializados. Estos constructores, auténticos artistas del ladrillo y la cerámica eran  llamados “alarifes”. Entre ellos, por su importancia artística, cabe citar a Mahomet Bellito, maestro del palacio de la Aljafería de Zaragoza.
Los artistas mudéjares, grandes conocedores de la artesanía, la albañilería y la carpintería, su conocimiento de las formas y técnicas arquitectónicas islámicas les permitieron concebir un arte distinto.
 Con materiales baratos y fácilmente disponibles lograban efectos de una riqueza sorprendente, aplicando sistemas de trabajo rápidos y eficaces rigurosamente islámicos, levantaron para los cristianos recién llegados casa, palacios, conventos e iglesias. Este tipo de arte constructivo no se dio en ningún otro territorio del Islán. Es una realidad nueva, exclusivamente Hispánica, que no puede insertarse en el arte occidental ni en el Islámico y que obedece a la coexistencia de ambas culturas. En Aragón, la periodicidad del mudéjar se dilata, llegando hasta el siglo XVII. Será aquí donde el estilo artístico alcanza una personalidad más sobresaliente, un hecho que responde a la convivencia de culturas diferentes, la cristiana, la musulmana y la judía. En el conjunto del mudéjar hispánico, el foco regional aragonés adquiere una poderosa personalidad y un vigor excepcional, que le convierte en una de las regiones mudéjares de mayor interés y con mayor densidad de monumentos. Esta personalidad del mudéjar aragonés se explica, en parte, por el proceso histórico, por los condicionamientos geográficos y por los propios precedentes islámicos de Aragón. Para reconocer la importancia de este estilo, la UNESCO lo ha declarado Patrimonio de la Humanidad.

Llego a Utebo  Municipio y lugar de la provincia  de Zaragoza que dista 12 km. de la capital. Con una extensión de 18 km.2, la población del término en 1998 era de 9.488 habitantes  y no ha cesado de crecer desde 1900, en que contaba con 1.403 hab.; en 1960 había alcanzado ya los 3.289. La mayor parte de la misma se concentra en la capital del municipio, que cuenta con una magnífica torre mudéjar de la iglesia parroquial de Santa María, uno de los más bellos ejemplares existentes en Aragón, por sus complejos arabescos paños de rombos arquillos de medio punto entrecruzados y combinación de azulejos en verde y azul con motivos vegetales, florales y geométricos.. Está decorada con cerámica de Muel, esta torre de consta de tres cuerpos y esta  adosada al muro oeste de la iglesia, de tipo cristiano, con escalera interior cubierta con bovedillas por aproximación de hiladas.

Esta torre campanario está reproducida en el Pueblo Español, de Barcelona. El casco urbano es llano, asentado sobre la margen derecha del Ebro. No por eso está exento de tipismo, como puede comprobarse en las casas de la Callejuela.

El término está situado en la margen derecha del Ebro, con pequeñas porciones en la izquierda, es totalmente llano, con un alt. Media de 205 m. La superficie cultivada en 1998 es de 1.788 Ha. de las cuales más del 70% son tierras de regadío; suministradas por una compleja red de acequias derivadas del Ebro, Jalón y del Canal, de éste procede el agua potable. Del conjunto de superficie municipal el 67% son tierras de cultivo, la superficie forestal apenas representa el 4% localizándose en su totalidad en las zonas de regadío. La agricultura es, con la industria, la principal actividad económica; las producciones más importantes son las hortícolas, maíz y cereales. Saliendo de Utebo el camino atraviesa la autopista A-2 por debajo de ella, este camino hasta Sobradiel la mitad es de tierra y la otra mitad esta asfaltado.

El municipio de Sobradiel está situado en el centro de la depresión del Ebro, en la margen derecha del río Ebro sobre depósitos cuaternarios, a 213 m. de alt. Temperatura media anual, 14,3°. Precipitación anual, 360 mm. Población: en 1998, 610 hab.; en 1978, 608 hab.; en 1950, 644 hab.; en 1900, 460 hab.

 Comprende la entidad de población de Soto Candespina. a 16 kilómetros de la ciudad de Zaragoza, en dirección hacia Logroño.

 Pueblo de señorío. En 1140 Ramón Berenguer, Príncipe de Aragón y Conde de Barcelona, donó el castillo y villa de Sobradiel, con sus vecinos y términos, a su vasallo Artal. En el Señor recaían el dominio y jurisdicción, poseía todas las tierras del lugar, era el dueño de la caza y pesca, poseía el horno, la tienda, los puentes y el mesón. Dos familias detentaron el señorío de Sobradiel con un dominio más dilatado en el tiempo: la de los Cerdán de Escatrón y la de los Cavero.
Los habitantes de Sobradiel fueron arrendatarios de las tierras del término hasta fechas recientes. Hasta 1942 perteneció al conde de su mismo nombre

El Instituto Nacional de Colonización adquirió la Finca Sobradiel en 1945, que repartió las tierras del término entre los vecinos. Sobradiel tiene Iglesia barroca, del siglo XVIII, dedicada a Santiago. Tiene una cripta bajo el presbiterio, donde se encuentra el panteón de los condes de Sobradiel. El Castillo de Sobradiel se asentaba sobre un reducido montículo, que permitía ver la vega circundante; sobre los restos del mismo fue construido el antiguo palacio, todavía en pie en 1816. Existieron unos graneros y caballerizas contiguos sobre los que fue levantado en el siglo XIX  la casa-palacio condal  de los Condes de Sobradiel, y que es la actual Casa Consistorial, situado frente a la Iglesia Parroquial.
La Iglesia Parroquial es un edificio de planta rectangular y aspecto sobrio. El material empleado fue el ladrillo macizo, con una de sus caras vista al exterior. Las fachadas están enmarcadas por pilastras adosadas de capitel dórico. El espacio está distribuido en semisótano, dos plantas y una tercera altura abuhardillada.

Las fiestas patronales son en honor de San Antonio, del 13 al 15 de junio. También se celebran las de San Marcos, el 24 de abril, con romería a la ermita del patrón (San Antonio), situada a un kilómetro aproximadamente del casco urbano. El municipio de Sobradiel ha experimentado una gran transformación en los últimos años, la base económica principal actualmente la constituye la industria, siendo un pueblo bien dotado de servicios e infraestructuras. El río Ebro en su transcurrir por el término de Sobradiel propicia la existencia de fauna y vegetación características de las zonas ribereñas. Sin embargo la presencia del río Ebro ha sido en ocasiones amenazadora y peligrosa, como en 1582, momento en el que una gran riada acabó con el lugar y hubo que reconstruirlo y repoblarlo. Son variadas las especies vegetales que se pueden contemplar: chopos, álamos, fresnos, sauces, tamarices, etc. La fauna es la común de la ribera del Ebro, cuyo cauce, en continua evolución, está configurado en el presente por islas, de acceso directo en la época de estiaje.
Como elemento peculiar cabe destacar la existencia de una barca, necesaria para transportar maquinaria y productos agrícolas, ya que la Finca Candespina, situada en la margen izquierda, atrapada entre el Ebro y los montes del Castellar, prácticamente es la única conexión que tiene con la margen derecha del río.

Llego a Torres de Berrellén originariamente era una agrupación de casas de labor llamadas en Aragón "torres", que los vecinos del Castellar empezaron a edificar durante el siglo XII, en la margen derecha del Ebro y en la confluencia con el río Jalón, para utilizarlas como auxiliares de los aprovechamientos agrícolas de esta ribera, dado que la situación de El Castellar en la margen izquierda en lugar estratégico en la cima del monte de El Castellar impedía los desplazamientos continuados a estas tierras fértiles y se hacia indispensable permanecer en estas torres varios días, o incluso residir en ellas, para atender a las labores agrícolas. Torres de Berrellén  significa en árabe Torres de Abán Rannan, en Árabe Ibn Rannan. La iglesia parroquial está dedicada a San Andrés. Corresponde al siglo XVI. La torre, reconstruida, presenta el mismo estilo mudéjar que se supone tuvo antaño. Entre los edificios civiles destaca el palacio de los duques de Villahermosa, del siglo XVII. Sobre los montes del otro lado del Ebro, en la margen izquierda se levanta la ermita de la Virgen del Castellar a la que se va en romería en el mes de mayo durante las fiestas patronales que se desarrollan del 7 al 11, en honor de la citada advocación mariana y de San Gregorio de Ostia. El Castellar se levantó en el año 1080 por Sancho Ramírez como una fortificación militar para defenderse de las incursiones árabes y bajo su cobijo creció una rica población, la villa de El Castellar, a la concedió carta puebla en 1091Tras la conquista de Zaragoza cesó esta utilidad militar y es cuando el reparto de tierras a los habitantes, por parte de Alfonso I y el Conde Ramón Berenguer, provocó la edificación de estas torres que, al estar situadas en la partida huerta llamada Berrellén, acabo llamándose el poblado de Las Torres de Berrellén, dependiendo de la villa de El Castellar durante los siglos XII, XII y XIV. El Castellar fue vendido por Pedro IV a don Lope Fernández de Luna, continuando con sus sucesores hasta que volvió otra vez a la Corona con el casamiento de doña María de Luna y Martín I. En 1421, Alfonso V lo vendió a Martín Díez de Aux, siéndole arrebatado tras su caída en desgracia con el rey. Fue comprado nuevamente por Juan Ximenes de Cerdán en 1440.
Es en estos momentos cuando se va a producir la consolidación del actual núcleo, tras los disturbios sociales de una parte del pueblo zaragozano contra los Cerdán. La ciudad de Zaragoza por mediación del "Consejo e los Veinte" quiere hacer valer sus derechos a leñar en el norte, entablándose abierta pugna entre les habitantes de El Castellar (entonces en 1466 con 6.000 pobladores) y Zaragoza cuya población, enaltecida por Ximeno Gordo, ataca la villa de El Castellar, obligando a la dispersión de sus habitantes, asentándose muchos de ellos en el actual Torres Berrellén. No obstante, la villa de El Castellar no se despuebla completamente hasta 1570, cuando se produce el traslado definitivo a Torres de Berrellén. Comenzando entonces su mayor florecimiento que culmina con la construcción de la Iglesia-parroquia de San Andrés en el siglo XVI y el palacio de los Duques de Villahermosa en el siglo XVII.

Del castillo de El Castellar no se quedan en pie más que lienzos incompletos de grandes paredones, que formaban le estructura de sus torres son más fuertes que se van cayendo conforme se desmorona a sus pies el farallón yesoso que constituye su base, carcomido por la erosión del río. Pero aún conservan estas ruinas, asomadas al borde del profundo cantil, un aire de grandeza y de prestigio histórico, en 1111 fue prisión de Doña Urraca, esposa de Alfonso I El Batallador, que unido a la belleza salvaje del lugar, impresionan fuertemente a quien lo contempla.
Además de estas ruinas, en El Castellar se yergue una ermita para la imagen de la Virgen de El Castellar (siglo XIII) levantada en la primera mitad del siglo XIX frente a la desembocadura del Jalón, a la que se acude en romería una vez al año para visitar a la patrona de Torres de Berrellén.
En sus aspectos civil y político, Torres de Berrellén estuvo unido a El Castellar formando parte de un Señorío temporal cuya vigencia duró desde 1091 hasta 1812 en que las Cortes de Cádiz suprimieron el Señorío y la Baronía de Torres de Berrellén junto con todos los señoríos jurisdiccionales españoles; siendo los primeros señoríos de la Baronia los Luna y acabándose la misma con los Duques de Villahermosa. No obstante, a pesar de desaparecer la dependencia del señor del lugar, hasta 1969 la propiedad de parte de las tierras estaba todavía en manos de los Villahermosa que, en dicha fecha y por mediación del Instituto de Colonización, vendieron entre los agricultores del municipio sus propiedades terminando esta servidumbre. Entre los hijos ilustres de Torres de Berrellén cabe destacar a Juan Pablo Bonet, conocido por su obra "Reducción de las letras y arte de enseñar a hablar a los mudos" publicada en Madrid en 1620.Se trata del primer tratado moderno de fonética, donde expuso un procedimiento basado en la lectura labial para enseñar a hablar a los sordos o para mejorar sus habilidades de comunicación verbal y no verbal, incluso por medio de la enseñanza de signos manuales y un alfabeto digital.
Todos los años la Asociación de Sordomudos de Zaragoza peregrinan a Torres de Berrellén para rendir homenaje a la memoria del hombre que supo abrir cauces nuevos para romper la incomunicación del mundo del silencio. Hay dance, con el texto dedicado a San Ildefonso. Además de las fiestas citadas, hay otras el 30 de noviembre, en honor del titular de la iglesia parroquial, y las dedicadas a Santa María, del 22 al 26 de julio. En Torres de Berrellén nació Juan Pablo Bonet, ilustre pedagogo que revolucionó el sistema de enseñanza a los sordomudos.

Abandono Torres de Berrellén siempre siguiendo la flecha amarilla y llego a las proximidades de la desembocadura del Río Jalón, aquí el río parece tener prisa por fundirse con el Ebro, este río nace en unos manantiales al pie de Sierra Ministra, en la paramera de Medinaceli, por la que discurre encajado hasta Arcos de Jalón, donde se amplía a favor de los materiales terciarios blandos de la depresión de Ariza, discurriendo ya en territorio aragonés. En este sector recibe los ríos Nájima y Henar. Nuevamente se encaja en el pliegue calcáreo de Alhama de Aragón y cruza con meandros encajados el paleozoico de Bubierca, de la rama castellana de la Ibérica. En este tramo recibe los ríos Monegrillo, Piedra-Mesa y Manubles. En la depresión tectónica de Calatayud, y a favor de los yesos, amplía su valle y elabora un bonito escarpe en su margen izquierda. Recibe aquí los ríos Jiloca, Perejiles y Ribota. Vuelve a tajar el paleozoico de las sierras de Algairén y de la Virgen, con meandros bien marcados y encajados. Ya en la depresión del Ebro, recibe las aguas del Aranda, Grío y Alpartir, dirigiéndose hacia Alagón, entre este y Torres de Berrellén  desemboca en el Ebro. Tiene una cuenca de 9.338 km.2, una longitud de 224 km. Su caudal en Calatayud es de 20,8 m.3/s. pero muy irregular por ser de régimen pluvial mediterráneo. Para cruzar el Jalón hay un puente estrecho y viejo que  nos deposita en un camino con choperas y álamos de ribera, ya estoy cerca de Alagón, donde entro por su antigua azucarera hoy en ruinas, testigo mudo de una industria azucarera que no volverá. En su tapia se ve claramente la flecha amarilla.

Alagón Municipio de la prov. de Zaragoza que tenia una población en 1998, de 5.552 hab.; en 1975, 4.774 hab.; en 1970, 5.114 hab.; en 1950, 5.512 hab.; en 1900, 3.745 hab. Se encuentra a 24 km. de la capital, unida a ella por una autovía de denso tráfico que, por el N., se dirige a Logroño y Pamplona. Situada en la espaciosa ribera del Ebro, muy próxima a la desembocadura del Jalón y, como la mayoría de los núcleos importantes de la Ribera, en su orilla izquierda. La proximidad a la capital, unido al fácil acceso, la llevan a depender cada vez más fuertemente de ella. Alagón debería ser uno de los núcleos intermedios que tejieran la trama urbana de la que carece Aragón y que tan necesaria resultaría para llevar a cabo el desarrollo armónico. Como tantos otros núcleos, carece del vigor suficiente para organizar su propia comarca y prefiere apoyarse cómodamente en Zaragoza, a cuya área metropolitana pertenece (, área metropolitana). No obstante, Alagón es una de las pocas poblaciones de la Comunidad Autónoma que ha experimentado una evolución ascendente en los últimos años favorecida fundamentalmente por dos aspectos: la instalación de la General Motors en sus proximidades (Figueruelas) y, de forma especial, su localización territorial en uno de los tramos más dinámicos del valle del Ebro. Su situación es privilegiada desde el punto de vista agrícola, pues su fértil vega se riega abundantemente con las aguas del Canal Imperial de Aragón, el Ebro y el Jalón. Los principales cultivos son hortalizas, frutales, plantas forrajeras, remolacha azucarera y cereales. La remolacha se transformó durante años en la azucarera de Ntra. Sra. de las Mercedes (en el propio Alagón), actualmente fuera de servicio, ya que sólo se dedica al estuchado, pero no a la elaboración. La producción agrícola está claramente orientada al gran mercado consumidor que es Zaragoza capital. Hay, además, algunas actividades industriales, como una fábrica de harinas, una explotación ganadera, una industria de conservas vegetales y encurtidos, dos dedicadas a la confección y una tejería que produce también cerámica para la construcción. El casco urbano ocupa una extensión considerable de terreno que, al ser tan llano, no ofrece dificultades para su crecimiento. La tendencia actual es buscar la carretera que actualmente no pasa por el interior de la villa. De la ocupación musulmana tenemos pocas noticias, salvo la persistencia de una comunidad de mozárabes. Según Zurita, fue reconquistada por Alfonso I en 1119, y desde diciembre de ese mismo año conocemos a su primer tenente, Lope Garcés Peregrino. Éste la tuvo hasta por lo menos diciembre de 1133, aunque en algunos momentos esta tenencia fue ocupada por otras personas; así, en 1121 encontramos a Ato Orella, y en 1129 a Gonzalvo Pérez. En 1131, Alfonso I concedió ciertas donaciones en Alagón al arzobispo de Auch, por la ayuda que éste le había prestado en la reconquista del valle medio del Ebro. Fue en esta villa donde se fraguó en 1136 el llamado tratado de Alagón, teniendo en este momento la tenencia Artal de Alagón. A dos kilómetros de la villa se encuentran las murallas del Caracol, un enclave natural de singular belleza y está previsto continuar su acondicionamiento creando «aulas de la naturaleza o económicas» que expliquen a alumnos y visitantes el ecosistema fluvial. Existe una necrópolis ibérica, así como restos de un puente romano. Cuenta con dos iglesias, la de San Pedro y la de San Antonio, esta última correspondiente al antiguo convento de jesuitas. La ermita está dedicada a la Virgen del Castillo, patrona de la villa, y es tradición que en el año 1119 se le apareció a Alfonso el Batallador, antes de reconquistar Alagón.

Entre sus iglesias esta la Iglesia parroquial de San Pedro. La fábrica original es de estilo mudéjar, construida en ladrillo, hacia la primera mitad del siglo XIV;  conserva  buena parte de su fábrica original del siglo XIV, como la nave única con bóvedas de crucería, la cabecera semicircular al interior y pentagonal al exterior  sin contrafuertes y la torre campanario. El muro del ábside al exterior presenta la misma distribución con frisos de rombos y entrecruzamiento de arcos. Todo el conjunto es muy interesante por su decoración a base de frisos de esquinillas, zigzag, rombos y arcos entrecruzados. A comienzos de la Edad Moderna se le añaden las capillas laterales del Santo Cristo y de la Virgen del Carmen (actual pórtico de entrada) y un tramo a los pies, de menor anchura que la nave, dotado de coro alto. La galería superior, en arcos de medio punto doblados, es tardo-renacentista, y ya de fábrica barroca las capillas laterales de Santa Ana y San Antonio. La torre mudéjar, del siglo XIV, es de planta octogonal; su estructura está formada por dos torres, una envolviendo a la otra: la interior de escaso grosor y dividida en estancias superpuestas, cubiertas por casquetes esféricos. Las escaleras de la torre se cubren con las características bovedillas por aproximación de hiladas de ladrillo. Al exterior, la torre presenta la parte inferior desornamentada, con un reloj de sol añadido en 1649; el segundo piso se decora con ladrillo resaltado formando fajas de arcos mixtilíneos entrecruzados, rombos y medios rombos concebidos como si fueran tapices decorativos en los que se suceden paños con decoraciones geométricas diversas que van desde el entrecruzamiento de arcos a fajas de esquinillas.; el último piso se reserva para las dos series de huecos de campanas. El campanario, de tipo alminar almohade, es un precioso ejemplar de base octogonal, muy restaurado y hermoso. Además de los frisos murales tiene en cada tronera unos arcos ajimezados agudos envuelto por otro apuntado. Por encima hay dos vanos de arco de medio punto.

Iglesia de Nuestra Señora del Castillo, vinculada a la tradición milagrosa de la aparición de la Virgen en la reconquista de Alagón (9-IX-1119). La fábrica, no obstante, es muy posterior; lo más antiguo es el presbiterio, de planta rectangular, con contrafuertes, y abovedado con crucería estrellada, de principios del siglo XVI. La nave, que consta de cinco tramos, con bóveda de lunetos, y la capilla del Santo Cristo, se reconstruyen tras el saqueo de la guerra de la Independencia (1808). Sólo tiene verdadero interés artístico la imagen de la Virgen del Castillo, talla de tradición románica, de h. 1300, con policromía del siglo XVII, con dorado y policromado actual de la vestimenta, perdido así su carácter original.

Iglesia de San Juan Bautista (antiguo convento de agustinos descalzos). Situada fuera del núcleo antiguo del casco urbano, y sobre el solar de un hospital, donde en 1604 fundan un convento los agustinos descalzos. La iglesia fue abandonada tras la desamortización hasta el año 1875, en que es reinstaurada y dotada de retablos por los misioneros del Corazón de María. La fábrica es barroca del siglo XVIII, y consta de una nave, con presbiterio recto más seis tramos abovedados con lunetos, con pórtico y doble coro alto a los pies. Las capillas laterales, muy profundas y comunicadas entre sí, han dado a la iglesia, tras la reforma actual, aspecto de tres naves. El retablo mayor, barroco y con materiales reaprovechados, se trasladó en 1888 de la iglesia de San Lorenzo de Zaragoza; el de San Antonio María  Claret, con mazonería de principio del siglo XVII, se trasladó de Tauste en 1881.

Iglesia de San Antonio (antiguo colegio de la Compañía de Jesús). La Compañía de Jesús se instaló en Alagón h. 1688, construyéndose la iglesia en la primera mitad del siglo XVIII; es de nave única con presbiterio profundo y poligonal, crucero alineado y capillas entre los contrafuertes, con tribunas sobre ellas. Corresponde así al prototipo jesuítico. Al exterior, salvo un basamento y la portada, labrados en piedra sillar, es de ladrillo, destacando una torre a los pies, y la cúpula sobre el crucero, cubierta con teja vidriada en colores verde, amarillo, blanco, y azul, como las cúpulas secundarias del Pilar de Zaragoza. El efecto interior se deja a la ornamentación de estucos y celosías de madera de las tribunas, con espejos de rocalla, constituyendo uno de los conjuntos dieciochescos de mayor belleza, de estilo rococó. Los dos retablos más notables se encuentran en ambos brazos del crucero, dedicados a la Sagrada Familia y a San Francisco Javier, obra próxima al taller de los Ramírez, en la segunda mitad del siglo XVIII. Adosado a la iglesia se conserva el antiguo edificio del colegio de la Compañía, obra en ladrillo, salvo la puerta con una espléndida caja de escaleras con órdenes superpuestos.

La documentación más conocida relativa a la villa de Alagón es la copiada en el cartulario de la Orden de San Juan de Jerusalén, volumen III, con una treintena de folios que contienen copias realizadas en el siglo XVI, consultable en Madrid, Archivo Histórico Nacional. En Alagón se cuenta con un archivo parroquial interesante, en especial un cartulario copiado en el siglo XIV. Además, se guardan en Madrid, Archivo Histórico Nacional, los fondos incautados por el Estado a raíz de la desamortización de Mendizábal: dos legajos de papeles de los jesuitas, algunos pergaminos y seis legajos de las franciscanas menores observantes y cinco legajos de los agustinos descalzos.

Pese a la amenaza de lluvia decido seguir hasta Cabañas de Ebro Lugar de la provincia  de Zaragoza, a 30 km. de la capital. Situado en la Ribera del Ebro. Temperatura media anual, 14º. Precipitación anual, 360 mm. Población: en 1998, 517 hab.; en 1978, 635 hab.; en 1950, 769 hab.; en 1900, 498 hab. Cabañas de Ebro hace honor a su nombre y extiende su casco urbano en la misma ribera del río, sobre la margen derecha. Las calles más próximas al cauce se ven inundadas con frecuencia, cada vez que se produce un desbordamiento de las aguas. El Ebro da un quiebro para rodear todo el casco urbano, que ha sido defendido con el consiguiente muro de contención, ante el peligro de que el río se llevara las casas. fue conocido en su historia con los topónimos de Cabanyas, Cabannas, Cabammyas, Capannas y Capambis. Dentro de la población y a orillas del Ebro se conservaban hasta hace bien poco los restos de una construcción romana correspondiente a un castellum de vigilancia del río o a un puerto fluvial. Dos kilómetros al oeste del pueblo, en el lugar conocido como «Cementerio de los moros», aparecen grandes cantidades de restos arqueológicos romanos: cerámica imperial, ánforas, tejas, monedas ibéricas y romanas, restos de construcciones, etc., pertenecientes a una villa rústica. El hallazgo de una moneda de Nerón, junto con la datación de la cerámica, da una cronología para esta villa que abarca desde el s. I al III d.C. .Durante el siglo XII, y al menos desde 1211 hasta 1198, el lugar fue de realengo por presentar los siguientes Tenentes. Iñigo Galíndez, Alto Orella, Lope Jiménez I de Torrellas, Ortiz de Albero y Martín Pérez de Vivel. A lo largo de la primera mitad del siglo XV el lugar estuvo bajo diversas dominicaturas. En 1408 era de Luís Cornel de Pedro Boil alias "Ladrón", en 1423.En 1430 el lugar fue vendido por Luís Goscón a Juan Díaz de Aux y en 1442 el lugar paso a Miguel Homadas. Cabañas   contó con población musulmana hasta el edicto de su expulsión en 1611, hecho que produciría un total descalabro demográfico, puesto que contando con 36 fuegos en 1609, fueron expulsadas 210 personas. En 1646 la población solamente ascendía a 18 fuegos. Desde 1455 y hasta la extinción de las señorías en el siglo XIX, Cabañas de Ebro estuvo bajo el señorío temporal de los Ariño y Funes y Villalpando, señores de quinto, entre otros títulos.

Durante la guerra de la independencia, uno de sus habitantes, aunque no nacido allí tuvo una participación muy activa en los Sitios de Zaragoza. Se trata de la heroína Casta Álvarez, afincada en Cabañas y muy recordada y querida por toda la población, intervino en las luchas callejeras durante los momentos críticos de asedio a la ciudad, hecho que le otorgo gran popularidad. Condecorada con el escudo de defensor a la patria, sus restos fueron inhumados, con los de Agustina de Aragón en la capilla de la Asunción del santuario de Nº Sra. del Portillo en Zaragoza Conforme a la Evolución Político Administrativa del reino de Aragón, Cabañas de Ebro formó parte del meridiano de Zaragoza siglo XIII, Sobrecullida de Tarazona siglo XV, Vereda de Tarazona siglo XVII y corregimiento de Borja hasta 1833. Con Ayuntamiento propio desde la década de los años 30.Desde 1830 formo parte del partido judicial de La Almunia de Doña Godina, y desde 1965 está integrado en el partido judicial de Zaragoza. Su iglesia  que esta en fase de restauración es de estilo barroco de finales del siglo XVII. Es de nave única con capillas laterales y bóveda de cañón con lunetos que albergan pequeños vitrales de iluminación, la cabecera, que pasa de planta cuadrada a poligonal mediante pechinas, carece de retablo, sustituido por un gran lienzo que representa el milagro de San Ildefonso en un entramado de arquitecturas pintadas, en las que campean las armas del señor de Cabañas. Quiero seguir a la “Ínsula de Barataría” pero el  mal tiempo me lo impide por lo que decido regresar a Zaragoza, de regreso pasaré por los maravillosos  Galachos de Juslibol. Está maravilla es consecuencia de la intervención del hombre, sin quererlo la extracción de gravas para la construcción inició el proceso que conocemos hoy como Galachos de Juslibol. Desde aquí paso por Juslibol y  entro en Zaragoza por el  barrio del Actur.

Las fotografías aparecen por orden de ruta.

Serafín Martín.
Fuentes propias y;
http://es.geocities.com; http://www.aragonesasi.com; http://www.enciclopedia aragonesa.com. ; http://www.redaragon.com; http://www.dpz.es

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