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RUTA 41 --Ruta- 4 por el Maestrazgo. Fortanete, Cantavieja.

 

El 18 de octubre de 2007 llego a Fortanete (con un total de 547 kilómetros)

Al acercarnos a Fortanete nos sorprenderá la riqueza de sus pinares, unos de los mejores conservados de la comarca. Entro a Fortanete por la ermita de Santa Bárbara.

Villa de la provincia de Teruel, situada en el piedemonte de la sierra de la Cañada, al norte de la zona oriental de la sierra de Gúdar, junto a la rambla de Mal Burgo (cuenca del Guadalope), resguardado por el monte Frontón, a 1.353 metros de altitud, si bien en el término municipal hay picos mucho mas elevados, tales como el de Tarayuela, a 2.100 metros; el de Tarrascón, a 1.995, y el Pairón de la Capellanía, a 1.945 metros. La municipalidad está compuesta, en consecuencia, por serranía y monte. Fortanete está considerado como la joya oculta del Maestrazgo, Fortanete es un regalo para los ojos, visitarla en cualquier estación, es un derroche de color: blanco de nieve, verde de pino, rojo de amapola, gris de piedra. También los oídos disfrutan al escuchar el silencio del Maestrazgo el viento entre los pinos o las esquilas del ganado en su camino trashumante.
Su población en 1998, era de 195 habitantes.; en 1978, 368 habitantes.; en 1950, 830 habitantes.; en 1900, 1.461 habitantes.

En tiempos le dieron escolta dos castillos, el de los árabes -del que todavía quedan restos sobre la colina que domina el casco urbano- y el del Cid Campeador, sobre el montículo de los Mercadales. El origen del nombre, es Fort-Anete, de fort, que significa fortaleza, y anete, que es deformación de Aneto, altura máxima, nombre dado al pico más alto de los Pirineos. El caserío de Fortanete, presidido por el castillo, evidencia un pasado en el que debió buscar la protección de la altura y de las murallas, por ello la actual traza urbana tiene un aire desordenado. Ya en sus calles podemos contemplar la abundancia de edificios nobles como la Casa Consistorial, renacentista del siglo XVI, con lonja de arcos de medio punto sobre la que discurre el gran salón de plenos y las restantes dependencias municipales, adornado con interesantes artesonados ,en la planta baja se encuentran también unas interesantes mazmorras , está unido a la Iglesia de la Purificación, terminada en el siglo XVI .Cuenta con varias casas pertenecientes a la nobleza local:, La antigua casa palacio de los marqueses de Villasegura alberga en la actualidad el cuartel de la Guardia Civil. Continúan en pie otros caserones notables, como el de los marqueses de Medinaceli, la casa conocida también como del marqués, en la calle de Benón, la mansión de los Lorcas y la que sirvió de prisión durante las Guerras Carlistas. La iglesia parroquial es un edificio barroco construido  sillería, de grandes proporciones, con tres naves, con el coro sobre el ábside y dos púlpitos, y tres tramos, que se cubren con bóvedas de cañón con lunetos, excepto la cabecera donde el crucero lo hace con cúpula sobre pechinas y bóvedas en forma de concha en los laterales. El interior de la cúpula presenta un interesante conjunto de pinturas, entre las que se identifican a los evangelistas. Su construcción se inició a mediados del siglo XVI y concluyó a finales del XVII. En las obras trabajaron todos los vecinos. Entre sus tesoros artísticos sobresale un cáliz gótico, de plata. En el Archivo Histórico Nacional de Madrid, sección de clero se conservan desde la desamortización papeles históricos de la época moderna procedentes de la parroquial de Santa María de esta localidad turolense. Hay además nueve pergaminos con fechas extremas entre los años 1380 y 1583. Además de numerosos yacimientos arqueológicos, fuera del propio pueblo, hay que señalar la existencia del llamado castillo del Cid, un enclave singular y que abre numerosos enigmas históricos. Este singular castillo yacía entre las enriscadas montañas del Maestrazgo, a unos 6 kilómetros. al norte de Fortanete, prácticamente ignorado hasta hace pocos años. Existía durante la época musulmana, ya que figuró entre las correrías del Cid Campeador durante los últimos lustros del siglo XI, y en 1194 se incluía dentro del territorio cedido por Alfonso II a la Orden Militar del Santo Redentor, anexionada dos años después a la del Temple, dependiendo de su bailía de Cantavieja. Es probable que el castillo quedara abandonado desde entonces, y según datos de Gordillo Courciéres, su planta es aproximadamente trapezoidal con dos lados en ángulo recto, el mayor de unos 30 m. Los muros son de piedras sin tallar, unidas por argamasa, y en bastantes hiladas se advierte la disposición en espina de pez pudiendo atribuirse a la época musulmana. En el lienzo meridional quedan tres cubos redondeados. Este castillo roquedo es un interesantísimo ejemplar de los siglos XI y XII en el área turolense.

En 1202, el rey Pedro II cederá Fortanete a los hospitalarios, a cuya orden pertenecerá hasta la desaparición de los señoríos, teniendo a Aliaga por cabecera..
Durante
la Edad Media, participará en diversos conflictos territoriales, con distintos municipios circundantes y de distinta jurisdicción, a los que no eran ajenos los derechos de pastos, base de una importante economía ganadera.
A lo largo de los siglos XVI y XVII y fruto de la prosperidad económica, gracias a su riqueza ganadera y al desarrollo de la manufactura del textil, Fortanete crece enormemente, reflejo de ello son las casonas de esta época que se encuentran dispersas por la localidad. A partir del S XVIII se produce un fuerte incremento de la población, llegando a alcanzar las 1700 almas.
Fue otra de las poblaciones fortificadas durante las guerras carlistas, que tienen gran importancia en la zona.
 En la ermita de San Loreto se celebra tradicionalmente la misa de San Cristóbal, patrono de la localidad. Tras la misa tiene lugar la bendición de las tortas, que luego son repartidas entre los asistentes por el santoral de turno y por las mozas, las cuales van ataviadas con delantales blancos orlados de puntillas. El reparto lo hacen como amazonas sobre caballos enjaezados con vistosos aparejos y engalanados con ramajes. Concluido el reparto se procede a la bendición de vehículos.

Salgo por la carretera A-226 en dirección a Cantavieja. Cuando llevo recorridos 8 kilómetros desde Fortanete llego al alto del Puerto Pelado de 1657 metros de altitud , que atraviesa la Sierra de las Dehesas, 900 metros después de coronar este puerto  a la izquierda de la marcha, está el desvío a Cañada de Betancuz y Ejulve, yo sigo por la A-226 ,recto a Cantavieja en este desvío quedan 10 kilómetros para llegar a ella,  en bajada a canta con  un desnivel del 8%, en el descenso contemplo el paisaje del Barranco del Carrascal, cabecera del río cantavieja que discurre entre un relieve abrupto, en el que se combinan formas estructurales subhorizontales y de plegamiento. La erosión fluvial ha excavado profundos barrancos, desmantelando parcialmente de cobertera sedimentaria, en función de la diferente resistencia del roquedo y dejando al descubierto la estructura geológica interna. Espectacular es el pliegue anticlinal que aparece ante nosotros, el cual queda visible tras ser diseccionado transversalmente por el barranco del Carrascal, dejando en resalte el relieve de la Loma Nages. Forma parte del denominado Anticlinal del Cuarto Pelado y su dirección es Noroeste, Suroeste. En este territorio abrupto y escarpado con fuertes limitaciones para la explotación humana, el hombre construyó hace siglos sus masías, levantó corrales para el ganado y aún abancaló la tierra aprovechando los escasos rellanos del terreno. Ejemplo de adaptación humana a los recursos que ofrece la naturaleza. La vegetación de estas tierras se encuentra condicionada por el  clima, propio de un área de montaña mediterránea y la altitud, que oscila entre 1.300 y 1.700 metros y la orientación que influyen decisivamente, ya que el valle se haya ubicado en la vertiente oriental del Maestrazgo y el efecto orográfico reduce la temperatura al tiempo que incrementa la humedad de las masas del aire del aire procedente del Mediterráneo. Desde el punto en que me encuentro podemos diferenciar tres formaciones arbóreas de ámbito submediterráneo, como son, el carrascal montano, el quejigar o rebollar y el pinar, también contemplo una de las muchas masías fortificadas que hay en esta zona. Cuando me faltan unos dos kilómetros para llegar a Cantavieja, a la izquierda de la marcha y a escasos metros de la carretera veo el precioso Peirón de San Blas,  tiene cuatro hornacinas en las que hay una cerámica en cada una, con las imágenes siguientes, San Blas, San Cristóbal, San Antonio Abad y San Juan Bautista debajo de la cruz pone la fecha de 1898.Llego a Cantavieja con un parcial de 18´94 kilómetros. Lo primero que visito es la ermita de la Virgen del Loreto de Cantavieja, que  tiene la distribución característica de las ermitas con esta advocación. Es de planta rectangular con un patio delantero sobre cuatro columnas que sostienen un alero de madera labrada. Es de una sola nave separada en dos tramos. El tramo de los pies está cubierto con una cúpula elíptica y el siguiente con bóveda de cañón decorada con pinturas. Las columnas del atrio se asientan sobre un zócalo que rodea los laterales. En la pared frontal se abre una ventana rectangular que permite ver el interior de la ermita. Cantavieja, capital de la Comarca del Maestrazgo, Villa de la provincia de Teruel, se sitúa a 1300 metros de altitud en el Sistema Ibérico, junto al río Cantavieja, próxima al límite con la provincia de Castellón y cuenta con alrededor de 750 habitantes. La villa fue declarada Conjunto Histórico Artístico en 1981. Comprende las entidades de población de Casas de San Juan, Solana, Umbría y Vega. De economía eminentemente agrícola y ganadera, su territorio se articula en numerosas masías, 125, algunas de ellas todavía habitadas. Las masías, sobre todo en el pasado, fueron la mejor forma de explotar un territorio muy extenso a la par que se conseguía mantenerlo habitado. Las primeras surgieron paralelas a la Reconquista (las "Torres" o Masías Fortificadas, por ejemplo), y muchas son fruto de los movimientos poblacionales del Siglo XIX. Diseminadas por el extenso término de Cantavieja, se distribuyen en cuatro partidas geográficas.

 Antigua Cartago Vetus, fundada por Amílcar Barca, Cantavellam medieval. Alfonso II reconquistó la plaza a los moros en 1170. En1225, los templarios otorgarán carta de población a los habitantes de Cantavieja. A lo largo de la Edad Media mantendrá una creciente importancia. Cantavieja estuvo en posesión de Ramón Anglés y Ramón Galliners, comendadores de la orden del Temple, siendo uno de los núcleos de resistencia templaria en el momento de la disolución de la Orden, los cuales se atrincheraron en la plaza fuerte para defenderse, en rebeldía, del decreto de expulsión de los templarios dictado por Jaime II el año 1307, pasando posteriormente a depender de los sanjuanistas. Los comendadores de Cantavieja tendrán un gran peso dentro de la Castellanía de Amposta. Al igual que otras poblaciones del entorno, desarrollará una importante actividad ganadera, con los correspondientes conflictos con otras jurisdicciones circundantes.
Es sin duda en el siglo XIX, cuando la villa supera el protagonismo que siempre había tenido, durante la primera guerra carlista (1833-1840), al convertirse en el centro del pequeño estado, bajo el mando del general Cabrera que tuvo allí su cuartel general. Fortificada en 1835, es tomada en 1836 por los liberales y reconquistada por el general Cabañero en 1837. Cuando el ejército carlista se retire a Morella en 1840, será volado una parte del castillo y de la población. Las siguientes sublevaciones carlistas (1846-1849 y 1872-1875) tendrán reflejo en la zona, Pérez Galdós y Baroja se han ocupado en sus escritos de Cantavieja, población amurallada e inexpugnable. A la entrada del pueblo, por la carretera de Teruel, se levanta la casa cuartel de
la Guardia Civil, edificio al que han adosado, por curiosa ironía, el portal noble de la antigua casa del baile, que sirvió de cuartel general a Cabrera. Todavía se conserva en pie la casa de los padres del pintor Sorolla, de la que partieron un día como emigrantes a Valencia.

El Ayuntamiento de Cantavieja es uno de los más hermosos ejemplos de arquitectura civil de la provincia de Teruel. Es un edificio de origen gótico levantado a base de mampostería combinada con piedra sillar reservada para las zonas de mayor notoriedad. Su fachada principal se divide en dos plantas. La planta inferior se abre a la plaza a través de un pórtico de cuatro arcos de medio punto en el frente y dos en los laterales. La configuración actual de estos arcos de medio punto se debe a una reforma renacentista, ya que en origen debieron ser arcos apuntados góticos en consonancia con el resto de los pórticos de la plaza. En la segunda planta hay dos balcones que en su día fueron ventanas ajimezadas. La rejería de los actuales balcones es de hierro forjado como es propio de la zona. Entre los balcones se encuentra el escudo de la villa tallado en piedra, sobre una cartela con una inscripción que traducida del latín significa: "Quien gobierna esta casa odia la maldad, ama la paz, castiga los crímenes, conserva los derechos y honra a los honestos". El ayuntamiento es el símbolo del poder civil al lado del religioso representado por la contigua iglesia. Se prolonga en su lado izquierdo comunicando su salón principal con un par de tramos sobre el pórtico lateral. El segundo de los tramos está cubierto por dos bóvedas de crucería y alberga el archivo, ya que al no tener los techos de madera protege en caso de un posible incendio. El ayuntamiento reaprovecha una construcción anterior de aspecto fortificado, al igual que ocurre en La Iglesuela del Cid.

Construcción de gran empaque situada en la plaza mayor al lado del ayuntamiento y frente a la iglesia. La fachada principal se abre a la plaza a través de un pórtico con varios arcos apuntados. La entrada es lateral por arco de medio punto con pequeñas pilastras en las esquinas de las jambas y con las marcas de tres escudos desaparecidos en las dovelas centrales. En el lado derecho de la puerta se abre una ventana ojival con imposta y tímpano decorados.

Lo más interesante de esta edificación que se encuentra en la calle Mayor, esquina con la plaza, es su portada. Probablemente la casa fuese anterior colocando la portada a finales del XVII. El interior del edificio ha sufrido numerosas reformas entre ellas la que divide el espacio del zaguán en dos alturas. A lo largo de la historia del edificio se han abierto nuevos vanos, siendo difícil llevar a cabo una interpretación coherente de como debió ser la fachada original. La portada está compuesta por un frontón triangular partido con escudo y una decoración de sillares almohadillados enmarcando el vano.

La actual iglesia parroquial de Cantavieja se construyó entre 1730 y 1745 y es de unas dimensiones que no dejan de asombrar a todos los visitantes que por ella pasan. Dividida en tres naves: cubiertas con bóveda de cañón la central y de arista las laterales, tiene una amplia girola con sobrada amplitud para poder pasar en procesión. Sufrió las desastrosas consecuencias de la Guerra Civil quedando solamente testimonio fotográfico de los retablos y pinturas que la adornaban ricamente. La torre y la portada pertenecen a la iglesia anterior del siglo XVII. Como dato curioso saber que la torre, en 1771, tenía cinco campanas y campanero, que vivía en una habitación dentro de la propia torre.

La iglesia de San Miguel, (que no visito) recientemente restaurada, es una construcción gótica, del siglo XIV de una sola nave y cabecera poligonal. Dicha cabecera está cubierta con nervaduras apoyadas sobre ménsulas que terminan en cabezas de ángeles. Tiene un atrio con tres arcos apuntados que se comunica con la iglesia a través de dos celosías labradas en piedra. Conserva en su interior un sepulcro gótico de alabastro de gran perfección y belleza. Varios relieves decoran la cara visible del sepulcro y las tres paredes que lo albergan. La tapa desgraciadamente ha desaparecido. Tan cuidado y costoso enterramiento seguramente pertenecería a algún bayle (señor de la baylia) de la orden San Juanista. La iglesia fue promovida por los monjes templarios que dominaron estas tierras antes que los sanjuanistas, pero en todo caso, el edificio que hoy podemos visitar es el resultado de la reforma llevada a cabo por la orden de San Juán.

Cantavieja pertenecía a la Encomienda de la orden del Temple en 1197. En 1610 era cabeza de las bailías Hospitalarias de Aliaga y Castellote (LABAÑA, p. 180). Sobrecullida de Teruel entre 1446y 1495. Vereda de Teruel en 1646.
Corregimiento de Alcañiz entre1711 y 1833. Ayuntamiento en 1834. Partido judicial de Castellote; se incorpora en1965 al partido judicial de Alcañiz.
Otros núcleos: caseríos de Casas de San Juan, Solana, Umbría y Vega.
Primera mención, en 1197 (AHN, códice 594, p. 11).
La propiedad de la tierra fue la siguiente.
En 1204 el obispo de Zaragoza atribuyó a los Templarios la iglesia de Cantavieja (BENITO RUANO, p. 151).
El 29 de noviembre de 1212 Pedro II dio Cantavieja a la orden del Temple (Miguel GUAL CAMARENA, Precedentes de la reconquista valenciana, en "Estudios Medievales", I (Valencia 1952), p. 72-73).
En abril de 1225 el maestre del Temple concedió carta de población a los pobladores y vecinos de Cantavieja (BENITO RUANO, La encomienda templaria y sanjuanista de Cantavieja (Teruel), apéndice l).
El 6 de octubre de 1256 Jaime I de Aragón concedió franquicias a los habitantes de Cantavieja (HUICI-CABANES, Documentos, nº. 723).
El 19 de junio de 1278 Pedro III de Aragón remitió un "despacho dirigido a Salvador Roig, justicia de Morella, acerca de la fijación de los límites con el término de Cantavieja" (ACA, Registro 40, fol. 127 v.; MARTINEZ FERRANDO, Catálogo, II, nº. 418).
El 10 de junio de 1317 la orden de San Juan de Jerusalén tomó posesión de la bailía de Cantavieja, que había sido del Temple, y comprendía los lugares de Cantavieja,
La Cañada, La Cuba, La Iglesuela, Mirambel, Tronchón y Villarluengo (AHN, cód. 661 B, p. 14).
En 1414 era de la orden del Hospital (ARROYO, P. 98).
En 1610 era de la orden de San Juan del Hospital (LABAÑA, p. 180).
De las órdenes en 1785.
Arciprestazgo de Belchite e iglesia del Temple en 1280 (RIUS, Rationes, p. 103). Obispado de Zaragoza hasta 1955, que pasó al de Teruel.

Quería llegar a Mirambel, pero tengo calambres en una pierna y me da miedo seguir ya que hasta mirambel hay otros 300 metros de desnivel respecto a Cantavieja y otros 350 metros de desnivel hasta coronar el Puerto de Cuarto Pelado al que llego con calambres. Afortunadamente desde aquí es bajada pronunciada hasta Fortanete al que regreso con un parcial total de 39´37 kilómetros.

Las fotografías aparecen por orden de ruta.

 

Serafín Martín.

 

Fuentes propias y:

 

 

http://www.turismomaestrazgo.com/; http://www.enciclopedia-aragonesa.com

 

http://elmundoviajes.elmundo.es/; http://www.turismomaestrazgo.es,

 

Página de los peirones de Aragón. http://usuarios.arsystel.com/mairal/cantavieja.htm

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©  Cheluy -Sera 2009