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Ruta 8 por el Moncayo 8

 

 

Ablitas, Barillas, Malón, Vierlas, Cunchillos, Tarazona de Aragón, Novallas.

 

El 10 de Diciembre de 2005 salgo de Ablitas perteneciente a Navarra, donde solo hago una foto de su Iglesia por estar sus calles con zanjas por obras. Desde aquí llego a Vierlas también de Navarra, la carretera esta en buen estado, la mañana despejada pero muy fría, y el Moncayo luce una buena nevada. En Vierlas me enredo poco, quiero llegar cuanto antes a Malón, primer pueblo de Aragón, fronterizo con Navarra y de donde guardo muy buenos recuerdos de juventud. El motivo principal de esta ruta es visitar la tumba de mi amigo José María Ullate Gómez, del cual guardo unos gratos recuerdos. Malón posee un mirador excelente para contemplar, la vega del Queiles y la depresión hacia el Ebro, y el Somontano del Moncayo, sus vistas son maravillosos, su Iglesia de San Vicente Mártir, esta en la parte baja del pueblo, y es debido al tiempo de dominación morisca. Es un edificio de estilo gótico, del Siglo XVI, con añadidos y reformas realizadas en el Siglo XVIII. Su construcción es bastante similar a las Iglesias de Grisel y Los Fayos, pues sin duda puede identificarse la mano del mismo maestro. Consta de una sola nave, de dos tramos y cabecera, con capillas entre contrafuertes y coro alto en los pies. La nave central y cabecera se cubre con bóveda estrellada que descansa sobre ménsulas figurativas, con cabezas de apóstoles, santos y heráldicas. Su torre, de planta cuadrada y dos cuerpos, se sitúa a los pies de la iglesia.

Desde aquí  me dirijo a la Ermita de la Virgen del Pilar situada en el mismo cementerio, este esta hecho en mampostería y ladrillo de una nave de dos tramos, con cabecera plana y con tejado de madera a doble vertiente. La Ermita es una obra popular, de la segunda mitad del Siglo XVIII. Entro en el recinto y visito la tumba de mi amigo José María.  

Llego a Vierlas situado a 456 metros de altitud, en la margen derecha de Río Queiles. El Verde de su huerta contrasta con el paisaje agreste de de las colinas circundantes, de gran aridez. La localidad perteneció durante bastante tiempo a Navarra, en concreto en 1254 pertenecía a Teobaldo II de Navarra y fue incorporada al Reino de Aragón en el Siglo XIV. Estuvo a punto de desaparecer en 1610, a raíz de la expulsión de los moriscos. En el casco urbano destacan en su parte alta los restos de su antiguo castillo donde ha aprovechado sus restos  y las bodegas del mismo para hacer un mirador moderno, bonito y que sirve para el gozo de la vista, el castillo fue construido en el Siglo XIII, situándolo en la parte alta del pueblo como lugar defensivo, debido a su situación fronteriza con el Reino de Navarra. En la actualidad, si bién ha sufrido grandes transformaciones, subsiste en forma de una adusta masa cuadrangular, de tosca mampostería, que recubre paredones de tierra. Conserva una bodega con columnas de piedra. El conjunto que se ha conseguido es muy bonito. Su Iglesia del Siglo XVI, con numerosas transformaciones durante el Siglo XVIII, esta dedicada al Patrono San Miguel Arcángel, consta de una sola nave de cuatro tramos, cabecera poligonal con capillas entre los contrafuertes, coro alto y sotocorro. La nave central está cubierta con bóveda de cañón con lunetos; la cabecera, con bóveda de crucería estrellada con claves decoradas; las capillas laterales están cubiertas con bóvedas de arista. La torre es de tres cuerpos, presenta planta cuadrada. La puerta de ingreso es de arco de medio punto y está precedida de un atrio de tres arcos.

En dirección a Cunchillos me encuentro con un Pairón, que guarda en su interior una imagen de la Virgen del Pilar y del que toma su nombre, este pairón esta situado a la derecha de la carretera en dirección a Tarazona y el comienzo del camino del Pilar que se dirige a Tarazona.

En Cunchillos tienen un Pairón, llamado de San Miguel ,situado junto a la carretera entre Tarazona y Barrillas que también guarda en su interior una imagen de la Virgen del Pilar, pero este a su vez tiene acoplado un gran espejo para ver el trafico que viene por la carretera, haciendo un efecto horroroso.

En 1189 Alfonso II de Aragón dio el castillo de Cunchillos con todos sus términos a Lope López, En 1430 Alfonso V de Aragón dio Cunchillos a Martín de Torrellas y en 1439 este mismo Rey lo devolvió de nuevo a Juán Pérez de Calvillo, Su población también eran mayoritariamente Morisca.

Su Iglesia de san Miguel Arcángel es del Siglo XVI-XVII su campanario es de espadaña.

Desde aquí me dirijo sin pérdida de tiempo en dirección a Tarazona de Aragón.

Os invito a pasear por sus calles y plazas, saborear su pasado cada esquina, casa callejón y plazoleta es testigo mudo de los avatares de estas tierras, es un conjunto maravilloso.

Según la leyenda esta ciudad fue edificada por Túbal y Caín y reconstruida por Hércules, como consta en su escudo: "Túbal y Caín me edificat. Hércules me redificat".Leyendas a parte lo cierto es que La Triasu celtibérica fue una ciudad importante que llegó a acuñar monedas de plata.
Los romanos ampliaron la ciudad, la amurallaron y convirtieron en un punto clave. El actual palacio Episcopal era el centro militar de la ciudad. El plano de la Turiaso romana permaneció casi inalterado hasta el S. XII. Todavía puede seguirse el trazado del cardo en la actual San Atilano y el decumano en la calle San Bernardo. Los visigodos mantuvieron la importancia de la ciudad, hasta su conquista por los árabes en el 714. El dominio musulmán duró hasta el 1119, cuando con Zaragoza ya conquistada Alfonso I dedicó sus esfuerzos en Tudela y Tarazona.
Los 400 años de dominio musulmán resultan ser los más prolíficos (a nivel cultural, económico, organizativo...), configuran una ciudad moderna y dejan una huella todavía perceptible no sólo en Tarazona, sino en el resto de pueblos aragoneses que habitaron.

La ciudad de Tarazona organiza la salida del valle del Ebro hacia la meseta, hacia Soria y Tudela en Navarra. Ha sido siempre por su localización una ciudad importante y ha conocido y disfrutado de todas las culturas principales en nuestra historia.

Tarazona es la capital de esta comarca, constituida por 16 municipios: Alcalá de Moncayo, Añón de Moncayo, El Buste, Grisel, Los Fayos, Litago, Lituénigo, Malón, Novallas, San Martín de la Virgen del Moncayo, Santa Cruz de Moncayo, Tarazona, Torrellas, Trasmoz, Vera de Moncayo y Vierlas.

 

 

Su patrimonio artístico refleja todas esas influencias, aunque la ciudad se enorgullece especialmente de su conjunto mudéjar. Tras la reconquista, la situación fronteriza de la ciudad entre los reinos de Aragón, Castilla y Navarra provocó numerosas batallas y la ciudad conoció varias ocupaciones durante un periodo ciertamente desastroso. Durante el S. XV Tarazona trató de recuperar la población perdida en los siglos anteriores, siglos de pestes y guerras.

Con la unión de las Coronas de Aragón y Castilla, Tarazona dejó de ser militarmente tan valiosa y aprovechó los Siglos XVI y XVII para desarrollar un espectacular crecimiento demográfico, económico y cultural, a pesar de la expulsión de los moriscos. Gran parte de la Tarazona monumental se la debemos a esta época de esplendor.

El S. XVIII comenzó con la guerra de la Independencia y fue un siglo duro para la ciudad que conoció una severa crisis económica. Los esfuerzos del ayuntamiento y de las órdenes religiosas mantienen el espíritu monumental e introducen el barroco en la ciudad.

Tras las cortes de Cádiz la ciudad se incorpora a la provincia de Zaragoza, crece espectacularmente y conoce un periodo de industrialización pero no puede evitar la situación que la marca como ciudad de 'provincias', administrativamente a expensas de la capital.

Tras la guerra civil, Tarazona se estanca ligeramente, su población oscila en los 10000 habitantes.
Actualmente es la clara cabeza de comarca del Somontano de Moncayo y una ciudad con vocación de crecimiento y gran actividad cultural.

La ciudad es un museo viviente que alberga maravillas de épocas y culturas muy diversas. Ha sido declarada Conjunto Histórico Nacional.
En arquitectura civil, por ejemplo, contamos con el Ayuntamiento, o la emblemática 'zuda', antigua fortaleza musulmana reconvertida en palacio episcopal y la famosa plaza de toros vieja, de forma octogonal, constituida por casas de tres alturas con grandes ventanas y arcos sobre pilares ochavados.

La Catedral, Monumento Nacional, es una obra lenta que se comenzó en el S. XII y adquirió su configuración definitiva en el S. XVI. Claro exponente del mudéjar, destacan su claustro, de yesería calada y su torre de ladrillo.

La iglesia parroquial de la Magdalena (antigua catedral), la iglesia de San Miguel, la iglesia de Nuestra Señora de la Merced, de San francisco, el convento de las Carmelitas de Santa Ana...

La Iglesia de Nuestra señora de la Merced y Ex convento de los Frailes mercedarios lo ocuparon en la Edad Media, el solar de la desaparecida parroquia de Santa Cruz, sobre el que levantaron una primera iglesia a finales del Siglo XV. La actual iglesia, fue reconstruida entre 1629 y 1639, es un edificio de nave única, con capilla mayor semicircular, crucero no acusado y capillas entre los contrafuertes. El retablo mayor, una extraordinaria barroca de escultura, en madera sin policromar, data de las primeras décadas del siglo XVIII. El convento articulado en torno a un patio claustral de dos alturas, se erigió a comienzos del Siglo XVIII hoy sirve de sede al Conservatorio Estatal de Música.

La Iglesia de san Atilano está dedicada al Patrono de la Ciudad, está levantada según la tradición, sobre el solar de la casa natal del santo. En 1744, el municipio decidió sustituir el oratorio existente por otro más digno. El edificio, de estilo barroco, fue bendecido en 1769,. Su planta consta de tres naves  con predominio de la central, más ancha y alta, la cabecera es una capilla poligonal a la que precede un crucero cubierto con una gran cúpula, reconstruida en las primeras décadas del siglo XX Esta distribución tripartita del espacio interior se refleja en la articulación de la fachada, sobre cuya puerta luce el escudo de la ciudad.

El patrimonio de la ciudad es tan rico que no merece la pena enumerarlo, se funde inseparablemente con las calles y plazas de la ciudad.

El Cipotegato, personaje de origen posiblemente medieval, ataviado con un traje de colores que recuerda a un bufón y una máscara con expresión felina, recibe todos los 27 de Agosto a las doce del mediodía una lluvia de tomates en la que participa toda la ciudad. Se ha convertido en el santo y seña de las fiestas en honor de San Atilano.

Descendiendo de la parte alta de Tarazona hacia la carretera de Soria me encuentro con El Crucifijo, esta cruz de término y humilladero de la ciudad, aparece ya en documentos de mediados del siglo XVI. Se alza fuera de las antiguas murallas, hoy desaparecida cerca del Ojo de San Juan y de la Ermita de San Juan. El templete de planta octogonal, cobija en su interior una cruz de hierro sobre una columna. Fue reconstruido en distintas ocasiones durante los siglos XVII y XVIII. Cada año, el primer domingo de julio, parte desde este lugar la romería, del Quililay hasta la Ermita de la Virgen del Moncayo, cuyos orígenes se remontan al Siglo XVI. Desde aquí me dirijo al Ojo o Nacedero de  San Juán y la Ermita del mismo nombre, esta, está excavada en la roca y es muy bonita y el nacedero es un manantial que hay mismo debajo del castillo y que abastece de agua a las huertas de Tarazona, según una vecina para el invierno sale caliente y para el verano sale más fresca.

Desde aquí me dirijo a la carretera de Tarazona a Tudela y me desvío a Novallas. Lugar situado en la margen izquierda del Queiles. Conserva restos de un castillo templario del Siglo XII, su Iglesia original de San Marcial, era de origen románico del Siglo XII, y que transitó al  estilo Gótico, tiene la bóveda de cañón en cuatro tramos, el quinto está cubierto con bóveda de crucería estrellada, a los pies se sitúa la puerta de ingreso, con portada de arco de medio punto. En el interior destacan algunas esculturas como el busto de San Marcial, obra del siglo XVI, y un ECCE HOMO del Siglo XVII. ha sufrido continuas reformas a lo largo de su historia. En su término se han encontrado restos de varias villas romanas.

Desde aquí me dirijo a Malón y por el camino fotografío un caballo, desciendo a la trinchera del “Tarazonica” habilitado actualmente como “Vía Verde”. Esta Vía Verde discurre sobre el antiguo trazado del ferrocarril llamado El Tarazonica o el Escachamatas que, partiendo de Tudela (Navarra), terminaba su recorrido en Tarazona. La Vía  con una pendiente de 260 a 480 metros, recorre el Valle del Queiles a lo largo de 22 Km. Discurriendo por los términos municipales de Cascante, Culebras, Ablitas, Murchante, Monteagudo, Barillas, Malón, Novallas y Vierlas, la Vía está acondicionada exclusivamente para peatones y ciclistas y ofrece un paisaje de alto valor ecológico y medioambiental. Cuenta así mismo con áreas descanso distribuidas a lo largo de la ruta, con el singular monumento al Escachamatas realizado con materiales provenientes del ferrocarril como testimonio de la identidad de la vía y sobre todo, con interesantes núcleos de población que permiten disfrutar de paisajes culturales y naturales.

En Vierlas salgo a la carretera y me dirijo sin parar hasta Ablitas comienzo y final de esta etapa.

A LA MEMORIA DE JOSEMARÍA ULLATE  GÓMEZ  4 /6/2000

 

Las fotografías aparecen por orden de ruta.

Serafín Martín

 

Fuentes propias y

Los Peirones de Aragón

RedAragón.

 

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