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Ruta 6, por el Moncayo 6.

 

Veruela, Trasmoz, Lituénigo, La Diezma, Grisel, Veruela

 

 

Sigo por el Moncayo ,por eso el 3 de Diciembre de 2005 salgo de Veruela por la  carretera que va a Trasmoz, donde solo hago unas fotos ya que mi intención es ir a Lituénigo, la mañana es fría y el Moncayo sigue nevado. Lituénigo está situado a 765 metros de altitud en el Somontano del Moncayo. Su Gentilicio es Litueniguense, en 1900 contaba con 358 habitantes en 1995 eran 124 vecinos.  En Lituénigo nos encontraremos con su  Palacio fortaleza del Siglo XIV,  que a pesar de sufrir muchas transformaciones, todavía conserva su puerta de acceso apuntada y franqueada por dos torreones. Este castillo fue construido con sillares y mampostería, de planta cuadrangular en torno a un patio central, y torreones cuadrados en las esquinas. Su zona más antigua es del Siglo XIII. La Iglesia de la Purificación de la Virgen, es de origen Románico con modificaciones posteriores. Edificio de una nave con tres tramos y cabecera, con capillas entre los contrafuertes, la nave se cubre con bóveda de cañón transversal. La torre es cuadrangular, y tiene cinco cuerpos, el inferior de sillería y los restantes de ladrillo. El último cuerpo tiene arcos de medio punto cegados entre los pilastras toscazas, el retablo mayor recoge un gran lienzo con una escena de la Purificación de María. Conserva tallas policromadas de algunos santos, entre las que destaca la de San Miguel. En este pueblo tienen una tradición muy singular, el último sábado de septiembre, se pesan a los niños. En Lituénigo hay un museo del labrador, este está situado en una casa restaurada, frente a la iglesia. Después de un agradable paseo por este pueblo, por las bodegas de Lituénigo me topo con un Pairón, donde cogeré el camino de la derecha, saldremos a la carretera que va a Tarazona y giraremos a nuestra derecha, a escasos doscientos metros está el desvío que me llevará al monte La Diezma  y Grisel. Este monte es hoy en día un gran parque eólico, desde aquí se puede contemplar el Somontano del Moncayo por un lado y por otro el valle que discurre hacia la depresión del Ebro con Tarazona y Tudela como poblaciones más importantes. Hace tanto viento que las fotos no las puedo hacer con trípode, desde aquí desciendo a Grisel por La Diezma o Ciesma, a los 625 metros de altitud de Grisel, su Gentilício es Griseleros, y cuenta con 65 habitantes.

Grisel es un pueblo que nace en la expansión musulmana por la Península Ibérica, pasando a ser conquistado por Alfonso I el Batallador en 1120. Posteriormente, al ser un territorio fronterizo, se ve durante algunos periodos perteneciente a la Corona Castellana, especialmente durante la llamada Guerra de los dos Pedros. Más tarde, perteneció al Señorío de los Luna, pasando posteriormente a ser propiedad del Cabildo de Tarazona, a quien perteneció hasta la Desamortización de Mendizábal en 1833. Durante la Guerra Civil no hubo contiendas en su término municipal.

 

 

 

Por los alrededores del núcleo urbano se encuentran diversas construcciones de piedra seca, en forma de cabañas pastoriles, que eran utilizadas en la agricultura, y que son la muestra de arquitectura popular más rica de toda la comarca En su término municipal y en medio de un campo de olivos se encuentra el Pozo de los Aines, (Donde no fui por el mal tiempo, y que regresaré otro día de propio) una impresionante sima-dolina de unos 30 m de profundidad por 20 de ancho dentro de la cual existe un micro-clima caracterizado por una elevada humedad y temperaturas de unos 10º durante todo el año, condiciones que propician la existencia en su interior de una exuberante vegetación constituida por especies como musgos, hiedras y plantas trepadoras que se pegan a sus paredes. En el fondo de este pozo-sima existe una laguna subterránea tapizada con abundantes nenúfares. Se puede acceder y descender hasta más de la mitad de esta sima por unos empinados escalones que terminan en un estrecho rellano protegido con una barandilla desde la cuál se contempla la laguna subterránea y el agujero de entrada al pozo situado 20m más arriba.

Lo que si contemple es su casco urbano y su famoso Castillo. El castillo de Grisel es uno de los castillos mejor conservados de Aragón, manteniendo la muralla circundante y muros defensivos, en piedra sillar todos ellos y datables en la segunda mitad del siglo XIV. Conserva restos de la torre del homenaje de cronología anterior, al igual que unos aljibes aparecidos recientemente. Es un castillo tardo gótico con fachada palaciega del siglo XV. Actualmente de propiedad privada.

Su Iglesia es del Siglo XVI, si bién conserva restos en la cabecera  de una construcción anterior. Hecha en sillería, ladrillo y adobe, consta de una nave con capillas bajas entre los contrafuertes. La nave central y la cabecera se cubren, con bóveda de crucería estrellada y las capillas con bóveda de cañón transversal. La torre esta construida en ladrillo y su primer cuerpo es de planta cuadrangular; sobre éste se asienta otro cuerpo octogonal, rematado con chapitel, probablemente obra del Siglo XVII. En su interior, destacan los retablos del Altar Mayor y de la Virgen del Rosario. Se conserva también una hermosa talla gótica del la Virgen con el Niño 

Grisel tiene una leyenda según la cual el  Pozo de los Aines, dicen que fue formado por castigo divino a un amo musulmán que obligó a trabajar a su siervo cristiano el día de Santiago.

Desde aquí salgo a la carretera que me conducirá a Vera, inicio de esta etapa.

Las fotos aparecen por orden de ruta.

Serafín Martín.

Fuentes propias y

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